11.(Marcus) lo que siento quinta parte

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-¿Genial no?- escuche decir entre el ruido de las explosiones, y los zumbidos de los cohetes al subir al cielo, era Eric que me sonreía con su agujerillo particular en la mejilla muy cerca de sus labios.

-Si es alucinante.

-Marcus yo...

Sentí su dedo y luego su mano rosando levemente mi mejilla, yo me estremecí completo y el frio del lugar ayudaba, no sé qué hacer en estos momentos ¿Le contesto la acaricia? ¿Rio? ¿Me voy? No, definitivamente no huiré, ¿que siento por este chico que de pronto todo parece ser distinto cuando estoy cerca de él? es muy extraño sentir que tu corazón va a mil por hora y que sientes el estómago cerrado. ¿En realidad me estoy empezando a enamorar? ¿Esto es amor? Si el caso fuera, pues me enamore muy rápido, apenas le acabo de conocer y tengo miedo.

Él se acerca para besarme creo, yo miro a todos lados y no hay nadie observándonos por suerte, pero...

-No- le detengo y coloco mis manos en su pecho.

-Pero- parecía consternado.

-Esto va muy rápido y no lo quiero de esta forma, solo dame un tiempo para conocernos mejor.

El suspira profundo y una pizca de preocupación o consternación pasa por su rostro, no sabría definirlo, su teléfono suena y veo que de pronto su expresión cambia, es dura y su mirada rígida como el hierro, siento un mal presentimiento, ¿Quién le llamara? Él se aparta un poco y responde con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres?- dice irritado- si- ase una larga pausa y suspira muy hondo- está conmigo te dije, no... aun no lo se vale- se aleja y yo me quedo allí, miro los últimos fuegos artificiales y de pronto ya me veo solo en el barandal de metal. No sé qué hacer Eric ha durado mucho, suspiro y meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta oscura, siento una caja y luego algo mucho más frio y rígido. ¡Claro! Siempre cargo conmigo cigarrillos y mi encendedor de plata.

Enciendo el cilindro cuerpo que esta entre mis labios y siento como mis pulmones se impregnan de humo, sé que algún día debería dejar de fumar si quiero tener una sana y larga vida, pero bueno mi destino no parece ser prometedor, suelto el de humo el cual se dispersa por los aires convirtiéndose en nada. Miro un pequeño charco de agua en el suelo, en invierno siempre hay charcos por todos lados aunque no hace tanto frio como en Inglaterra u otros países del continente, siento que de pronto alguien se acerca.

-Disculpa eh durado un montón- dice y su rostro no expresa nada, es muy raro su cambio de humor.

-Bueno has durado lo suficiente como para hacerme pensar en el clima, así que si, te has tardado. ¿Por cierto quién era?- de pronto la pregunta se me escapo- perdón no es de mi incumbencia.

-Era papa, preguntaba si estaba bien pues no había ido a cenar, le dije que estaba contigo.

-Ah vale.

-Bueno esto ya va a serrar deberíamos irnos- dice en cuanto señala la salida, yo le sigo y no decimos ni una palabra, creo que ninguno de los dos quiere tocar el tema de... de lo que sea que esté pasando entre nosotros. Bueno aunque sea yo le eh dejado claro lo que pienso al respecto, y creo que mi decisión es buena, no quiero conocer a otra persona luego de que, ¡mierda!, de que tenga una relación con Eric....

-entonces quieres un tiempo- su voz interrumpe mis pensamientos.

-Si- digo en cuanto ya hemos salido, yo tiro el cigarrillo y con la punta de mi zapato lo aplasto, me quedo mirando el suelo incapaz de verle la cara, pero su mano es atrevida y me levanta el rostro en cuanto tira de mi mentón, yo le veo y me dedica una particular sonrisa. La contemplo y no es como las demás, esta irradia algo que no me convence del todo.

-Fue una noche genial, eh, espero que hayas perdonado.

Yo asiento...

-Estamos aquí ¿no?, ya lo hice Eric.

-Eres un excelente chico Marcus, que nunca se te olvide eso.

Y ahora me alaga repentinamente, ¿esto es una despedida o algo así?, que me lo diga ya para no hacerme ilusiones.

-No entiendo ¿por qué lo dices?

-Solo quiero que lo tengas en mente, y que sepas que yo tengo ese concepto de ti, pase lo que pase okay...

Yo asiento, no quiero responder pues simplemente no le entiendo, es muy repentino y siendo sincero desde que recibió esa llamada no ha dejado de mirarme y comportarse extraño. ¿Que era su padre el que le llamo? Pues ese debe ser igual o peor que el mío entonces. El detuvo un taxi y amablemente dio mi dirección, ¿acaso no piensa venir conmigo?, valla que esto es extraño.

-¿No piensas venir?

-Yo tengo...que hacer unas cosas- dice en tono cansado, yo lo tomo del hombro y le miro seriamente.

-¿Estás bien?, sé que no debería de entrometerme pero desde que te llamaron...

-No, estoy bien, esta noche fue una de las mejores que eh tenido, guarda el guante te puede servir para cuidarte- yo sonrió y noto que aún lo tiene en su mano izquierda, ¿cuándo me lo quito?, me lo da de nuevo.

-Tú también cuídate...

Fue lo que le dije y entonces en cuanto me monte en el modesto auto amarillo, este se puso en marcha y luego su imagen desapareció de mi vista, tenía un mal presentimiento de todo esto, pero decidí opacarlo recordando todo lo bueno que había pasado esta noche, fue muy divertida y tenía muchísimo tiempo sin distraerme, Eric fue una buena compañía. De pronto una frase se me viene a la mente, "relación". ¿De verdad pienso tener una relación con el?, aun más esto puede ser una total y completa locura al orden natural de las cosas, ¿pero eso debería de importarme?, se lo que siento, y eso es un gusto irremediable por ese chico de sonrisas amplias y cabellos dorados...

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