Oprobio

6.(Marcus) En la oscuridad segunda parte

       A los pocos minutos y tras un par de acrobacias, se acerca un chico simpático, alto de chiba crecida y buena musculatura, la luz me dificultaba saber color, pero sé que sus ojos son claros y el cabello negro; quizás me detuve mucho en detallarle. Me mira por unos segundos y sonríe. Sin saber si debía hacer algo, me quedo completamente quieto en mi asiento y sé que un sonrojo abarca mi rostro. Intento desviar la mirada y me concentro en la copa con líquido transparente que se encuentra frente de mí. De pronto la chica a mi lado suelta una carcajada y mira con lo que parecía complicidad al chico de súper pectorales. El moreno da una pequeña risa algo tímida, ladea la cabeza y sigue con su trabajo.

      -¿Qué pasó?- pregunto cuando él se aleja.

       -Mi amigo,- sonríe mientras yo lo busco y le veo bailar al ritmo de la música, ella se acerca y se sienta a mi lado - creo que te ha puesto el ojo- completa, de pronto la mirada se me va más abajo de su ancha espalda, palidezco al instante y me detengo de inmediato. Dirijo mi atención a la chica de ojos azul intenso, los tenía como platos.

           -Pues no creo que me interese mucho- digo ladeando la cabeza.

           -Todos dicen eso- comenta riendo.

          -Vale, pero yo no soy gay- ella inclina la cabeza y empieza a reírse, de nuevo, tal vez algo incrédula al respecto. Busca mi oído y susurra:

            -Tranquilo, no me importa lo que seas; todos tenemos derecho a ser lo que queremos- siento mi oreja húmeda y soy consciente de que se debe a su lengua, la muerde y escalofríos recorren todo mi cuerpo. Tomo la copa que me sirvieron para pasar el momento sicalíptico.

        Le miro divertido pero a la vez lleno de un mar de nervios y emoción, su cara expresiva me producía eso, emoción.

             -¿Qué pasa?, ¿por qué sonríes?

              -Es que me pareces divertida.

             -Entonces, brindemos por eso.- propone a la vez que levanta su copa seguida de mi- ¡Brindo porque vivimos!

              -¡Porque estamos aquí y ahora!- chocamos nuestras copas.

               -Hasta el fondo chico bonito- dice y le obedezco; siento que mi garganta va a explotar, que fuerte está esto. Ladeo la cabeza al terminar la copa, seguramente con una mueca en el rostro.

           -Se ve que no estás acostumbrado a beber- aun incapaz de decir algo por el efecto de la bebida, niego con la cabeza.- No te preocupes, después de unas tres copas mas no sentirás nada- comenta y pide otras copas a Alan.

          -¿Qué tal si demuestras algo de valentía y te la tomas completa?- su tono suena divertido y acepto el reto.

          -No creo que muera si me tomo otra- quizás eso lo decía más para mi mismo; tomo la copa e ingiero el fuerte líquido de una sola vez.

        -¿Quieres seguir, o ya es suficiente?

        -¿Te parece ver hasta dónde aguanto?- si que me gustan los retos; tras su asentimiento acompañado de una risa y unas cuatro copas más, siento como todo se movía en distintas direcciones a la vez y no puedo más.

        -Creo que deberías ir a tu casa.- opina un poco más seria, solo un poco.

        -Créeme, mejor morir aquí que volver a ese lugar.

        -Es que... eres más inocente que el resto- dice apenas- no eres de aquí, lo siento.

         -Vine aquí precisamente por eso, supongo; escapar un rato de mi realidad, y no pienso dar vuelta atrás- ella frunce el ceño levemente, no entiendo ¿por qué no se ve tan divertida como antes?- ¿por qué ya no sonríes? Vamos, diviértete.

     -Pero...

        Se interrumpe cuando una pareja que sale de la pista de baile se acerca a nosotros. El chico era alto y de melena larga y recogida, escoltaba a una chica de cabellos cobrizos y cortos -tan corto como su vestido de lentejuelas plateadas- pienso.

             -¡Hey! ¡¿Cómo estas amiga?!- dice mientras las dos se abrazan saltando y gritando como locas, no se veía tan mal, todo el ambiente estaba alocado.

   El chico se me queda mirando y yo tomo otro sorbo de lo que sea que me dieron, recordando al anterior amigo de la rubia y decidido a no detenerme a detallar a ningún otro, por si acaso.

        -Mira, él es un amigo- me señala la chica de grandes ojos azules- ella es Hanna y el su novio y también amigo, Dereck.

         -Mucho gusto, es primera vez que te veo por acá- dice la joven chica, Hanna, que al parecer es contemporánea con la rubia. Sonrío y le tomo la mano, al igual que a Dereck que todavía me mira, tal vez con celos, y habla:- ¿y tú eres...?-

     -Bueno, yo...

   Antes de decir mi nombre una mano jala de mi brazo fuertemente y de un momento a otro me veo inmiscuido entre la multitud que bailaba en el medio del lugar. Al parecer la rubia anteriormente desanimada volvía a su estado de felicidad, lamentablemente yo: Ya casi... ¡es esta, chico bonito! Vamos, cierra tu ojos y disfrútala conmigo- hago lo que me pide. La música entra por mis oídos y me dedico a disfrutar de este pequeño momento...

-In the middle of the night, when the angels scream- En la mitad de la noche, cuando los ángeles gritan

-I don't want to live a lie that I believe- No quiero vivir una mentira eso creo

    Sonrió de nuevo y me siento en el cielo, de esto hablaba, sentirme libre por una noche, solo esta noche puedo ser yo y puedo ser otro, puedo hacer lo que me plazca..

-Time to do or die-Es tiempo de matar o morir

     Tal vez sea el que no quiero ser, o el que nunca seré, pero me conformaba con disfrutar de la oscuridad, de esa que todos ocultamos, se sentía tan bien ligarla con la luz entre mis ojos, rodeado de matices, de sensaciones y risas.

-I will never forget the moment, the moment- Nunca olvidaré el momento, el momento

-I will never forget the moment, the moment-

       Abro mis ojos y contemplo el espectáculo ante mí; una chica muy hermosa, bailando al son de la música electrónica y yo acompañando su felicidad. Me siento honrado de estar aquí y ser libre con ella, ya no había dolor, ya no veo la cuchilla llena de sangre, ahora solo hay luces de neón y humo, nuestros brazos enredados para saltar juntos en plena pista. Una danza sin nombre, que expresa libertad, una euforia de la multitud aclamando por que no se acabe la noche, se siente bien.

You and I will never die

Tú y yo nunca vamos a morir

It's a dark embrace

En un abrazo oscuro

In the beginning was life, a dawning age

En el principio era una vida, una época de amanecer

Time to be alive

Es el momento para estar vivo

        Recuerdo a mis amigos, e imagino una melodía con esta canción, los tres frente a un público; era fascinante creer en que mis sueños anhelados se cumplían sin más. Sin hombres destructores. La letra de la canción, podía reconocerla ahora, "Thirty Seconds To Mars- Do Or Die", la siento mía y empiezo a reír mientras salto al son de la canción y sigo cantándola a toda voz.

 -I will never forget the moment, the moment- Yo nunca olvidaré el momento, el moment

  -I will never forget this night- Yo nunca olvidaré esta noche

   -We sing, we sing- Cantamos, cantamos.

   Bailamos aun cuando la canción cambio a otra y a otra, duramos un tiempo muy largo ahí, hasta que nuestros cuerpos no aguantaron más.