Capítulo #1:"Despedida"

103 11 1
                                    

Eran las 8:00 de la mañana cuando sonó mi despertador, mi tía Ana me llamaba todos los días a las 8:30 para que hiciera el desayuno.

Si efectivamente, me tocaba hacerlo a mi teniendo ella dos manos.

Mi vida era un asco en esta casa, pero era mi casa y la de mis verdaderos padres.

Cuando ellos fallecieron mi tía y su esposo hicieron miles de ajustes para quedarse con mi potestad, ganando completamente la fortuna de mis padres.

Siempre tenía lo necesario, en cuestión de lo material.

Pero el cariño y el verdadero amor hacia una persona lo había perdido hace mucho tiempo.

La única persona que creí diferente me abandonó sin dar explicaciones.

Iba envuelta en mis pensamientos bajando las escaleras.

_Al fin bajas, ya iba a ir a buscarte, me dice mi tía Ana.

Sabes que siempre bajo, no sé cuál es tu problema, tratas de humillarme cada vez que puedes, digo resoplando.

_No me hables así estupida, soy la que te da comida y un lugar donde dormir desde hace 7 años agradéceme que no estás en la calle, que es lo que te mereces; ah y avanza haz el desayuno que Roberto está por bajar, me grita Ana.

Mjm, eso hago, digo en un tono bastante alto.

Que coma mierda.(Digo para mis adentros, era lo que realmente quería decir pero solamente me quede callada).

Bajando por las escaleras venía Roberto, parecía que no había dormido bien.

Venía con una cara arrugada y unas ojeras para morir, sin evitar pensar que parecía como si le hubieran metido un "saltenazo" por la frente.

Solo quería estallar en risas, pero eso incumpliría en escupir la comida y con la comida yo no jugaba.

_Amber, mi desayuno, habla Roberto.

Este hombre era un desastre de persona, drogadicto, abusivo pero sobre todo un mal padre.

Ya que había tenido una hija a su corta edad, y la abandonó en un orfanato, dejándola a su mejor suerte.

Pero eso nadie se lo imaginaba ya que me lo confesó mi tía en un día de borrachera.

Claro, que bien guarda los secretos de su esposo.(Pensé).

_Amber, Amber! Dios mío ¿en donde estas metida hoy!?, grita mi tía.

No te escuche , ¿que dijiste? , le pregunto.(Realmente no había escuchado).

_Que recojas tus cosas que ya te vas, dice Ana sin ningún sentimiento en su voz.

Oh, vuelvo ahora, le digo. (Me dispuse a subir las escaleras, cuando mi tía me detiene)

_No hay tiempo, ya te tienes que ir. Y escúchame bien Amber, cuando salgas de esta casa, no la vas a volver a pisar.

Olvidate de nosotros, de que existimos.

Lo que pase contigo de ahora en adelante es tu problema, no llames, ni nos busques para nosotros estás muerta.

Y avanza y sal de esta casa, tú tiempo de ser parte de nosotros ya venció, termina mi tía de ahuyentar el veneno que la caracterizaba en su forma de hablar.

Y ahí está mi linda familia, que lo único que deseaban  era que me fuera lejos y los dejará en paz.

Aunque prácticamente será un alivio irme para otro lugar, donde nadie me conocerá.

Llego el gran día dónde puedo decir que soy realmente libre, de hacer y deshacer las cosas a mi antojo.

Me hicieron una despedida, no nada que ver.

Solo me montaron en un taxi y ni adiós Amber.

"...Y me despedí, sabiendo que no quería irme..."

Nunca volveré a pisar mi casa, viví muchos bonitos recuerdos, como otros no tan gustosos en recordar.

Ahora mi vida comenzará en California.

Multimedia: Casa de Amber.

NADA ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora