Capítulo #35: "Años de dolor"

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Multimedia: Ropa de Amber: Camisa De Ryan.




Después de haberme cambiado de ropa, cosa que debo aclarar; la camisa de Ryan no me tapaba prácticamente nada.

Se podía inferir que andaba enseñando mi ropa interior.

Segui caminando hasta la cocina por un vaso de agua.

Agradecía desde lo más interno de mi ser, a Ryan por dejar las luces del pasillo prendidas, porque sino me hubiera dado la caída del siglo.

Cuando llegue a la cocina estaba tratando de alcanzar un vaso en la alacena, pero por mi estatura se me hacía prácticamente imposible, me alce en mis talones lo más que pude pero seguía sin alcanzar.

Mis manos estaban tratando de sujetar, el vaso que saciaría mi sed, pero la camisa al quedarme tan corta lo único que se veía era la mitad de mi trasero y mi ropa interior de la parte de abajo.

Todo estaba bien, pero mi brazo no era lo suficientemente largo.

Me daría por vencida, no iba a poder tomar agua.

_Si me hubieran dicho que tú estabas aquí y sin tan poca ropa, no hubiera tardado tanto en venir, dice Ryan.

Tomo acción rápido, y dejó mis talones en el suelo nuevamente, bajando la camisa que me había prestado Ryan.

Y dispuesta me volteo y lo miro a la cara.

Es que...que...estaba..yo...sed...tenía....mierda, digo nerviosa.

_¿Qué?, dice riéndose de mi.

Acaso estás nerviosa.

No, claro que no. Yo solo...no...se....perdón, no podía hablar con claridad estaba ruborizada.

_Ya Amber tranquila, solo lo hacía bromeando.

¿Querías un vaso?

Si, por favor, le pido.

Veo como camina hasta donde mi, y me acorrala contra los gabinetes.

Hasta ahora no me había fijado que tenía todo su torno desnudo, y solo traía un pantalón corto que marcada perfectamente la silueta de sus muslos.

No pienses en eso depravada, me regañaba mi subconsciente.

Así mismo veo como toma un vaso de los gabinetes, tardándose varios segundos, y yo más abochornada no podía estar.

Se posa en frente de mi, y acerca su rostro para mirarme.

_¿Sigues nerviosa?, dice en un tono coqueto y juguetón.

Veo como posa sus manos en mi cintura y se acerca lentamente dejando su rostro frente a mi cara.

Yo como por instinto de mujer, cierro mis ojos, esperando un beso.

Y siento cómo mi frente, siente sus labios.

_Ya puedes abrir los ojos, veo como se ríe.

¿Pensabas que te iba a besar?

No Amber, yo no beso a nenas chiquitas.

NADA ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora