Capítulo #14: "El amor de Nicu"

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Y así sucedió.

Sentí nuestras lenguas jugar a la par una con la otra.

Y sus manos apoderarse inmediatamente de mis nalgas.

Solo opté por subir mis manos, y enredarlas en su cuello, no sé cuánto estuvimos así pero este chico si sabía lo que hacía.  Hasta que quedamos sin aire, y decidimos separarnos.

Y ahí atrás del chico estaban, Ryan y Alam mirando la escena con el ceño fruncido. No sabía, si reír o decir algo que hiciera el momento más gracioso.

Solo le dije, algo que pareció ser sensual a mi futbolista, y ni se diga a mis admiradores de la parte de atrás de este.

Cabe mencionar, que solo le dije que después hablábamos, y que me disculpará. A lo que él, me ofreció una leve sonrisa de medio lado y un beso en la comisura de mis labios, lo cuál no rechaze.

Alam Punto de Vista

Después de divisar a Ryan con Carlota, me dispongo a buscarlo y ir a la iniciación del equipo de fútbol.

De momento, veo a Amber que venía distraída y se tropezó con Michael.

Tenía que ser el líder del equipo de fútbol, idiota, pienso para mis adentros.

Esa es mi chica y no quiero que nadie la mire, ni la toque. No sé porque tengo esos pensamientos, pero no puedo dejar de pensar en ella, todo me recuerda a Jane, mi primer amor.

Por ella lo di todo, hasta que me mudé para aquí hace un año, culpa de ella fue. Me hizo no volver a confiar en ninguna mujer, después que me engaño con mi "mejor amigo".

Pero en cierto punto Amber es diferente, su carácter, su forma de actuar y su perfecto cuerpo.

Todos estos pensamientos pararon en seco, en cuanto veó a Michael y Amber besarse. ¿Qué carajos, se están besando?

Maldito hijo de puta, ella es mía. Y le tocó sus nalgas, desgraciado. Solo me dispongo a mirar la escena, con enojo y unos celos que me comían la vida.

Después de esto, veo que ella se separa y le dice algo en el oído. Lo cuál el asiente y deja un beso en la comisura de sus labios.

¿De qué me perdí? ¿Michael no es novio de Leyla?

Solo me quedaré con esos pensamientos vacíos, tengo un coraje encima que solo puedo seguir mi camino con Ryan hacia las gradas.

Malditoseas Michael Kivan.

Amber Punto de Vista

Vi como los dos chicos siguieron su camino. No sin antes darme una mirada asesina, ni entiendo porque.

Voy de camino a la barra, y pido otra bebida de las mismas. Sigo caminando y me encuentro a una Nicu, echa furia.

Nicu, ¿que te pasa?, digo tratando de tranquilizarla.

_Nada, lo dice un tanto molesta y sigue caminando.

Y su actitud, ni se diga que me molesta nunca la había visto así y menos conmigo. Bueno ya se le pasará, pienso para mis adentros.

Seguí caminando hasta toparme de nuevo con el chico rubio, el cuál me sonrió, y yo coqueta también le sonreí.

Nicu Punto de Vista

Luego de buscar a Amber en su habitación y no encontrarla me dispusé a salir, quería ver a mi gran amor en la iniciación de fútbol.

Si, tengo un gran súper amor Michael Kivan. Él es el capitán del equipo de fútbol, rubio, alto y para mis ojos Hermoso.

Es uno de los más guapos de la universidad, lo malo es que solo puedo ligarlo de lejos ya que tiene novia.

Pero nada pierdo, con mirarlo. Llevo ya media hora aquí sentada, así que busco una bebida, y de una vez voy al baño de chicas al lado de la barra, tremenda fila que hay.

Luego de haber hecho mis necesidades, salgó y me encuentro una escena que causó que mis ojos se llenarán completamente de lágrimas.

Amber y Michael besándose.

¿Porque, Amber? ¿Porque Michael? Eran mis preguntas, él es mío.

Me lleno de furia y coraje y sigo hacia las gradas, luego de olvidar mi bolso en el baño, vuelvo y me encuentro a Amber en mi camino.

Cruzamos unas cuantas palabras y me largo. Ella es otra más, una del montón, una puta, me ayuda mi subconsciente.

Busco mi bolso, y vuelvo a la fraternidad ya no quiero ir a la estupida fiesta.

Solo se me ocurre una gran idea, coger la foto de los padres de Amber y esconderla.

Al cabo, que cualquiera se la pudo haber cogido.

Estupida, pero esto me lo pagaras muy caro.

Le di mi confianza y así me paga.

Me encierro en mi cuarto, haciéndole compañía a mi almohada y a las lágrimas que caían desconsoladamente por mis mejillas, no sin antes guardar la foto, debajo del colchón de mi cama.


Tienes que morir unas cuantas veces antes de que realmente puedas vivir.

La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno.

Yo nunca perdonó.


Multimedia: Pensamiento

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