Oprobio

Prólogo

"Solo es Humo... Smoke... Kemuri..."

‹‹ ¿Por qué hacía esto? no estoy seguro ¿Desahogo? Quizás ¿Idiotez adolescente? Si ¿Tan mal estaba? No. Vale, definitivamente había más de mil personas con vidas en peor estado que la mía. Entonces, ¿Qué hacía aquí? No sé ¿Ser rebelde? o ¿Verme de alguna manera genial ante los demás? Pero...

-¿Ante quién?-insiste una voz débil pero persistente, en alguna parte de mi cabeza.

Aquí no había nadie. Lo estaba pensando demasiado, lo hecho está hecho y debía dejar de darle vueltas al asunto, de cualquier manera, todo lo que pensaba acababa mal. "Ya no quiero pensar". Esa es la excusa. Estoy seguro de que mis padres llamarían actos de rebeldía a mis acciones, pero una rebeldía ante ¿Qué, mi vida? Absolutamente no, sin embargo...

-¿Ante quién? si aquí no hay nadie; estoy solo...››

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"Simple Dinero... Money... Okane..."

‹‹Influencias, acuerdos, jerarquías, órdenes, alianzas; sucias alianzas. Montos, pagos y deudas, avaricia, quiebra...

"Quebrar" esa palabra sonaba a chiste en mi cabeza, o puedo suponer eso por el levantamiento automático de la comisura izquierda de mi boca al oírla, tratando de hacer alguna referencia a mi vida, como si pudiera afectarme un estado tan... "vacío". Todo lo que era rodeado por el dinero estaba vacío, las persona estaban huecas, y la vida de este mundo se limitaba a perderse en el agujero de gusano que las mismas personas alimentaban. Detestaba todo eso, toda la repugnante importancia que entregaban a un simple trozo de papel, lo importante que se creían algunos por tenerlo, más que nada, "asegurado".

Aun pensando así, no decía nada; seguía soportando mis pensamientos, no odiaba el dinero en sí. Creo que nunca he odiado nada en sí, solo me pregunto lo que habrá al otro extremo del agujero de gusano porque, a este paso, en esta época y en esta vida, las que empiezan a darme asco y me provocan deseos violentos constantemente

...Son las personas... Esos que parecen no tener humanidad, aquello que he comenzado a odiar con el paso de los días, son las patéticas personas. Las odio.››

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"Muerta y escasa Luz... Light... Hikari..."

‹‹ ¿"Por qué"? ¿Por qué su existencia? ¿Cuál era el significado oculto de "por"? ¿Y cuál el de "qué"? ¿Era la duda un efecto secundario de mi estado? ¿Lo era la curiosidad, la precipitación, el aburrimiento? ¿Qué hay de los colores? ¿Por qué hay tantos? Estoy rodeada de ellos, estoy mareada por ellos, por su burla. Su forma de permanecer perfectos e inmaculados en los lienzos, en las flores, incluso sobre la piel de las personas, pero rehusándose a tocar el alma de los zombis que andan en las calles. Maldita incoherencia que sentía, el mundo era incoherente, mis pensamientos... ¿Qué era un pensamiento en sí? Sé que no estoy sola, muchos me han dicho que no lo estoy y la larga he cedido a confiar en sus palabras pero, si mis pensamientos tampoco están solos, ¿Cómo es que nadie hace nada para que los mismos se transformen en un cambio? Uno grande y significativo, porque el mundo es una mierda bastante grande...

¿Qué era lo que me preguntaba anteriormente? ¿El porqué de tantos cuadros bonitos en una habitación tan gris? ¿Por qué sentía que esa estúpida luz se burlaba de mí, tal como el sol debió burlarse de Ícaro? Una luz puramente falsa, artificial, igual que todos... No, no todos son así. Y no, no pensaba en cuadros. ¿Cómo es que sé que pienso en algo? ¿Cómo sé que estoy despierta, o viva? Quizás estoy muerta, eso explicaría la repulsión que sentía en el cuerpo. Todos deben estar muertos igual que yo, solo que no se han dado cuanta. Los colores... malditos colores; me marean, esa luz debería quemarse. Debería ser real, y cobrar vida, al menos así no molestaría tanto a mis ojos... Esa luz.

Luz. Ansiedad. Luz. Paranoia. Luz. Ardor. Luz. Repulsión. Luz.

¡Quiero que se apague! La oscuridad es más sincera, la oscuridad trae calma.

¿No decía hace poco que el mundo necesitaba un cambio? Sumirle en la oscuridad sería perfecto. La oscuridad ¿Qué es eso? ¿La ausencia de luz? ¿Cuándo la tuvimos? Yo no la recuerdo, mejor deberíamos recuperarla, el cambio en mi mente podría ser encontrar el camino hacia la luz. Pero ¿Cómo Ícaro? ¿No que la luz era mala? No, o... ¿Si?

No, no era la luz, no eran los cuadros, ni Ícaro, no era la oscuridad, ni la muerte. Es incoherencia, desde el principio todo era incoherencia y confusión; mi mente está agotada de pensar tanto en nada. El mundo no es incoherente, o quizás sí, pero mis pensamientos...

Ellos están perdidos... igual que yo. ››

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Desorientada...

Me encontraba en un mundo, lleno de banalidad, era extraño; dulce, y amargo, oscuro, e iluminado. Abecés habían voces, a veces había silencio, me amaban todos, me amaban, pero me hacían daño, pero no hacía nada para impedirlo. Mis venas eran adictas, querían veneno, uno peligroso y que te mata lentamente.

Tal vez no me entiendan, pero espero que lo intenten, hay gritos intermitentes que claman por la libertad, una reivindicación, y un amor tal vez..