Al llegar a las grandes puertas de la que iba a ser mi universidad, me sorprendí mucho cuando habían tantas personas haciendo inscripción.
Realmente no pensaba que sería tan grande la universidad, y más por el hecho de que tenía que pertenecer a una estupida fraternidad.
No tenía tanto dinero, para costearme un apartamento y mucho menos vivir en lujos.
Me sentía como un saco de papas que habían tirado a la calle, sin apenas abrirlo.
Mientras me adentraba en la universidad, mi atuendo lograba causar miradas de odio de muchas chicas, y a los hombres devorarme con la mirada.
Una descripción física para que sepan cómo soy, pelo rubio, ojos claros, bajita y mi carácter ni se lo imaginan.
Tengo mi temperamento, para nada agradable, sin olvidar que puedo ser un grano en la frente cuando me lo propongo.
Algo que debo aclarar a pesar de haber tenido esa familia, siempre calzaba las mejores cosas y atuendos.
Eso era prácticamente lo mejor de todo.
Desde el rato que llevo caminando solo he visto tres nombres de fraternidades al parecer las únicas del campus o las únicas que quieren ser vistas por los ojos de todos.
No sabía cuál sería la mejor y más cómoda para mí, que era lo que realmente me importaba.
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La primera fraternidad en el campus Kappa Sigma, una fraternidad llena de mujeres hermosas, ambiciosas, esbeltas y egoístas en algunos casos, pero lo más que las definía era vengadoras.
Cada una de ellas había sido seducida por los chicos más sexys del campus pertenecientes a la fraternidad Sigma Nu.
Su mayor reto era hacer que los muchachos se enamoraran y así podrían hacerlos sufrir ellas.
Nunca lo lograban porque los Sigma Nu, tenían un lema " donde se come una vez, no se come dos veces".
Esto quiere decir, ellos no volvían a estar con una mujer dos veces, lo catalogaban como un error.
Esta fraternidad se caracterizaba por los chicos más guapos del campus. Donde cada uno de ellos tenían un cuerpo para morir, eran los más sexys, envidiados y mujeriegos de todos.
Creían que todas las mujeres, estarían en su cama cuando a ellos les placiera.
Pero en todo esto, ninguna de las dos fraternidades conocían a Amber Huston, la que tenía un fuerte carácter y no dejaría que nadie la pisoteara.
Amber Huston, tenía la oportunidad de escoger su fraternidad, pero como en todos lugares tenía que pasar por el ritual de iniciación, cosa difícil para todos los novatos.
Y más por el hecho de que la líder de su fraternidad le cogeria tanto odio.
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Según seguía caminando, se me acercaban a entregarme papeles de información sobre los distintos grupos que conformaban la universidad.
Para nada divertidos, y yo realmente no quería involucrarme con gente la cual preguntaría por mis padres o mi vida.
Cosa que para mí, todavía era un caoz.
Todos mis pensamientos se esfumaron cuando me tropecé con un chico alto de pelo marrón, hermoso para mí vista, hasta que la que hable fui yo.
Discúlpame, no vi hacia dónde estaba caminando, iba distraída, le digo realmente arrepentida.
_No te preocupes, yo también iba distraído mirando tus senos, dice con una sonrisa en su rostro.
Y en ese preciso momento, le meto una cachetada.
Acaso no tenía vergüenza, este estupido.
_Como que no te gusto que fuera sincero y realmente no mentía. Tienes un súper cuerpo. Mucho gusto mi nombre es Alam y, ¿el tuyo hermosa?, vuelve a decir sin borrar la sonrisa de su rostro.
No me digas así, y no te importa, digo ya molesta por la situación.
Y así fue como seguí mi camino, dejándolo con la palabra en la boca, hasta que me sorprendió.
_Me enteraré pronto, estarás debajo de mi. Como que me llamó Alam Beigh, y todo lo que deseo lo tengo tarde o temprano, dice sin esperar respuesta.
Dios mío, lo grito a todo pulmón el desquiciado ese, todas las personas se me quedaron mirando y empezaron a murmurar entre ellas.
Te mataré Alam Beigh, porque yo también tengo nombre Amber Paola Huston y te haré desear no haber mirado mis pechos.
Y por si tienes dudas, ya no me dejo pisotear por nadie y tú no serás la excepción, digo para mis adentros.
Entre ser buena y mala, a mí se me daba mejor ser la mala de la historia.
Multimedia: Amber, entrando en la universidad.
Alam Beigh
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NADA ES LO QUE PARECE
Novela Juvenil¿Qué pasaría si un día tus padres adoptivos deciden por ti a qué universidad vas a estudiar? Para mí Amber Huston eso no es nada nuevo, he vivido 7 años de mi vida, en una casa siendo manipulada, arrastrada y humillada por mis "supuestos padres". ¿...