Capitulo 48

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Yu POV
Nazomi cerró la puerta y escuché que le puso candado. No quise tocarle ni molestarle aún más, se vio que con el tema de sus padres tuvo suficiente y puse más estrés en el sin querer.
Llevé a Yumi a su habitación y la tranquilicé dándole un biberón.
—Lamento que hayas escuchado todo eso pequeña—susurré mientras se quedaba dormida—tu mamá no se siente bien en estos días ¿sabes porque? Porque muy pronto tendrás un hermanito o hermanita menor—Yumi me miraba como si entendiera exactamente de lo que estoy hablando. Sus ojos se cerraban con pesadez y sujetaba mi dedo con su mano—Puede...que mamá y yo nos gritemos pero no significa que nos odiemos, solo son...pequeños problemas entre mami y papi—la seguí arrullando hasta que se quedó totalmente dormida.
Salí de la habitación para tomar un cojín de la sala e irme a dormir con Yumi. Todo estaba muy oscuro. Miré hacia nuestra habitación y la luz estaba apagada. Abrí la puerta silenciosamente y encendí una lámpara solo para ver si Nazomi se encontraba bien. Estaba durmiendo en mi lado de la cama. Sonreí y apagué la lampara para después cerrar la puerta. Tomé un cojín y fui hacia la habitación de Yumi. Ella dormía en su cuna y yo tuve que dormir en el piso.

Escuché ruidos que provenían de nuestra habitación y abrí los ojos pesadamente. Revisé mi móvil y pasaban de las cuatro de la madrugada. Los ruidos no se detenían y salí de la habitación para ver qué sucedía. La luz de nuestra habitación estaba encendida y me preocupé por Nazomi.
—¿Nazomi?—dije abriendo la puerta de la habitación. El olor a vomito estaba por todas partes e hice una mueca. Entré y había un charco de vomito a unos cuantos centímetros de la puerta donde estaba Nazomi vomitando en el escusado.
—Nazomi ¿estás bien?—dije corriendo hacia el que seguía vomitando. Lo abracé por la espalda que estaba empapada de sudor y peiné sus cabellos que caían sobre su frente hacia atrás igual empapados de sudor. Paró de vomitar y bajé la palanca del escusado.
—Yu...—susurró mi nombre. Me senté frente a él—perdón...por despertarte.
—Ah, Nazomi—lo abracé—no te preocupes por mí—lo ayude a levantarse y caminamos hacia la cama. Vi que también en mi lado de la cama había un charco de vomito.
—Voy por un trapo para limpiar todo esto ¿está bien?—asintió con la cabeza y salí a la cocina. Regresé con un trapo húmedo, una pequeña cubeta de agua y un vaso de agua para Nazomi.
—Toma—le tendí el vaso de agua y comenzó a beber. Limpié los charcos de vomito y puse una loción en la habitación para que matara el hedor a vomito. Me senté junto a él en la cama y pasé mi mano por su rostro. Nazomi tenía la mirada vacía.
—Lamento haberme comportado así—dijo mirándome. Sus ojitos querían llorar y me acerqué más a él rodeándolo con mis brazos.
—Shh. No te preocupes, perdón por haberte presionado así.
—Yu...p-pero creo que...es hora de que sepas la verdad—me separé de él y lo miré atento ¿acaso me mintió acerca de sus padres?—m-mis padres...no están divorciados, mentí porque la verdad...la verdad es que...cuando les dije que me gustaban los...hombres, mi padre enfureció y...y el...el...—Nazomi apretó sus ojos con fuerza evitando que las lágrimas salieran. Tomé su mano y lo pegue más a mi—él me golpeó y me hecho de casa—comenzó a llorar y me separé bruscamente de el.
—¡¿Qué?! ¡¿Y porque no me lo dijiste desde un principio?! ¿Dónde te quedaste después de irte de casa? ¿Desde cuándo no ves a tus padres?
—Yu...por favor...no quiero hablar de esto nunca más—yo sí quería hablar de esto. Lo que hizo su padre estuvo muy mal. Claro que conocía a su padre pero reflejaba ser una buena persona, yo...no sabía que echó a su hijo de casa. Yo necesitaba respuestas a todo lo que le había sucedido a Nazomi pero entiendo que el no quiera hablar de eso.
—Esta bien. Prometo nunca más hablar del tema—sentí los brazos de Nazomi rodeándome la cintura, tomé su rostro entre sus manos y lo besé penetrando inmediatamente mi lengua. Empujé su cabeza hacia atrás en el beso y se acostó de nuevo, me puse sobre sé el mientras lo seguía besando húmedamente y me abrazó por la espalda.
—Espera...—dije bajando de la cama. Me arrodillé en la cama y Nazomi se incorporó—no, tú quédate acostado—extrañado por lo que iba a hacer volvió a acostarte y lentamente subí su camiseta dejando ver la barriga un poco más notoria.
—¿Q-qué haces?—dijo Nazomi volviéndose a incorporar.
—Solo...voy a hablar con mi hijo—le sonreí y Nazomi apartó la vista sonrojándose. Tomé una de sus manos y se incorporó para volverme a mirar. Perdí mi vista en ese bulto en su abdomen y comencé a hablarle—Hola ahí adentro—susurré—sé que me has escuchado antes y probablemente digas ¿de quién es esa voz tan irritable que escucho todo los días? Bueno, esa voz es la de tu mamá.
—¡O-oye!—dijo Nazomi con tono molesto.
—Yo soy tu papá y de seguro de preguntaras ¿porque tengo dos papás? Bueno, una familia tiene una mamá y un papá pero esta familia es muy, muy, muy especial porque tienes a tu papá Nazomi y a mí. Yo soy tu papá Yu y quiero que sepas que muero por verte y tenerte ya en mis brazos. Me preguntó si serás un niño o una niña pero lo que sea está bien porque lo único que quiero es que estés bien—besé delicadamente el abdomen de Nazomi para después mirarlo a él.
—¿Eh? ¿Qué tienes?—dije mirándolo fijamente.
—N-nada—se enjuago la nariz con las sabanas.
—¿Estabas llorando por lo que dije?—sonreí y me volví a acostar a su lado.
—C-Cállate. Sabes que me pongo sentimental por el embarazo.
Reí y volví a besarlo, los rayos de sol comenzaron a aparecer y aún no habíamos dormido completamente bien. Repartí besos por su cuello y chupetones también que estoy seguro que dejaran marca.
—Ahh...—gemía. Baje mi mano hasta su ropa interior y comencé a frotar su semi-erección—Mmm..mmm—comencé a ponerme duro y me deshice de su ropa interior, no paré con los chupetones y seguí chupando marcando sus costillas, pecho, pezones, todo.
—¡Ahh!—gritó cuando succione bruscamente su miembro. Las piernas se le tensaron y continúe lamiendo su pene. Una vez que esté quedara totalmente duro, me deshice de mis pantalones y estiré mi brazo para sacar un preservativo del cajón.
—Aún no entiendo porque te dijeron que teníamos que usar condón—Nazomi no dijo nada, estaba impaciente por sentir lo que le iba a hacer.
Rasgué el envoltorio y lo tiré al suelo, Nazomi miraba totalmente sonrojado como me ponía el condón.
—¿Qué tanto miras?—dije juguetón—¿acaso tú me lo quieres poner?
—¡¿Q-qué dices?! ¡P-por supuesto que no!—solté una carcajada y Nazomi se sonrojó aún más. Apartó la vista en lo que yo terminaba de ponerme el condón.
—Estoy listo—dije acercándome a su rostro. Cerró los ojos con fuerza y se sujetó de las sabanas con una mano mientras que con la otra se sujetaba de mi espalda. Coloqué sus piernas en mis hombros y apoye mi peso en un brazo mientras que con el otro sujetaba la mano que Nazomi tenía aferrada a las sabanas—voy a entrar.
Comencé a penetrarlo lentamente, metiendo primero la punta.
—¡Ahh!—gimió Nazomi. Se ocultó en el hoyo de mi cuello y se aferró a mi espalda con ambos brazos. Entré aún más en el y comencé a gemir.
—Ngh...joder...con...con el condón...te siento más estrecho—fruncí el ceño mientras entraba completamente. Hacerlo con condón era algo incómodo. Ya estaba acostumbrado a sentirlo completo.
—Ahh...ah...—Nazomi comenzó a mover sus caderas pidiéndome más y así lo hice. Empecé con embestidas lentas y profundas para después continuar con unas más rápidas. Jadeaba al mismo tiempo que escuchaba como nuestros cuerpo chocaban.
—¡Y-Yu! ¡M-me...ven..!—Nazomi se corrió manchando su rostro y parte de mi pecho, salí de él unos segundos antes de correrme. Nazomi cayó rendido tratando de recuperar aire. Me levante de la cama y me deshice del condón para después acostarme junto a él y acariciar su cabello.
—¿Cuándo es el ultrasonido?—dije mientras jugaba con el cabello de Nazomi que estaba empapado por el sudor.
—Me parece que hoy. El doctor quedó en llamarme.
—Será mejor que duermas. Necesitas descansar mucho después de que vomitaste y después de esto claro—besé su cabeza para levantarme y ponerme mi pantalón.
—No te vayas—dijo Nazomi tomándome de la muñeca.
—Solo iré por Yumi, estoy seguro que ya está despierta.

Tarde
Nazomi y yo íbamos en camino hacia el consultorio. Yumi iba en su asiento observando todo lo que veía y reía cada vez que señalaba un pájaro. Miré de reojo a Nazomi que estaba mordiéndose las uñas y tamborileando con sus dedos el descansa brazos.
—Hey—dije quitándole la mano de su boca para entrelazarla con la mía—no estés nervioso, Yumi y yo estamos contigo.
—L-lo lamento...solo que...verlo por primera vez me emociona mucho—posó una mano en su notable pancita y separó su mano de la mía para seguir mordiendo sus uñas.
—No muerdas tus uñas—lo regañé.
—Lo lamento...

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Rorii-chan🖍

¿Solo amigos? (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora