16.(Marcus) Por encima de mi primera parte.

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 Las voces se acercaban más al lugar, Bennett se visitó con una velocidad tremenda, yo en cambio no sabía cómo ponerme la maldita corbata.

-Marcus ven acá- Bennett me ala por el brazo como un muñeco al cual puede mover a diestra y siniestra, yo me quedo paralizado ante él mientras sus dedos ya han arreglado el nudo de mi corbata, luego me zumba al mueble y las puertas se abren estrepitosamente- Como iba diciendo en la literatura existen- dice y se interrumpe el mismo- Señor O'Connell, que sorpresa tenerlo por acá- Bennett finge estar sorprendido.

-No era mi intención interrumpirle, pero necesito hablar con mi hijo, es solo un momento- Papá está totalmente serio.

-Pues Marcus y yo ya habíamos avanzado bastante en la clase, pero puedo esperar claro que sí.

-Desde luego, vaya con Frederick o mi esposa y tómese una taza de té, o café, siéntase como en casa.

-Con permiso- dice Bennett, me mira yo también le miro, en su rostro se dibuja algo que se podría tomar como sonrisa o mueca y se retira.

Papá se pasea por el lugar y yo me doy cuenta que estoy en calcetines, maldición se dará cuenta, trato de lucir lo más natural posible, y oculto mis pies. Papá se pasea por el lugar y se sienta en el escritorio, justo frente a mí. ¿Qué querrá ahora?, esos turbulentos y duros ojos me miran, él se acomoda en la silla y coloca su dedo en sus labios acariciándolos, como a veces acostumbra. El señor O'Connell y sus poses que lo hacen ver superior, yo ladeo la cabeza hasta que logro modular:

-¿Y a qué se debe tu repentina interrupción papá?, ¿quieres amenazarme de nuevo?

-No estoy para tus malcriadeces, seré directo contigo para terminar con esto de una vez por todas.

-¿Y qué quieres decirme o pedirme?

-Yo no pido Marcus- Dice como si le hubiera insultado- Yo exijo...Me complace informarte que los delincuentes que te golpearon ya están tras las rejas, como son menores de edad casi todos están en reformatorios juveniles.

¡Mierda! yo trago fuerte, espero que a ninguno se les haya ido la lengua contando a todos con mi inclinación sexual, si papá se entera me mata. Pero espero que mi mensaje les haya quedado claro en como tenían que actuar. Me remuevo en el mueble, y trago grueso.

-¿Todos contando Eric?- Pregunto con la espina de incertidumbre incrustada en mi estómago.

-De él era de quien te iba hablar, ¿recuerdas que el chico vino con su padre a hablar conmigo cierto?

-¿Si, que pasa con eso?, no me digas que le perdonaste, porque tú y la piedad no se llevan.

Papá ríe estrepitosamente, más bien es una risilla falsa.

-Eso es cierto muchacho, me conoces bien.

-Soy tu hijo ¿no?, ahora dime a dónde quieres llegar.

-Es fácil, su padre es un político muy famoso, tiene un puesto en el senado y me interesaría mucho unir fuerzas con él, prometió que si no acusaba a su adorado hijo él me brindaría una mano.

-¿Y entonces?

-Bueno hice lo que me pidió, es un trato muy fructuoso.

Estaba que explotaba de rabia, pero sabía que si discutía con él solo perdería mi tiempo.

-Ah claro, no te importo que por culpa de su hijo casi me matan a golpes.

-Eso son solo daños colaterales Marcus, no seas llorón como tu madre.

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