Capítulo #7: "Kappa Sigma"

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Y otro día, vuelve a comenzar. Me levanto a las 6:00 de la mañana ya que la universidad comienza a las 7:30 am.

Y nunca me ha gustado llegar tarde a los sitios, y menos sino conozco ni dónde queda mi primer salón.

Me baño, cepillo mis dientes y arreglo mi pelo en un lacio muerto.

Dispongo un poco de maquillaje, para tapar todas aquellas ojeras, que quieran aparecer en el día

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Dispongo un poco de maquillaje, para tapar todas aquellas ojeras, que quieran aparecer en el día.

Y colocó un uniforme que había dejado Astrid, en una caja en la puerta de mi cuarto.

No se, si este sea mi uniforme, ya que con las nalgas que me traigo, me queda súper corto, y realmente no quiero pasar malos ratos.

No sé cuál es su empeño en tener que utilizar uniformes cuando estamos en una universidad.

Malditas reglas de fraternidad, luego las leeré para no perderme de nada.

Me coloco los zapatos escolares, y medias hasta un poco más debajo de la batata.

Espero por Nicu y las dos salimos hacia nuestro gran primer día de clases.

_Tu no tienes nada que te quede mal, dice en un tono que no pude descifrar.

Créeme no fue así siempre, tuve que estar meses de ejercicio, digo contestando a su comentario.

_Vas a tener que ayudarme a mi, este uniforme, creía que se me iba a caer, y mira lo largo que me queda, parezco una monja del convento de la vírgenes, dice riéndose de si misma.

No te preocupes, luego encontraremos la manera de ajustarlo a tu medida, digo ayudando a la situación.

_Siempre sabes qué decir Amber, termina por decir.

Seguimos caminando justo en un mal momento hacia el comedor.

Alam Punto de Vista

Estaba en la mesa con mis hermanos cuando la vi a Amber, nunca olvidaré su nombre.

Esa chica es tan caliente, quiero tenerla en mi cama. Nunca había llegado alguien que me cautivará tanto, sé que soy un hijo de puta con las mujeres, pero tengo que ser así por mi fraternidad.

Realmente me gustaría, que las cosas no hubieran terminado como lo hicieron.

Solo voy a hacer el intento, me paro de mi silla y camino así ella.

Nada pierdo con intentarlo de nuevo, pero es que cuando la veo no pienso con claridad.

_Amber, ayer no me quisiste decir tu nombre pero ves, tú misma tuviste que hacerlo y sin nadie obligarte.

NADA ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora