The End Of The World

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Cambiaremos el rumbo de nuestra historia por algo que jamás ha ocurrido en esta novela y que nadie vio venir.
En un universo paralelo...
En los pasillos de la universidad se encontraba el chico nuevo. Un chico de cabellos negros con ojos azules y espesas pestañas. Agarraba su mochila como si su vida dependiera de ello, no le agradaba la idea de que sus padres lo cambiaran de escuela a mitad del curso. La razón por la que había sido transferido a otra universidad fue por los abusos que recibía, tanto verbales como físicos. El chico era muy tímido y no se podía defender por sí solo. Recién había salido de la oficina del director, que le dio una guía del campus junto con las reglas que debía seguir.
Miró su reloj, aún tenía tiempo para su primera clase. Comenzó a recorrer los edificios principales del campus, no tenía intenciones de hacer amistades; el pelinegro pensó que si no se relacionaba con alguien evitaría tener problemas como los de su antigua escuela.
El chico iba distraído mirando su horario y buscando el salón de su primera clase para dar una buena impresión pero chocó con un tipo de cuerpo fornido.
—¡Hey! ¡Fíjate por dónde vas chico nuevo!—el pelinegro miró al gran sujeto con quien había chocado, un pelirrojo de ojos verdes con cuatro piercings en su oreja izquierda y uno en su ceja derecha.
—L-lo lamento...—dijo apenado el ojiazul.
—¡Mira lo que hiciste estupido! ¡Mi jugo de uva se derramó en mis jeans!
—P-pero tus jeans son negros...no se nota demasiado—el pelirrojo enfureció tras las palabras del chico nuevo. Lo tomó de la playera y el chico trató de apartar la mano del grandulón pero este no la movía.
—Deberías mantenerte callado novato. No deberías de hablarle así a tus mayores—el pelirrojo formó un puño con sus manos y cuando estaba a punto de estamparla sobre el rostro del azabache, un cuerpo apareció deteniendo el golpe.
—Y tú deberías respetar a los más chicos—el chico misterioso separó la mano de la camisa del nuevo haciendo que el pelirrojo soltara un 'tsk' y se marchara—¿estás bien?—el chico le preguntó al ojiazul.
—S-si...estoy bien...—el pelinegro miró con atención a su salvador. El chico parecía de la misma edad que el pelirrojo, tenía cabello castaño y unos lindos ojos verdes.
—Perdona a Kenji, es un abusivo. Siempre se aprovecha de los chicos de años "inferiores" solo porque le da miedo meterse con alguien de su tamaño.
—Es...es un cobarde...—el ojiazul se sentía nervioso por la cercanía y la presencia del castaño, jamás había sentido algo así pero no era estupido, el bien sabía acerca de su sexualidad y bien sabía que se había enamorado a primera vista.
—Soy Nazomi—dijo el castaño extendiéndole la mano al pelinegro.
—Yu...—el pelinegro aceptó la mano del castaño. Estaba cálida y sorprendentemente grande. Parecía que este año se graduaba así que era aproximadamente dos años mayor que el.

Semanas pasaron y Yu aún seguía fantaseando sobre el encuentro del castaño. No había hablado con alguien desde ese día y todos los días ya se había vuelto rutina seguir sigilosamente los pasos de Nazomi. Tenía ventaja, pues era invisible así que nadie se percataba de lo que hacía. Yu había descubierto el salón de clases de Nazomi por si solo con la excusa de que se había perdido. Ingresó a los mismos clubs que Nazomi, con la excusa de que quería probar algo nuevo y en el almuerzo se sentaba lejos de la mesa de Nazomi con la excusa de que así podía verlo mejor. No se atrevía a hablarle porque ¿qué le podía decir? Es raro que alguien de primero año se lleve con alguien de ultimo año y más si se trataba del chico nuevo.

Fue un día en el club de futbol done todo comenzó, algo que Yu jamás olvidaría...
A pesar de estar inscrito en ese club, no hacía mucho ya que su débil cuerpo no resistía todo el entrenamiento pero la verdadera razón era para ver ejercitarse a Nazomi. Se sentía como una adolescente acosadora pero le encantaba ver el cuerpo bien marcado de Nazomi. Verlo hacer abdominales, lagartijas y mirarlo patear el balón era su momento favorito del día. Todos los miércoles a las cinco de la tarde.
La mayoría de los chicos eran de los últimos años y había muy pocos de primer año.
Por fin se había acabado el entrenamiento cuando un cuerpo fornido ya familiar lo tomó a la fuerza y lo arrinconó en los vestidores ya vacíos.
—¿Te crees muy listo no es así?—el aliento del pelirrojo llamado Kenji chocó en el rostro de Yu.
—N-no se de qué hablas—el chico apartó la mirada. Se sentía intimidado por el pelirrojo.
—No te hagas el inocente, Yu...Se que estás aquí por Nazomi pero deja te pongo en claro algo... Nazomi es mío.
Kenji soltó bruscamente a Yu haciendo que este cayera de culo en los vestidores y se quedó allí completamente solo. Ocultó su cara en sus rodillas y comenzó a razonar. Sabía que no podía estar al lado de Nazomi, ni siquiera se dignaba a hablar con el, no había hecho algún contacto físico o visual con él desde que lo defendió de Kenji y solo se la pasaba observándolo como si fuera un acosador.
—Hey, ¿estás bien?—esa voz. Alzo la mirada y se encontró con esos ojos verdes que lo cautivaron la primera vez que los vio.
—S-si—no. No estaba bien, sin darse cuenta había comenzado a llorar.
Nazomi lo ayudó a levantarse extendiéndole la mano pero cuando Yu estuvo de pie el castaño no la soltó. Yu se quedó extrañado pero antes de poder decir algo Nazomi ya había pegado sus labios con los de Yu. Yu abrió sus ojos, no lo podía creer. Se separó de Nazomi y el ojiverde lo miro sin expresión alguna.
—¿P-porque...hiciste eso?—el pelinegro estaba rojo a más no poder y tapaba su boca con la mano.
—Yo te gusto ¿no es así?—¿cómo sabía eso? ¿Desde cuándo lo sabía? Era lo que el pelinegro se preguntaba.
—¡¿Eh?! ¿Qué dices? ¿Qué te hace pensar eso?—Nazomi hizo una sonrisa torcida y acorraló con ambos brazos a Yu.
—Me has estado siguiendo ¿no es así? Y siempre te veo en los mismos clubs donde yo estoy sin mencionar que siempre en futbol te la pasas mirándome—Nazomi había acertado en todos los puntos y Yu no podía estar más avergonzado.
Nazomi volvió a besar sus labios y Yu recibió el beso con el ceño fruncido aún tratando de comprender y de creer lo que estaba pasando.
—Oye...—dijo Nazomi separándose del beso—no frunzas el ceño cuando nos besemos.

Misaki: ¡¡USAGI-SAN!! ¡¡USAGI-SAN!! ¡¡¡ES EL FIN DEL MUNDO!!!
Usagi: Entonces bésame...
Misaki: ¡¿QUÉ?! ¡¡Olvidalo!! ¡Pero estoy seguro que el fin del mundo tiene algo que ver contigo! ¡¡Están lloviendo repollos!!
Usagi: ¿Y porque es culpa mía? ¡Debe ser culpa de Shinobu!
Misaki: ¿Escribiste otro Fanfic? *lee el Fanfic* ¡Es la primera vez que no escribes algo con escenas de sexo! ¡Sabía que el fin del mundo tenía algo que ver contigo!
Usagi: ¿Qué no el fin del mundo era el 29 de Julio?
Misaki: ¡Ahhh! ¡Y el uke lo volviste seme! ¡¡Sabía que el fin del mundo era tu culpa!!

-mientras tanto la verdadera razón por la que se acabó el mundo-

Onodera: T-Takano-san...yo...yo... ¡Yo te amo! ¡Esto sí es amor!
Takano: ¡JODER EL FIN DEL MUNDO!

N/A: Yu es el único que puede penetrar ( ͡° ͜ʖ ͡°) gomen por no poner lemmon.

Rorii-chan

¿Solo amigos? (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora