Yu POV
Sabía que no debí de hacerle caso a mi adorable pasiva. Lo debí de llevar al doctor desde un principio pero no debo de ponerme tan paranoico. Tranquilo Yu, solo son pequeños cambios.
Nazomi enfermó muy grave con temperatura alta y vomito. Ya pasaron dos meses desde que enfermó pero sabía que debí de llevarlo al doctor porque algún virus o algo así afectó a Nazomi. Lo sé.
Y ahora, hablemos de las barritas de cereales dulces. Se las pasa comiendo todo el tiempo, incluso ha subido unos kilos, se le ve la barriga algo inflada. Le he dicho que pare, que está subiendo de peso pero si lo contradigo de algo se pone de un muy mal humor. ¡Parece mujer! En fin, desde que ese extraño virus desconocido lo infectó, estas son algunas de las cosas en las que ha cambiado Nazomi:Aversión a ciertos alimentos
Nazomi y yo fuimos a comer a un restaurant de mariscos. Todo iba bien, todos éramos felices. Llego el mesero y pedimos de comer, comenzamos a hablar acerca de la escuela de Yumi, pues en un año ella iba a cumplir dos años e iba a asistir a la escuela. Pasaron unos minutos y el mesero llego con nuestros alimentos. Yo había pedido un plato de mariscos y Nazomi igual. Acordamos que de ambos platos íbamos a compartir con Yumi. El plato olía muy bien pues eran mariscos de calidad.
Le estaba dando de comer a Yumi cuando noté que Nazomi no se había movido desde que trajeron nuestros platos.
—¿Qué sucede? ¿No te gustaron?—tenía su cabeza apoyada en sus manos.
—Esto...no huele bien. Y me entró un mareo, no te preocupes. Voy a lavarme la cara—se levanto de la mesa y fue al baño. Tomé a Yumi en brazos y fui a la puerta del baño de hombres. Nazomi no se había ido a lavar la cara, estaba vomitando. Me preocupe de inmediato, tal vez la fiebre vuelva a regresar. Volví a la mesa y continúe dandole de comer a Yumi hasta que llegó Nazomi.
—¿Seguro que te sientes bien? Te escuché vomitar.
—¡¿S-se escuchó mucho?!—dijo horrorizado.
—Si. Hasta el mesero vino y me preguntó que si había algo envenenado en la comida porque se escuchó terrible—bromeé. Nazomi sujeto su cabeza y fue hacia dónde el mesero. Comenzó a inclinarse y a pedir disculpas sin parar. El mesero lo miró extrañado y al notar eso, Nazomi se dio la vuelta en mi dirección y no pude evitar soltar una carcajada haciendo que Yumi también se riera conmigo.Cambios de humor
Esto pasa muy seguido, no siempre pero muy, muy seguido. De un día a otro es difícil saber cómo se siente Nazomi y tener mucho, mucho cuidado con lo que sale de mi boca.
Fue una mañana fresca, ambos nos acabábamos de levantar pero él se levantó de un humor muy malo.
—Buenos días mi linda pasiva—dije mientras me acurrucaba con el abrazándolo por la cintura.
—Déjame—dijo en tono cortante mientras se libraba de mi toque.
—¿Qué pasa? Creí que ibas a estar de buen humor después de lo que hicimos anoche—dije mientras me levantaba de la cama para ponerme sobre el, acorralándolo con un brazo mientras sujetaba su mano con la otra.
—¡T-te dije que me dejaras!—dijo revolviéndose en la cama para librarse de mi.
—No hasta que me digas que pasó—dije juguetón aún con Nazomi debajo de mi. Comencé a repartir besos por su cuello.
—Nnh...Yu...s-suelta...me...¡Suéltame!—dijo apartando mi brazo de un manzano.
—¡Carajo! ¡Está bien, está bien!—me aparté de él para salir de la cama. Me puse solamente unos pantalones de algodón hasta la rodilla y salí de la habitación.
—Prepararé el desayuno—dije neutral mirando a Nazomi que estaba con los brazos cruzados evitando mirarme. Salí de la habitación y fui al cuarto de Yumi.
—Buenos días princesa—dije sonriéndole a la pequeña que estaba sostenida en el borde de su cuna. Sus cabellos rubios estaban despeinados y sus ojos estaban hinchados—¿Cómo dormiste preciosa?—dije haciéndole cosquillas en el estomago y comenzó a reír muy fuerte—No rías tan alto Yumi. Mamá está de muy mal humor—sus manitas comenzaron a golpear mi cara y salí de su habitación para hacer el desayuno—¿Qué quieres comer?—le dije a Yumi mirando en la alacena. Tomé una de las barritas de cereal de Nazomi y le di una gran mordida, dejando solo la mitad de la barrita. Le quité el empaque y se la di a Yumi quien comenzó a mascar con sus encías y empezar a soltar saliva—asco—dije entre una risa.
Decidí hacer pan francés para desayunar y mientras hacía la mezcla, escuché la puerta de la habitación abrirse.
—Buenos días—dijo Nazomi en un tono de voz dulce. Me abrazó por detrás y comenzó a besar mi espalda desnuda. Ahora se veía de buen humor, como si lo que pasó en la mañana jamás hubiera sucedido.
—Buenos días—dije estirando mi brazo por detrás y darle un pequeño pellizco en el trasero.
—¡O-oye!Ganas de ir al baño frecuentemente
Siempre, siempre tiene que ir al baño cada veinte minutos (ok, estoy exagerando pero si va al baño muy seguido)
Todo comenzó un fin de semana cuando fuimos al zoológico con Yumi y como siempre las señoras acercándose para ver a mi pequeña. Hacía demasiado calor por lo que estábamos tomando demasiada agua pero a pesar de que Nazomi estuvo tomando mucha agua, la cantidad de veces que iba al baño eran exageradas. No les voy a mentir, fue al baño treinta y un veces (si, las conté).—Si quieres puedes irte adelantando con Yumi. Necesito ir al baño.
—¿Otra vez? Es la séptima vez que vas en esta sección. ¿No te sientes mal?
—No, no. Solo...ya sabes, el agua hace que quieras ir al baño frecuentemente.
—Bien. Date prisa.Altas temperaturas corporales (y deseo sexual)
De todos sus cambios, este es mi favorito pero claro, todo tiene pros y contras.
Desde que ese raro virus atacó a mi pasiva, últimamente ha estado de calenturiento/horny/cachondo, como quieras llamarle pero lo malo de todo esto es que ni siquiera hemos empezado cuando se queda dormido y eso me hace sufrir. Me deja con las ganas.Todo comenzó después de que la fiebre bajo.
Pasaba más de media noche y sentí a Nazomi dar vueltas por la cama.
—¿Qué sucede?—dije con la voz ronca. Froté mis ojos y Nazomi seguía moviéndose. Comenzó a despertar poco a poco incorporándose y buscando mi presencia en sueño.
—Yu...—repetía mi nombre en un tono seductor, gimiendo mi nombre y me estaba excitando.
—¿Q-qué pasa?—se puso a horcajadas sobre mí y sentí su erección en mi abdomen. No respondió, siguió soltando gemidos y puso su cadera a la altura de la mía y comenzó a frotar su miembro duro sobre el mío. Lo sujete de sus caderas y cerré mis ojos disfrutando el tacto.
—N-Nazomi...joder...me...me estás poniendo muy duro—busqué su cara en la oscuridad y me incorporé para besarlo. Soltó gemidos en mi boca y seguía moviendo sus caderas provocándome. Mi erección comenzó a doler.
—Joder Nazomi—gemí grave. Lo acosté y me puse sobre el, comencé a deshacerme de sus pantalones mientras repartía besos por su cuello, mordisqueando su clavícula. Besé su mentón y mordí el lóbulo de su oreja pero no escuchaba sonidos placenteros por su parte.
—¿Nazomi?—susurré. No me dio respuesta—Nazomi—dije con el tono más alto. Encendí la lampara de la mesita y estaba dormido. Dormido con una gran erección.
—Mierda—dije entre dientes. Y así fue como me dejo con las ganas y un gran bulto en los pantalones por primera vez, más no fue la última.Hinchazón abdominal
—Deberías dejar de comer esas barritas dulces—dije mientras veía como Nazomi sacaba su sexta barrita del día.
—¿Porque?—volvió a la sala y se sentó junto a mí acurrucándose en mi cuerpo apoyando su cabeza en mi pecho. Lo rodeé con mi brazo y le hice pequeñas caricias a su pierna.
—Pues...es que...estás subiendo de peso. ¡Solo un poco! ¡Solo un poco!
—¿Enserio? No lo había notado. ¿Porque lo dices?
—Pues...siempre estás usando pantalones de algodón y...¿recuerdas la cena que tuvimos con Mitsuki hace dos semanas?—Asintió con la cabeza—pues...comenzaste a quejarte de que ningún pantalón de quedaba.
—¿Cómo una mujer?
—Como una mujer. Sin mencionar que tu barriga está un poco inflada. Solo un poco—Nazomi asintió con la cabeza aún con la barrita en la boca. Fruncí el ceño y le arrebaté la barrita de la boca.
—¡Yu! ¡Eso es mío!
—¡¿Qué no entiendes lo que quiero decir?!—me miró fijamente, sorprendido por el tono de voz que utilicé—me preocupan todos estos cambios. ¿Qué tal si son pequeños cambios de algo muy grave? No me perdonaría la vida si acabarás en un hospital por no ir al médico para saber que te está pasando.
—B-bien. Iré al medico—después de insistirle por lo que fueron dos meses, por fin Nazomi va a ir al medico.
—Gracias—lo abracé y lo pegue más a mi besando su cabeza.Rorii-chan✊🏻
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¿Solo amigos? (Yaoi/Gay)
RomanceContinuación de "Mi Mejor Amigo" El primer libro lo puedes encontrar en mi perfil <3