Oprobio

13.(Marcus) Huida de alevosía tercera parte.

                                      

De pronto el auto de color amarillo se detuvo, Eric pago al conductor y nos bajamos, me conseguí con una modesta casa de dos plantas color azul con blanco, imagine que era la casa de Eric, en cuanto entramos me sentí en un lugar seguro y acogedor donde refugiarme de todo aquello que quería hacerme daño. Eric me trato muy bien, me dio de comer y me ofreció un baño en la tina de su casa, no había más nadie, pero no quise preguntarle nada solamente quería que me siguiese atendiendo y que me mostrara esas sonrisas suyas.

Tome el baño y me vestí con una ropa de Eric, era muy a su estilo y me sentaba bien esa camiseta larga negra, con unos jeans ajustados y botas.

-me gusta cómo te queda mi ropa- dice pícaro Eric, está en el umbral de la puerta de la pequeña habitación. Se acerca a mí y me acaricia la mejilla, yo me sonrojo, no estoy acostumbrado a esa clase de tratos-¿Marcus, me quieres?... ¿tú estás enamorado de mí? por favor dímelo- pide, su rostro me mira pero no puedo leer nada en él.

¿Estoy enamorado de él?, se podría decir que cuando estoy con el me siento mejor, pero no se si sea amor.

-Cuando estoy contigo me siento mejor- Respondo, el ladea la cabeza.

-Pero, dime no sientes más que eso.

-No lo sé...

-Solo dime- Se acerca mas a mi, yo no puedo negar que quiero que me bese, Eric es atractivo.

-Si, me gustas... de cierta manera me llamas la atención.

El sonríe.

-eso quería escuchar, ven salgamos a dar una vuelta- Me pide mientras me toma de la mano, él la tiene calentita, yo en cambio soy une tempano de hielo.

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Estábamos recorriendo las desconocidas calles a donde Eric me conducía, estaban húmedas y llenas de pequeños charcos de agua, yo me refugiaba del fio con una chaqueta de Eric, hablamos de cualquier tipo de cosas, y sí que Eric me mantuvo entretenido, durante todo el viaje no dejo de hacerme preguntas.

Llegamos a un callejón, era como un depósito de basura, y olía mal... estaba oscuro ya que la noche estaba haciéndose presente, no me di cuenta cuán rápido paso el tiempo.

-Ven cortemos camino por acá- me indica, yo estaba un poco dudoso si querer entran por ese lugar, pero accedí pues que podría pasar.

Caminábamos por el callejón, y de pronto entre toda nebulosidad pude denotar cinco figuras fornidas y encapuchadas, yo me detengo en seco.

-Eric creo que...

-Tranquilo, sigamos- Me indica.

Yo estaba muy pegado a él y seguimos caminando hasta toparnos con los cinco encapuchados, todos vestían de negro, parecían una pandilla o algo así. Indeliberadamente nos rodearon, yo estaba notablemente nervioso pero Eric estaba inexplicablemente relajado, se acerca a uno de ellos y le da su móvil.

-Aquí esta lo que prometí- Dice y me mira, una mirada distinta, ya no era tranquilizadora, era miedo lo que había allí.

-¿Que son tus amigos?- Pregunte mientras ya los hombres comenzaban a cuchichiar cosas que no podía escuchar, Eric ríe, era una media sonrisa.

-Si Marcus, ahora si son mis amigos- Eric trataba de buscar la manera de encajar as piezas, de hacerme creer que me estaba traicionando pero, yo no lo veía así.