NADA ES LO QUE PARECE

Capítulo #37: "Tiempo de pasar la página"

Al abrir mis ojos, sentía el cuerpo de Ryan abrazado a el mío.

Y eso sólo me hizo pensar cuando tenía la oportunidad de quedarme con Harold.

El había sido una persona súper importante para mí, el calor de su cuerpo me transmitía paz y tranquilidad.

Prácticamente hacíamos todo juntos.

Ryan parecía un bebé durmiendo, nunca había permanecido tanto tiempo mirándolo y en realidad no es que quisiera hacerlo.

La forma de su cara estaba perfectamente formada, sus facciones, su torso desnudo le daban a ver como si fuera todo un "Playboy".

Su mano estaba situada en mi espalda, y de eso me di cuenta ahora mismo, no quería despertarlo pero ya eran las 6:30 de la mañana.

Trate de no moverlo mucho, y me dispuse a brincar por encima de él, cosa que fue en vano.

Él se despertó y yo estaba encima de él.

Una escena bastante vergonzosa para mí, y para otra persona que nos viera "sucia".

_¿Acaso quieres violarme?

Trató de levantarme de encima de él, pero esté me detiene.

Estaba prácticamente encima de su miembro, esto es cosa del diablo.

_Vete báñate, que apestas, me dice Ryan en un tono burlón.

Ahora sí me levanto de encima de él, y me voy rápidamente hacia el baño.

Cepillo mis dientes, y me doy un rápido baño.

Ryan me pasa unos calzones de él y una camisa más larga, que la de la noche anterior.

No quería que volviera a ocurrir, otra escena tan vergonzosa.

Me vestí rápidamente y salí del baño.

Ryan Punto De Vista

Amber estaba completamente dormida cuando me levante.

La mire de arriba para abajo y por debajo de las sabanas.

Ella era simplemente perfecta.

Y yo no me podía quedar con las ganas de mirarla.

Cuando sentí que se estaba levantando me hice el dormido, no se escuchaba nada, pero sentía que alguien me miraba.

Y obviamente que no podía ser nadie más, que Amber.

Cuando estaba apunto de salirse de la cama, la detuve y quedo encima de mi.

Esta escena me encantaba, y más por el hecho de estar encima de mi miembro.

_¿Acaso quieres violarme?, le pregunto haciéndola sonrojar. Algo que a mí me pareció gracioso.

Vi como estaba abochornada, y se me ocurrió molestarla un poco más.

_Vete báñate, que apestas, digo ya riendo por su cara de preocupación.

Veo como sale disparada rápidamente para el baño, yo voy a mi recámara y busco unos calzones y una camisa que le quede.

Realmente quería ponerle una más corta que la noche anterior, pero sé que se molestaría.

Es una bipolar, sin humor.