11. Los Ángeles

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"Tenemos que hablar" es lo que decía el mensaje de Harry, ¿Este imbécil cree que puede besarme y luego quiere que yo hable con él de lo más normal? ¡NO!

No tengo nada que hablar contigo.— le respondí minutos después que el enviara el mensaje.

23:05
Pues si tienes y no te queda opción.
— Harry.

Fruncí el ceño, le iba a preguntar a que se refería pero inmediatamente me llegó otro mensaje.

23:07
Abre tu ventana.
— Harry.

Me dirigí a mi ventana con el teléfono en la mano derecha y efectivamente ahí estaba él. Abrí la ventana sin dejar que entrara.

— ¿Qué es lo que quieres? — pregunté con un tono frío y seco.

— Tengo que hablar contigo. — contestó mientras se apoyaba en el marco de la ventana.

Lo consideré un momento y pensé que podría preguntarle porque me había besado, hice un gesto con la mano para que entrara. Entró en la habitación, la observó detenidamente y luego se giró hacia mi.

— Tengo que decirte algo. — me miró, alcé una ceja.

— Yo creo que sí, tienes que explicarme ¿Porque demonios me besaste?— pregunté exaltada.

— Cálmate y escúchame, por favor— rogó mientras colocaba las manos en mis hombros "calmándome".

— Muévete, tengo clases mañana— contesté sentándome en la cama, él me siguió.

— Bueno te explicaré por que lo hice— dijo pasivamente. — Bueno... la verdadera razón por la que lo hice fue...— dejo la palabra en el aire.

— Continúa. — casi grité incitándolo a que siguiera hablando.

— Antes de eso, tienes que prometerme que no te enojaras conmigo— hizo que prometiera mientras alzaba una ceja, debo admitirlo con esos ojos esmeralda, ese gesto haría que cualquiera se derritiera, desvié la mirada para que no notara que estaba más que encantada con su gesto.

— No te preocupes— contesté honesta, la verdad es que ya había hablado con Luke y todo quedó bien entre nosotros— Ahora prosigue.

— Bien. — suspiró. — Lo hice porque sabía que Luke nos estaba viendo. — dijo sincero, la sangre me empezó a hervir, se que le dije que no me enojaría pero al saber que lo hizo a propósito, toda consideración que pude haber tenido por él se esfumó, ahora lo que quería era ahorcarlo.

— ¿¡QUE!?— pregunté exaltada mientras me paraba sobre la cama— ¿COMO PUDISTE HACER ESO STYLES?— Grité mientras agarraba las almohadas y se las arrojaba en la cara.

— ¡Cálmate Ronnie!— voy a perecer una loca si digo esto pero mi nombre se escuchaba súper sexy al salir de su boc... ¿Qué estoy diciendo?

— ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Eres imbécil?  — grité nuevamente.

Harry no aguantó más mi azotamiento de almohadas así que se levanto de la cama y corrió fuera de la habitación.

— ¡Regresa aquí idiota! — grité mientras corría detrás de él.

— ¡Estás loca! — gritó Harry mientras obviamente reía.

Bajamos las escaleras, Harry iba a abrir la puerta pero tenía seguro por lo que tuvo que correr a otro lado de la casa ya que yo iba prácticamente pisandole los talones, de repente se me perdió de vista.

Entré a la cocina con un palo de golf que encontré en el piso de arriba en la mano derecha y con la almohada en la izquierda,

— Harry. — empecé a llamarlo.

Entre El Rubio Y El Rizado (HS. LH) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora