¿Solo amigos? (Yaoi/Gay)

Capitulo 49 -2/2

Yu POV
—Tu debes ser Nazomi—dijo el doctor tomando la mano de Nazomi. Me incomodó un poco ya que no la soltaba y miraba a Nazomi de una forma muy...calmada—el doctor Tachibana me habló de tu caso muy especial.
—Yo soy Yu, soy su pareja y padre de estos niños—dije extendiéndole la mano al doctor, me la aceptó con una sonrisa y cuando tomé su mano la apreté algo fuerte.
—Vaya, tienen otro niño—dijo el doctor sonriente.
—S-si, una niña. Está afuera en la sala de niños—se le notaba en la voz a Nazomi que estaba totalmente nervioso y solo quería abrazarlo y tranquilizarlo y susurrarle al oído que todo estaría bien. Aveces quisiera ponerme en su lugar, sentir toda la presión que está sintiendo el solo para que Nazomi se de un respiro y descanse un poco.
—Yu...—Nazomi me miró mientras yo seguía estrechándole la mano al doctor, me quedé perdido en mis pensamientos mirando al doctor de una forma muy ¿rara? Ni siquiera me di cuenta que lo estaba mirando y cuando solté su mano, mis dedos se quedaron marcados cosa que me dio gusto.
—Tranquilo hombre—el doctor soltó una risa—no le pienso hacer nada, yo ya tengo pareja—¿Qué acaso este hombre tiene cierta conexión con Kenji? Tomé la mano de Nazomi por debajo del escritorio con la esperanza de que eso lo tranquilizara.
—Déjenme presentarme, yo soy el doctor Kosuda y estaré a cargo de tus ultrasonidos, espero que no le incomode a tu pareja.
—No, no. Para nada—apreté la mano de Nazomi por forma involuntaria. Estoy seguro de que algo tiene que ver con el maldito pelirrojo de Kenji.
—Bien entonces síganme—el doctor nos pasó a una segunda habitación con una cama y varios aparatos que estaban conectados a un monitor. Cuando entramos, Nazomi se aferró de mi brazo, tenía mucho miedo.
—Iré por mis guantes, Nazomi por favor acuéstate en esa cama, no tardaré—el doctor se retiró y nos quedamos los dos solos.
—Yu...ya no sé si quiero hacer esto. Tengo miedo—abracé a Nazomi con mi brazo libre y apoyé mi cabeza sobre la suya.
—No te va a pasar nada Nazomi, estaré contigo y no soltaré tu mano ¿está bien? No tengas miedo, puede que el doctor Kosuda me de mala espina pero sé que estás en buenas manos—era verdad, ese tal Kosuda me daba mala espina pero si el doctor Tachibana lo hizo responsable del embarazo de mi Nazomi, eso significa que es de confiar ya que el doctor Tachibana fue el que se hizo cargo de Nazomi cuando tuvo el accidente de carro y sé que lo dejaría con los mejores cuidados de las mejores personas.
—Vaya, qué linda niña tienen. Se ve que se está divirtiendo en la sala de niños. Bien, Nazomi ¿estás listo para ver a tu bebé?—Nazomi asintió con la cabeza y pasé mi mano por su cabello para calmarlo. El doctor comenzó a quitarle la camisa a Nazomi y me sonresalté. ¡¿Qué cree que hace?! ¡¿Porque lo está tocando?! ¡¿Qué le pasa?! ¡¡Hijo de puta!! ¡¡Maldita sea!! ¡Quítale las manos de encima!
—Lindas marcas—dijo juguetón el doctor con sus cejas arqueadas mientras miraba todos los chupetones que tenía Nazomi. Sabía que esos chupetones serían útiles, ahora Kosuda sabe que no puede tener otras intenciones con mi Nazomi.
—¡Ah, Doctor! ¡L-lo lamento!
—No te preocupes Nazomi—rió—yo también le he dejado marcas a mi pareja, no hay de qué avergonzarse—casado y quiere engañar a su esposa con un hombre, ¡MI hombre! ¡MI pasiva!
—Ah...y-yo...
—Te diré algo para que te sientas mejor...mi pareja es hombre—¡¿QUÉ?! la verdad me sorprendió mucho tal confesión pero no hice ninguna expresión de asombro, no como Nazomi que abrió los ojos de repente ¿qué no sabe que eso es descortés? ¿El doctor quiere engañar a su novio con el mío? ¡¿Qué le pasa?!
—¿Podemos ver ya a nuestro bebé?—estaba perdiendo la paciencia.
—Bien, bien—rió el doctor—no quiero que se harten de mí ya que yo estaré a cargo de el embarazo de Nazomi.
Nazomi se estremeció al sentir la crema verde caer en su abdomen y cerró sus ojos, apretó mi mano y soltó un leve gemido. Mi miembro se sacudió al verlo así, quería cogérmelo ahí mismo y que Kosuda supiera que él es mío.
Kosuda comenzó a esparcir la crema con un artefacto en el abdomen de Nazomi. Todo se reflejaba en el monitor, todo eran manchas blancas y negras hasta que la silueta de un bebé apareció en el monitor. Me quedé en shock al verlo, era tan claro y tan real que juraría que podía sacarlo de ahí y tenerlo en mis brazos.
—No...puede ser—dijo Nazomi mirando el monitor. Tomó más fuerte mi mano y vi que lágrimas caían por sus ojos, me puse de cuclillas para poder abrazarlo. Ambos estábamos igual de sorprendidos y felices y por primera vez vi a mi hijo.
—Que lindo—la sonrisa desapareció de mi rostro y lo volví a mirar seriamente, Nazomi lo notó y le dio un apretón a mi brazo—je...Nazomi, tienes cuatro meses de embarazo y a esta altura puedo saber el sexo del bebé ¿quieres saber si tu bebé será niño o niña?—Nazomi sin pensarlo dos veces ni consultarlo conmigo asintió y el doctor salió de la habitación.
—¿Lo viste?—Nazomi tenía una sonrisa que era de lo más adorable.
—Claro que si—no me pude contener a esa sonrisa y lo volví a abrazar.
—Bien...Nazomi, Yu déjenme decirles que su bebé será un muy saludable varón.
—¿Un niño?—de forma involuntaria sonreí y una felicidad que me invadió, quería besar ahí mismo a Nazomi, quería comérmelo a besos.
—Así es, estoy 100% seguro que su bebé será varón.
—¡Yu! ¡Tendremos un niño!
—Que suerte tienen—dijo el doctor Kosuda con un tono melancólico—esta es una rara pero hermosa oportunidad que ustedes, hombres pudieran crear a un bebé. Yo también tengo hijos, dos varones, ambos adoptados pero igual los amamos como si fueran totalmente nuestros.
Al escuchar que tenía dos hijos y una pareja me hizo sentirme mal acerca de todo lo que pensé acerca de él. No todos son como Kenji, después de que Kosuda dijo eso comprendí que no quería engañar a nadie con Nazomi y entendí que era una persona amable que quería ganar nuestra confianza ya que le estamos dando responsabilidad de uno de nuestros mejores regalos que nos ha dado el mundo. Soy demasiado orgulloso como para disculparme así que lo hice solo en mi mente, cambié de actitud y le agradecí con la mejor cara que pude hacer -no fingir-
—Nos veremos cuando gustes—dijo el doctor estrechando las manos de ambos.
—Gracias—Nazomi también le regaló una sonrisa.

Regresamos a casa y a Nazomi aún no se le borraba la gran sonrisa de su rostro lo cual me hacía muy feliz. Me hacía muy feliz verlo así.
Regresamos a casa para comer y mientras estábamos los tres sentados en la mesa pensé un poco acerca de mi familia. Nazomi tenía razón, desde mi boda con Nagisa que no sé nada de mi madre, ni de mi hermana, mucho menos mi padre.
—¿Yu? ¿Te pasa algo?—sentí la mano de Nazomi sobre la mía.
—¿Eh? No, no nada, solo...pienso acerca de mi familia.
—Oh...—la mirada de Nazomi se tornó vacía. Nos levantamos de la mesa en silencio, el celular de Nazomi comenzó a sonar y este se sobresaltó.
—¿Si?...¡Ah! ¿De verdad?...Claro, ¿ya vienes?...está bien, te espero...hasta luego.
—¿Quién era?—dije inmediatamente, no se me pasa nadie por la mente con quien pudiera estar hablando tan cómodamente.
—Mitsuki, la invité a pasar la tarde junto con Ai.
—¿Ai?
—Su hija, es muy linda y le encanta jugar con Yumi.
—Ah, sabes...sería incomodo si me quedo aquí en esta charla de amigas—me reí de mi propia broma y besé a Nazomi para que su cara de desprecio desapareciera.
—¿A dónde piensas ir?—dijo de brazos cruzados con el ceño fruncido.
—Tranquilo, sólo iré a acostarme en la habitación por un par de horas hasta que termines de hablar con tu amiga—besé lentamente sus labios y observé como Nazomi cerraba sus ojos lentamente—pero, ¿ella sabe sobre tu embarazo?—me separé lentamente de sus labios y lo miré a los ojos a centímetros de su rostro.
—No lo había pensado antes...¿me traes una de tus sudaderas? Me quedan algo grandes y puede ocultar mi barriga.
—Bien—sonreí y lo tomé de la muñeca para llevarlo a la habitación. Tomé una sudadera roja y la puse en la cama. Nazomi estaba a punto de tomarla cuando lo sujeté del brazo y lo pegué a mi. Lo tumbé en la cama y comencé a besar su cuello.
—¿Yu?...¿qué haces?—no respondí y tomé sus labios en mi boca, sujete ambas manos por arriba de su cabeza mientras que con mi mano libre recorría su abdomen y costillas por debajo de su camisa.
—Ngh...Yu...—no paró con sus gemidos y comencé a excitarme. Le quité la camisa lentamente y observé todas las marcas que le había hecho en la madrugada de este mismo día. Sus cabellos caían hacia un lado de su adorable rostro y sus suaves jadeos estaban acompañados de una dulce mirada deseosa de un hermoso color verde. Volví a unir nuestro labios y Nazomi rodeó mi cuello con sus manos. Bajé mis manos hasta sus caderas y las presione un poco para después desabrochar su pantalón y meter mi mano dentro de su ropa interior.
—¡Ahh..! ¡Ahh!—gimió mientras tomaba entre mis manos su miembro. Recorría su boca con mi lengua, explorando cada centímetro de ella. Conocía cada centímetro pero en cada beso era un mundo nuevo por explorar. El timbre sonó y me separé de Nazomi sacando mi mano de su ropa interior.
—Debe...debe ser Mitsuki—dijo jadeando. Me levante de la cama y le puse la sudadera.
—No tardes—dije haciendo un puchero infantil.
—No lo haré—me sorprendí al sentir que Nazomi me había besado inesperadamente y sonreí en el beso. Salió de la habitación y yo ya había tomado una decisión.
Tomé mi celular y llamé a la persona que menos creí que llamaría en estos momentos.
—¿Hola? ¿Yu?
—Hola...ha pasado tiempo ¿verdad?
—Demasiado...¿a qué viene la llamada? ¿Cómo va el matrimonio?
—De eso quería hablarte...
—¿Qué pasó ahora? Puedes decirme, sabes que siempre estaré de tu lado.
—Es por eso que necesito verte. Te daré la dirección de donde estoy viviendo ¿está bien?
—Claro, ¿a qué horas quieres que nos veamos?
—Yo te aviso mañana ¿está bien?
—Bien. Te quiero...hermano.
Colgué la llamada y me senté en la cama. Sé que antes de que fuéramos pareja, Nazomi conocía perfectamente a mi familia, como mi mejor amigo pero...necesito que mi familia esté enterada de lo que pasa o por lo menos, mi hermana. Desde niños hemos sido muy unidos y no nos hemos ocultado nada. Es hora de que sepa que fue de mí después de esa boda.
Rorii-chan
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