¿Solo amigos? (Yaoi/Gay)

Capitulo 27

Yu POV
Por desgracia, los días en Miami se terminaron. Los últimos días se pasaron rápido pero aprovechamos cada momento.
Fue un largo viaje en avión y solo quería llegar a dormir. Nazomi la mayoría del camino estuvo dormido por lo que no hablamos mucho.
Llegamos por fin al departamento y solté las maletas al lado de la puerta. Estaba muy cansado para acomodarlas y sabía que Nazomi me regañaría pero no lo hizo. El también soltó las maletas y se tumbó en el sillón. Se ve que estaba cansado.
—¿Estás cansado Nazomi?—dije sentándome juntó a él. Se incorporó y se sentó en mis piernas.
—Demasiado. ¿Tienes hambre?
—No mucha.
—¿Está bien si tú cocinas para ti? No me apetece comer nada.
—Olvidalo—dije jugando con su cabello—yo tampoco tengo hambre.
Minutos después se quedó dormido y lo lleve en brazos a la habitación donde solo lo acosté. Estaba a punto de acostarme también pero mi teléfono comenzó a sonar. Lo tomé y salí de la habitación para no despertar a Nazomi. Vi el número en pantalla y se me hizo conocido.
—¿Hola?
—Ah...Yu...hola—mierda, es Nagisa. Sabía que algo malo iba a pasar.
—¿Porque me llamas?—dije secamente.
—Yo...necesito hablar contigo—lo dijo en un susurro. Como si no quería que nadie se enterara.
—¿Hablar acerca de que?
—Es...complicado. ¿Crees que nos podamos ver mañana?
—No, no lo creo. Dime que carajo quieres—no respondió. Se podía escuchar su respiración y me estaba comenzando a enfadar. De repente el sueño se esfumó.
—Yu...por favor.
—Dime qué quieres Nagisa.
—Yu...estoy embarazada—se me paró el corazón. Sentí mi cuerpo completamente pesado y me dejé caer en el sillón. El calor comenzó a aumentar a pesar de que hacía mucho frío. No pudo haber dicho eso. No, no y no.
—D-dime que escuche mal—le dije con mi voz temblorosa.
—Yu, estoy embarazada—la piel me ardía. Nazomi era lo único que me pasaba por la cabeza ¿Cómo se lo iba a decir? Tiene que ser una equivocación.
—Escucha Nagisa, el...bebé—hice una pausa—no puede ser mío. Debe ser de tu pareja actual. No me vengas a hacer responsable.
—Es por eso que necesito hablar contigo mañana Yu. Por favor.
El aire se me iba, no podía respirar, el calor aumentaba. Era sofocante.
—Esta bien. Dos horas ¿entendido? En la plaza principal a las doce.
—Bien. Gracias Yu. Y oye...—colgué. Era demasiado para mí. Nagisa ¿embarazada? No. El niño no puede ser mío. Pero ¿y si lo es? Si lo llegara a ser, me tendría que hace responsable. ¿Cómo se lo diría a Nazomi? Tengo que decírselo pero no ahora. Tal vez después de la plática con Nagisa.

Mañana
No pude dormir nada. Me levante de la cama y Nazomi seguía durmiendo. Eran las ocho de la mañana. Fui al baño y me mire en el espejo. Mi apariencia era horrible. Tenía los ojos hinchados y ojerosos. Fui a la cocina he hice café. Eran las diez de la mañana cuando ya me había tomado cuatro tazas. No podía creer lo de anoche, simplemente no podía.
Nazomi salió de la habitación y me miró horrorizado.
—¡¿Q-qué te pasó?!—dijo apuntándome con el dedo.
—No grites—dije con voz cansada y ronca—no dormí nada anoche.
—No me digas—dijo con sarcasmo.
—No estoy de humor—me levante de la mesa con mi quinta taza de café y fui a la habitación dejando solo a Nazomi. Me miró con tristeza y preocupación y me regresé hacia el. Deje la taza en la mesa y le sujete el rostro con mis dos manos.
—Lo lamento pero no me siento bien. A las doce voy a salir a aclarar unas cosas con Nagisa acerca del divorcio ¿está bien?—le mentí y me sentía fatal pero no le podía decir del embarazo y de mi supuesto hijo. Yo ¿papá? No. Definitivamente no.
Nazomi asintió con la cabeza y besé sus labios. Tomé mi taza y me di un baño, tal vez y así mi aspecto mejore.
Me puse una camisa blanca y pantalones cafés. Esperé en la sala hasta que dieran las doce y cuando llegó la hora besé a Nazomi y le dije que volvería poco antes de las dos. Asintió con la cabeza preocupado. Estaba preocupado pero no mencionó nada acerca del asunto, cosa que me dio gusto.

Estaba sentando en una de las mesas de la plaza y a lo lejos la vi. Traía un vestido largo azul que le cubría las piernas y los pies y un gran abrigo gris y lo que más resaltaba en ella era su...gran panza.
—Hola—dijo con una sonrisa tomando asiento mientras se sujetaba la panza.
—H-hola—estaba muy nervioso. Nazomi no tenía idea pero aún no es seguro que sea mi hijo—Felicidades—dije bajando mi cabeza a su gran barriga.
—Gracias—se encogió de hombros.
—¿Sobre qué querías hablar?
—Yu...de verdad lamento haberte hablado pero necesito que me escuches muy bien—asentí con la cabeza para que continuara hablando—yo no te lo quería decir pero...yo estaba embarazada antes de nuestro "divorcio"—hizo comillas con los dedos cuando menciono esa palabra—por lo que el bebé no puede ser de mi actual pareja—me molesta que no diga el nombre pero no me interesa saber quién es—¿porque crees que antes de nuestra boda había subido de peso? Fue por el embarazo. En nuestros primeros momentos de prometidos nosotros...no nos cuidamos muy bien y aquí está el resultado—dijo haciendo círculos alrededor de su panza. Yo no decía nada pero escuchaba atentamente y solo me limitaba a asentir—no te estoy pidiendo que te quedes con el bebé pero sí que puedas conocerlo y ser parte de su vida.
—¿Y Nazomi?—solté. Miré su expresión, lo dudó un poco pero me dio una respuesta positiva.
—Si. El también. Por cierto, nuestro bebé...es una niña—nuestro bebé. Niña. Me recargué en el respaldo de la silla y sonreí. No fue una sonrisa de felicidad pues nunca vi hijos en mi futuro pero en cierto modo me tengo que hacer responsable de ella.
—Que lindo—dije—ahora tengo que encontrar una forma de decírselo a Nazomi y me gustaría conocer al padrastro de mi hija.
Esas palabras sonaban extrañas en mi boca. Me levanté de la mesa y me despedí de ella para regresar al departamento. No pasamos ni una hora ahí cuando yo ya estaba de regreso. A mitad del camino no me pude resistir y lágrimas silenciosas comenzaron a rodar por mis mejillas.
Yu...estoy embarazada.
Nuestro bebé...es una niña.

Rorii-chan