Después de levantarme, me cepillé, me hice un desayuno ligero, no tenía mucha hambre, me duché y me vestí con unos jeans ceñidos, una camisa sin mangas con una chaqueta encima y los típicos converse.
Recordé que papá me dijo que en la puerta de la nevera, había un papel con mis horarios y todo referente al Instituto, revisé el papel y el nombre del instituto, el nombre era West High Collage, que nombre más extraño.
En fin agarre la hoja que tenía en mi mano, unas llaves que estaban junto a la puerta, las llaves de la casa y me encaminé al garaje.
Cuando abrí la puerta del garaje, observe un auto, era un Toyota, creo que un Corolla, como sea, en la llave salía un dibujo de un candado abierto, lo presioné, e instantáneamente los seguros se desactivaron, entre en el auto y respiré profundo, inserté la llave en el interruptor, y llevé la palanca a retroceso.
Salí del garaje y empecé mi camino hacia el instituto, la dirección estaba en el GPS del auto, conecte mi teléfono en el mismo y coloque Something's Gotta Give de All Time Low.
¡Me encanta! Tarareaba la canción, mientras seguía el camino que el GPS me indicaba.
Cuando llegué al Instituto, bajé del auto con mi bolso y me dirigí a mi casillero, era el 12-23, entre y caminé por los pasillos del instituto, había todo tipo de gente, los que creerían los populares, los nerds, los chicos malos y los que eran, por así decirlo, normales, creo que yo perteneceré a ese bando.
Cuando llegué a mi casillero, coloqué la combinación y este abrió, revisé la lista y mi primera clase era castellano, introduje en el casillero los libros que no usaría y deje conmigo los que sí, en el momento que estaba retrocediendo para irme al salón de clases, alguien tropezó conmigo.
— Hey fíjate. — Gruñí rodando los ojos.
— Fíjate tu, estás en mi camino hermosa. — Me contestó un chico de cabello rizado, que ni siquiera volteo a mirarme, mientras sus amigos reían. Qué estúpidos.
— Deberías fijarte más lo que tienes en frente, en vez de andar mirando tu reflejo. — Comenté alzando una ceja y con una sonrisa, obviamente falsa, él aún no me miraba, estaba de espalda. Otra cosa de mi, no me la dejo aplicar por nadie, menos por los chicos.
— Deberías aprender a cuidar lo que dices, si no quieres que... — Sus palabras se cortaron cuando hizo contacto visual conmigo— E-eh.
Sus ojos eran esmeralda, se me hicieron familiar, era lindo, demasiado diría yo, ok, lindo es poco, era muy atractivo, pero eso no cambiaba su pésima actitud.
— ¿Qué? ¿Vas a hablar o vas a seguir mirándome con cara de idiota? — Todos los que estaban alrededor rieron, incluyendo los amigos del chico.
— Harry ¿Qué sucede? — Habló un chico, encaminándose hacia donde estábamos nosotros ¿Qué hiciste? Te dije que dejaras de molestar a las chicas— Era un chico rubio con ojos azules, era muy lindo, igual al tal Harry, pero sin duda me parecía mucho más amigable.
— Cállate Luke, esta chica estaba en mi camino y tropezó, se le cayeron los libros — Contestó de mala manera el chico rizado.
Uno de los chicos que supuse que venia con el tal Luke, me ayudó con mis libros.
— Gracias... — Espere a que dijera su nombre.
— Ashton, un placer— Contestó con una sonrisa de oreja a oreja, mientras extendía su mano.
— Ronnie, es un gusto — Estreché su mano con una sonrisa, más decadente que la suya.
— ¡Ya deja de molestar gente Harry! Lo único que haces es llamar la atención, se que eso es lo que te gusta, pero esto es demasiado — Dijo el chico Luke, algo irritado.
— No seas dramático Luke, superalo ya paso, la chica ya lo superó, ahora hazlo tu— Contestó Harry, restandole importancia al tema.
Después de esas palabras, todos se dispersaron y el grupo de Harry siguió el camino que antes tuvieron que detener, por culpa de mis libros.
—Lo siento ¿Estás bien?— Preguntó Luke, mirándome con ternura.
— Sí, está todo bien. — Pausé — Gracias de todas maneras. — Sonreí, este chico si era lindo.
— De nada. — Sonrió. — ¿Eres nueva, no? — Preguntó, aun conservando su sonrisa.
— Sí, desde hace unos...— Miré el reloj de mi muñeca. — Veinte minutos. — Sonreí, despegando la mirada de mi reloj.
— ¡Genial! Si quieres puedes sentarte con nosotros a la hora del almuerzo. — Dijo algo emocionado.
— No es necesario. — le dije mirando mis zapatos con algo de pena.
— ¡Vamos, será genial! Casi no tenemos gente nueva, por cierto, soy Michael. — Opinó un chico que estaba atrás de Luke, con el cabello de colores, mientras extendía su mano. La estreché con amabilidad.
— ¿Aceptas?— Sonrió Luke nuevamente, vamos ¿Cómo decirle que no a esa sonrisa? ¡Es imposible!
— De acuerdo — Rodé los ojos sonriendo y negando con la cabeza.
Resulta que Calum, uno de los amigos de Luke, estudiaba mi mismo año y le tocaba la misma clase que a mi, así que llegamos al salón y nos sentamos en los puestos que se encontraban en medio.
— ¿Qué te trae por aquí a Londres, Ronnie? — Preguntó, mientras se acomodaba en el asiento.
— Larga historia, mi mamá murió cuando me estaba mudando de casa, mi papá me encontró y me transfirió a un hospital aquí, en Londres, ya que él vive por aquí, luego me inscribió en esta escuela y pues, aquí estoy. — Sonreí, tratando de parecer casual.
Calum, al escuchar mi narración, volvió a acomodarse en su asiento, esta vez, quedando de frente a mi.
— Lamento escuchar eso, no quería incomodarte Ronnie, de verdad lo siento mucho — Se escuchó arrepentido.
—No pasa nada, descuida— Solté un suspiro— Tarde o temprano debo hablar de eso—.
Sonó el timbre, por lo que el resto de los alumnos entraron y tomaron asiento.
— Buenos días estudiantes. — Saludó el profesor en castellano al entrar.
— Buenos días. — Contestó la clase al unisono, incluido Calum.
El profesor se puso a revisar una lista y luego fijó su mirada en mi.
— Parece que tenemos una nueva estudiante. — Esta vez, si lo dijo en ingles — Pongace de pie y preséntese con los compañeros, por favor.
¿Por qué siempre hacen esto? ¿Les gusta avergonzar a los alumnos?.
— Me llamo Ronnie Smith, tengo 17 años y vengo de Los Ángeles.
— TENEMOS A UNA ESTRELLITA. — Gritó un chico castaño, que estaba sentado de último, todo el salón, incluyéndome, incluso incluyendo al profesor, reímos por el comentario.
— Bien, señorita Smith, puede sentarse. — Dijo el profesor, sentándose en la silla de su escritorio.
La clase pasó rápido, o así lo vi yo, me mantuve toda la clase hablando con Calum. Para cuando sonó el timbre para ir a almorzar, ya tenía el número de los chicos.
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Entre El Rubio Y El Rizado (HS. LH) [En edición]
Fanfic― Maldición, solamente a mí me pasan estas cosas ― Dije en voz alta ― ¿Cómo es posible que dos chicos, que son hermanos, puedan estar enamorados de mi y al mismo tiempo? O sea, esto es ridículo, ya hasta parece telenovela. Sigue a Ronnie en esta al...