58. Graduación y plan fallido. (Antepenúltimo)

19 5 4
                                    

Tiana

Envolví mi cuerpo en una toalla y salí del baño. Observé el vestido que había dejado en la cama y sonreí, era hermoso. Era un vestido corto azul marino, me llegaba a tres dedos arriba de las rodillas. Tenía un pequeño escote en la espalda, podría decirse que diminuto. Lo que me gustaba de el era que me hacía notar curvas que no sabía que tenía, y que me ayudaba a resaltar el color de mi piel.

Mis amigas entraron a mi habitación, sin tocar, y al ver mi vestido, soltaron un grito de emoción.

- ¡Es hermoso! - dijo Jenn tomándolo con cuidado de no dejarlo caer en el suelo. Lo puso encima de mi toalla y sonrió al ver que el vestido se me vería hermoso encima.

- No sabía que tenías tan buen gusto.- le arrebató el vestido a Jenn y lo dejó en la cama.- nunca debimos de dudar de tus gustos.

Rebe dejó su gran bolso en mi cama y le hizo una seña a Jenn para que se acercara. Me dirigí hacia mi armario y saqué mis bragas y un sujetador que combinara. Nunca me había preocupado por como lucía o por cómo combinar mi ropa, pero este día era importante y lo que más quería era resaltar. Les había pedido ayuda a las chicas para alistarme, ya que yo no sabía cómo peinarme o como maquillarme.

Había visto como se arreglaban para citas o para alguna fiesta, y se veían muy lindas con el poco maquillaje que traían. Esta vez yo me quería ver así, solo un poco más natural. No quería parecer payaso, pero si una chica linda.

Caminé hacia el baño y me quité la toalla para colocarme mis bragas y mi sostén. Al salir de ahí, me acerqué a mi cama y logré visualizar que ya tenían todo el material preparado.

Jenn me acercó una silla y pidió que me sentara ahí para empezar con mi peinado. De mientras que Jenn me peinaba, Rebe se maquillaba y se peinaba.

Miré mi armario y me di cuenta que las chicas habían colgado mi vestido junto a los suyos. Podría decir que sus vestidos eran realmente bellos y aseguraba que puestos en ellas se verían mejor.

Jenn al terminar de peinarme, que al parecer me había ondulado el cabello, esperaba que en mí se viera bien para poder cumplir mi objetivo. No quería tener algo tan grande, exagerado y corto mi cabello, así que lo preferí ondulado, mi cabello no se veía tan corto todavía me llegaba un poco arriba de la cintura, tal y como me gustaba.

Rebe le faltaba poco para terminar con su peinado, ya que ya había terminado de maquillarse. No se había maquillado de manera exagerada, sino algo más sencillo y natural, lo único que estaba exagerado era su tono de labial, era un rojo demasiado fuerte, como un rojo pasión.

Jenn se levantó y comenzó con su cabello mientras que yo esperaba a Rebecca. Las observé y sonreí, no puedo creer que por una tonta broma casi perdía esta linda amistad. Ellas eran mis mejores amigas, casi unas hermanas para mí, y solo verlas aquí ayudándome y apoyándome con este plan me hacía sentir casi feliz aunque solo me faltaba mi chico ideal para ser completamente feliz. Aunque supiera quién era ese chico, no me cabía la idea de tenerlo cerca, sino de sustituirlo y llenar ese poco vacio que quedaba en mi corazón.

Rebe al terminar con su laceado, si había convertido su quebrado cabello por un laceado. Lucía hermosa, ahora lo único que le faltaba era colocarse su vestido para estar lista.

Se acercó junto con su maquillaje y se sentó al lado mío para empezar con su trabajo. Sonrió y comenzó con la transformación de mi cara. Tal vez no cambiaría tanto en mi aspecto físico pero sería algo diferente en mi forma de vestir, es como si fuera otra por fuera, una extraña.

Veía como sus manos tomaba cada cosmético para tintarla en mi cara. Ella mordió su labio como si estuviera concentrada en su trabajo y reí, era gracioso verla de esa manera.

¡Yo Nunca Me Voy A Enamorar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora