NADA ES LO QUE PARECE

Capítulo #21: "Mi virgén a medias"

Al parecer todos sabían menos yo, que el profesor no iba a presentarse hoy.

¿Pero cómo iban a decírmelo? Si la persona que hizó esa pequeña búsqueda, en las paredes desoladas de mi corazón sabía que tomaría esa clase hoy.

Tampoco puedo descartar la idea de que este en mí mismo salón o tome solamente esa clase.

Aunque no veo motivo suficiente para que me hayan vuelto a repetir lo vivido hace años.

Y una pregunta rondaba por mi mente.

¿La muerte de mis padres, no había sido un accidente?

No creo que alguien sea capaz, de causarle la muerte a dos maravillosas personas. Que me dieron lo mejor que pudieron, mientras vivían.

Que luchaban cada día, por sacarme hacia delante sin importar nada más.

Me encontrada caminando por los pasillos de la universidad, sin rumbo fijo solo quería despejar un poco la mente y pensar en las posibles personas que tienen motivo de hacerme daño.

NINGUNA diría yo. Pero no descartaría a Astrid, es una envidiosa.

Nicu, es un pan de Dios. No tiene dinero, y esto tuvo que conseguirlo alguien con dinero y conocimiento. Efectivamente ella no fue.

Solo pensaba en Astrid, es la única que quiere de una manera u otra hacerme daño.

Esfumé todos los pensamientos que tenía y seguí caminando hasta que tropecé con el menos indicado Ryan.

_Valla, valla mira a quién tenemos por aquí, dice dándome la vuelta.

Si, a la mejor de todas. Eso ya lo sabia Ryan, ¿Tienes algo nuevo que decirme? , digo cortante.

Sino es así, puedes seguir tu camino no estoy de humor.

_No tengo culpa que nunca estés de humor, porque no mejor vamos a mi cuarto y arreglo esa carita, dice para luego tocar mi cara con sus dedos.

No gracias, prefiero acostarme con el conserje. Quizás menos posibilidades de cogerme una enfermedad tengo, digo contestándole bruscamente.,

_Nena, me toma por la cintura, si yo soy virgen.

Con que Ryan quiere jugar, pues juguemos entonces.

_Sabes que, te espero a las 6 arreglado aquí mismo, en estos bancos, digo rápidamente.

Ponte sexy. Me muero por desvirgar a un virgen, digo acercándome a su oído con un tono seductor.

_Claro, aquí estaré Amber, dice.

Pero recuerda que hoy será la primera competencia de fraternidades, y tenemos que venir. Así que lo haremos rápido. Muero por perder mi virginidad, dice y me tira una guiñada.

Solo me dispongo a asentir con mi cabeza y seguir mi camino.

Este idiota se cree que me voy a acostar con el, él dice que es virgen ¿No?

Pues eso no se lo cree ni la madre Teresa de Calcuta. Aunque pierda este reto, dormiré en la calle con una buena satisfacción.

Ryan Madnex, será mi juguetito de la noche.

Porque Amber Huston, tiene que enseñarles a los hombres que con las mujeres no se juega, que hay mujeres como yo que podemos sobrevivir sin uno.

Y que cada vez que vuelva su recuerdo, haré sufrir cada vez a un hombre más.

Poco a poco, despacio y sin prisa.

Porque un simple, lo siento, no reparo a la niña que fui en aquel entonces, ingenua.

Que luego de ese horrible suceso lo único que se escuchaba eran cristales cuando caminaba.

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