-y todo el mundo estaba allí cuando Marcus escribió en el pizarrón, "profesor eres todo un chupa pijas", no sé cómo lo escribió en chino pero sus letras relucieron entre el salón- decía Hans entre muecas chistosas- y salió disparado del salón sin más, ahora nuestro amigo Marcus es todo un profana pizarrones, es un peligro ya que no deja de escribir palabrotas en cada pisaron que ve y ni contar si le dan una tiza o marcador le empieza a aguijonear la mano...
-vasta, pendejo jajaja eso no es cierto, además es japonés no chino imbécil- digo mientras le lanzo algunos cojines para que pare de hablar.
-¡jajajajajajajaja!-carcajeo- de verdad que han sucedido cosas en mi ausencia- dice Caitlin, la chica de grandes ojos grises y labios encantadoramente carnosos, está sentada con sus pies apoyados en el borde del gran mueble. Se ve radiante y se puso así en cuanto nos vio, está mucho mejor de una gripa viral de fuertes ataques de fiebre, sus cabellos reposan desordenados en una melena color caoba oscuro que llega hasta sus hombros. Tiene puesta una pijama de estampados de osos felpa, y así luce aún más joven.
- pues no te eh contado la revancha de Benner, Marcus recibe clases privadas con él y lo destrozara, de seguro reprobara - dice Hans, la cara de impresión de Caitlin es exagerada yo meneo la cabeza jadeante.
-¿es enserio?, esto si no me lo esperaba- manifiesta mientras yo intento ver la tv para distraerme del tema-¡Marcus!- me llama en cuanto nota que no la miro.
-eh...bueno...si, ese tal Benner no sé cómo consiguió fiarse de mamá y bueno ya sabes lo demás, hoy tendré que verle en el despacho de la casa a las dos de la tarde si no me equivoco.
-ahora los dos estarán solitos en la casa de Marcus- dice Hans mientras se coloca de espaldas y empieza a abrazarse el mismo simulando una escena de besos apasionados echa por el mismo- o venga profe enséñeme todito lo que me tenga que enseñar ¡aaaah!, ¡oh sí dame!- la voz de Hans es extremadamente graciosa y me obliga carcajearme al igual que Caitlin.
-¡jajajaja!, ¡vasta Hans!- Hans para y vuelve a sentarse.
-veré que hay de bueno en la tv, me canse, estas historias de Marcus sí que producen fatiga, que lastima que en estos canales no pasan animes- se echa en el mueble lamentándose y al menos sabemos que por unos minutos se concentrara en ver "TNT", o "Discovery Channel".
Claitlin se vuelve a mi esta vez capto toda su atención, yo la miro de reojo mientras intento ver también la tv, per que va sé que me preguntara algo.
-hablando enserio Marcus, ¿cómo fue todo?, ¿es decir Benner quiere pasarse contigo o algo?
-no, bueno no lo sé, pero lo que sea que esté tratando de hacer no le funcionara lo veras.
-si bueno es que hay profesores que abusan de su poder y entonces...
-tranquila yo sé cómo llevar la situación- le dedico una pequeña sonrisa para tranquilizarla, sé que a veces Caitlin suele preocuparse demasiado por Hans y por mí- mejor dime tu, ¿iras mañana al instituto?
-¡si claro que sí! – Su voz retumba el lugar- este es el último año y no pienso faltar a mi palabra de pasar con altas notas.
-pero si siempre eres la mejor.
-si pero la meta de este año es romper mi record de nueve coma cinco en mi promedio, y llevarlo a diez- dice y le brillan los ojos.
-espero que no lo agás entre tosidos y pestes, te imagino a ti diciendo: Bueno querido profesor o me coloca diez o ya sabe que le espera, este virus es letal y quiere salir de mi garganta en un gran tosido acompañado de pegajosas flemas verdosas- dice Hans que irrumpe entre los dos.
-no seas asqueroso Hans- Caitlin lo mira con aversión y Hans ríe estrepitosamente.
-eh incluso puedes utilizarla tú con Benner Marcus, tu solo llama a "0-800 virus Caitlin a domicilio"- yo suelto una risita.
-espero que el virus te alcance, ya te veré temblando por la fiebre.
-mira como tiemblo con tus amenazas, además tengo salud de acero, todos los atletas la tenemos- responde jactancioso mientras se compone y cruza sus brazos.
-cerebro es lo que no tienes, y mira que si se necesita...
Y hay quedaron los dos eternos rivales y yo en medio veo como se insultan entre sí, mis amigos nunca cambiaran eh, pienso ladeando la cabeza.
Ahora estamos en la pequeña cocina de Caitlin llena de un sinfín de imanes en la nevera esta igual que siempre, cajones de madera con ventanillas aguardando un sinfín de copas y bajillas, una cocina de cuatro hornillas, un mesón que rodea todo en un perfecto casi cuadrado. Clara a puesto una olla a hervir y ahora coloca los macarrones, yo le ayudo con una salsa a la italiana que está mermando y huele divinamente a orégano, tomates y demás aderezos.
-¡eh Caitlin por que no bailas!- dice una voz recurrente en cuanto se pone a marchar una canción que ensordece nuestros oídos, Hans a prendido el equipo que esta junto a la chimenea, ha puesto su pendrive en él, yo le miro y rio en cuanto se mueve frenéticamente sin control alguno, la música electrónica invade mis oídos de inmediato recuerdo a la chica rubia en el antro, pero mis recuerdos son interrumpidos cuando veo a Hans animando a Caitlin bailar.
-¡¿pero qué has puesto?!- pregunta risueña entre la música.
-¡es "DVBBS- Never Leave" , es genial!, anímate vamos!- Hans es incansable y aun en sus auténticos raros pasos de baile, luce muy bien y confianzudo Caitlin toscamente le sigue el paso entre risitas de una jovencilla- sin soltar alguna flema eh pequeña enfermiza- advierte Hans.
-eh no seas malo- dice mientras le da una palmadita, Hans la lleva entre sus brazos y ella deja que el la guie aun complacida, entre la música yo me quedo quieto apoyado de la barra de la cocina y con cucharon en mano, observando a mis dos únicos compañeros de vida, no sé qué aria sin ellos. Mi vida es todo si estoy junto a mis amigos, más que eso son mis hermanos...
m(Ir)r
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Oprobio
Novela JuvenilMarcus O'Connell Russel, un chico atormentado por un duro pasado en donde el presente es el mejor recordatorio, siempre tuvo que vivir al margen de una sociedad de hipócritas, harto de falsas sonrisas para el momento de posar para una revista, y de...