Capítulo #5: "Cena formal y primer reto"

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Según íbamos bajando, yo y mi compañera de cuarto Nicu, íbamos hablando cosas al azar.

Podíamos divisar como de los otros cuartos salían las demás integrantes de nuestra ahora "fraternidad".

Bueno yo era la nueva, no Nicu.

Todas las mujeres eran muy diferentes, altas, bajas, pelo negro, trigueñas, rubias y unas más mayores que otras.

Pensaba que solamente encontraría rubias, con caras de niñas mimadas.

Al parecer Astrid las reglas, se las tenía que pasar por donde no le da el sol, ya que tenía que aceptar toda chica que viniera en busca de una oportunidad.

Las oportunidades las consigue, quien no tiene miedo a ser rechazado por la sociedad.

Según de los temas que tocamos Nicu y yo, me había enterado que en la fraternidad solo permitían quedarse a 30 mujeres, ya que no a todas les podían pagar los estudios.

Claro eso es muy costoso, ya me siento un poco mal por el hecho de tener que depender de una beca.

La estadía consistía en retos, que los hacían  cuando quisieran, no había horarios ni días, todos liderados por Astrid.

La que no cumpliera quedaba fuera inmediatamente, hasta que quedarán las 30 candidatas, que ganaban su permanencia en la fraternidad.

Eso incluía estudios, comida y un lugar donde dormir y estudiar.

Lo que yo necesitaba.

_Y eso no es todo, todos los años se compiten contra las otras fraternidades, dice devolviéndome a la tierra.

Casi nunca ganamos, porque los juegos que se crean, casi ninguna chica es atrevida y muchas no aceptan por los chicos que son nuestros rivales.

Todas le tienen miedo a la fraternidad de hombres, ellos son en cierto punto intimidantes y siempre consiguen lo que quieren.

Mayormente Ryan Madnex el Casanova, ese es un peligro para la humanidad, pero te enteraras quién es él poco a poco.

Nunca pasa desapercibido, termina de decir.

Llegamos a la mesa, que nos aguardaba con muchos asientos.

Creo que habían más de 50 sillas, puestas en la mesa.

Eso significaba que mi permanencia aquí tenía que ser más que un milagro, disfrutaré lo poco que me queda, dije para mis adentros.

Nunca había participado en retos, ni en fraternidades estupidas, que te dejaban sin opciones, o ganabas todo o perdías todo.

No creo que a eso se le llame tener opciones, y si era así no quería participar.

Pero los malditos pensamientos volviéndome a recordar, que no tenía ni en donde caerme muerta, y lo peor de todo a quién recurrir.

Ahora sí, llévame señor.

Y eso, sin contar a los asientos vacíos, que eran ocupados poco a poco por más mujeres, pensaba viendo todo a mi alrededor.

Decidí sentarme con Nicu, en la punta de la mesa, donde quedaba frente a frente con Astrid.

Eso creo que le molesto un poco, y al ver mi hermoso traje solo pudo darme una sonrisa de medio lado completamente falsa.

NADA ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora