Aun así, no pensaba dejarme intimidar por mi propio padre, como un títere, como uno más de sus empleados y admiradores, dispuestos a lamer sus zapatos si éste se los ordenaba. Mi mano se cierra alrededor del fino cristal y doy un sorbo de vino, no acostumbrado a la bebida me conformaba con el refugio y valentía que me brindaba en este momento. Entre el cabeza de familia y mi persona la tensión era tangible, sin embargo, mi madre y el señor Bowie han podido hablar entusiastamente durante toda la cena, ya fuera sobre los diferentes platos exquisitos que han probado o cualquier otro tema. Treinta minutos después era hora del postre y el momento indicado para hablar, menos para los adultos, por mí parte, el que olvidaran como mover sus lenguas hubiese sido excelente.
-Marcus, me contaron que eres muy buen analítico, esa es una virtud muy buena, en nuestra universidad buscamos personas que estén dispuestas a analizar nuestras leyes, de manera que las interpreten y saquen sus propias conclusiones- de pronto nos vemos envueltos en el amplio discurso del rector.
-Disculpe, sé que mi padre le ha pedido que me convenza, pero lo siento; no acepto la propuesta de estudiar en Inglaterra, prefiero estar cerca de mi madre.
-Cielo, yo no puedo ser impedimento para que cumplas tus sueños de superarte.
-Madre, quiero superarme, pero con mis propios medios. Quiero quedarme aquí, y sabes bien que no puedo dejarte a solas con mi padre.
-Opino que debería irme. David fue un placer haber estado en tu casa.- se dirigió a mi padre algo apresurado, luego se fijó en mi- Marcus creo que mi propuesta seguirá en pie. Medítalo un poco mejor y no te dejes llevar por tus emociones, sé que a esta edad te quieres comer el mundo, todos pasamos por esa etapa de rebeldía y te entiendo.
-Muchas gracias, señor Bowie, por considerar al malcriado de mi hijo; estoy seguro que él se lo pensara- la mirada de furia en su rostro era inevitable, está haciendo maniobras para controlarse, y yo no pienso dar mi brazo a torcer- Amanda, acompaña al señor Bowie a la puerta; Marcus y yo tendremos una larga conversación- sé que mi madre está aterrada, pero disimula, sabe que esto no terminará bien. Tomo otro sorbo de vino, y no dijo nada.
-Vamos señor, le acompaño- dice mientras se retira del comedor, en contra de su voluntad, junto con el señor Bowie.
-Mi madre sigue siendo capaz de hacerte caso, como tu leal sumisa.- Suspiro y cierro los ojos, era molesto verlo- No sé cómo puede vivir así.
-Ella me respeta, cosa que tú también deberías hacer.
-¿Respeto o miedo, padre?
-¿Qué es lo que dices, Marcus?- la vena de su frente se tensa segundo tras segundo- ¿Qué pretendes, muchacho?
-Sabes de lo que hablo, de esa manera tuya de llevar las cosas.
-No pretendo hablar sobre mí.- Soltó tras una pausa indefinida- Te iras y estudiaras en el exterior, serás un abogado y seguirás mi legado como único heredero de la familia.
-Y llamas a esto familia; una madre llena de temores, un padre ausente que parece negar cualquier evidencia de que el hijo bajo su techo no es el único que tiene, y por ultimo yo, la existencia ignorada que vez solo como reserva a tus planes frustrados.
-Deja de hablar sin sentido, Marcus ¡Por Dios, madura un poco y deja de llevarme la contraria!
-Yo no quiero eso para mi vida, no es lo mío y lo sabes. Hasta donde sé nunca firme un contrato donde me obliguen a ser la marioneta que quieres que sea.
-¡Tú harás lo que yo te ordene porque soy tu padre y sé que es lo mejor para ti!- Su voz es cada vez más alta y el taconeo rápido de mamá se escucha de nuevo junto a nosotros.
-David, los gritos se escuchan afuera- dice mientras entra preocupada.
-Todo esto es culpa tuya, este alzamiento en mi contra; ¡lo consientes demasiado!- Le grita sin reparo alguno.
-David te dije que esto era una mala idea, por favor, solo deja que Marcus hable. Cálmate- responde nerviosa por la situación.
-¡No!, ¡No quiero calmarme!, ¿Como este se atreve a desafiarme así delante del rector?
-Yo no te dije que trajeras a nadie- comento levantándome y decidido a retirarme.-
¿Qué parte de "no quiero esto" no entiendes?
-¡No te atrevas a irte y dejarme con la palabra en la boca!
-Me da igual, no tengo nada que decirte- respondo conteniendo la voz.- Si esperas que bese el suelo donde pisas y diga amén a cada orden que das, al igual que tus estúpidos empleados, pues suerte con eso; yo no te tengo miedo.
-¡Deberías de tenerlo, porque no sabes de lo que soy capaz!
-Oh, ¿crees que si no lo supiera te odiaría tanto como lo hago, padre?- siento como se humedecen mis ojos ante el recuerdo de una de mis peores pesadillas- ¡Claro que lo sé, ¿Acaso ya olvidaste lo del 4 de Octubre?!
-¡No pretendo sentirme culpable por eso, tú te lo buscaste!- sus manos golpearon la mesa al ponerse de pie, su cuerpo inclinado hacia delante.
-¡¿Por qué siempre te encargas de destruirme?!- le grité- ¡¿Porque quieres reprimirme de la peor manera y aplastarme?!
-¡Tienes todo lo que un chico de tu edad podría soñar, todo te lo he dado a punta de mi esfuerzo, lo mínimo que podrías hacer es retribuirme!- Reclama, como si tuviese toda la razón.
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Oprobio
Novela JuvenilMarcus O'Connell Russel, un chico atormentado por un duro pasado en donde el presente es el mejor recordatorio, siempre tuvo que vivir al margen de una sociedad de hipócritas, harto de falsas sonrisas para el momento de posar para una revista, y de...