Mis problemas mentales.

Sentirme nada.

Me he sentido mal, desearía con todo mi corazón que mis viejos amigos estuvieran conmigo, o que los nuevos supieran cuán largo, triste y difícil ha sido mi pasado.

No se trata de que me tengas lástima, ni mucho menos te lo imagines. Tengo ganas de escribir y la única esperanza que me queda es que tú me creas, o al menos me leas, y si te identificas, quiero que no te sientas solo; ojalá no te sintieras así. Ni tu ni nadie porque sé lo horrible que es, pero como no puedo evitar tu situación, quiero decirte que no estás solo.

Me despierto cada mañana con el recordatorio de la positividad, incluso lo he escrito en el pequeño pizarrón que me aguarda en la puerta por sí se me olvida. Me mantengo neutra ante cualquier situación durante el día, o al menos trato de aparentarlo para los demás; pero llega la noche, y cada noche es igual o peor a la anterior. Intento saber por qué me siento así, o saber qué siento, sentirme bien. Entonces busco uno a uno en cada recuerdo de mi mente, pienso en cada situación por la que he pasado e intento descubrir que hace que me sienta así pero NADA. No logro encontrar nada, no logro sentir nada. No estoy mal, pero estoy segura que sentirme así no está bien.
Dudo tanto acerca de todo que ya no sé si estoy mejor ahora o cuando mi vida no había cambiado por completo. No he tenido situaciones fuertes ahora, o al menos he aprendido a vivir con ellas, pero no tengo a nadie. Nadie sabe de lo qué era de mí antes, no saben las peores partes de aquella que era yo. No saben por qué fumo ahora, sólo lo aceptan. Deberíamos aprender que todo tiene un motivo, y ése motivo es tan importante, pero a veces ni las personas mismas saben cuál es, entonces hay que buscarlo y hacer algo al respecto, definitivamente, si es malo claro. Como yo ahora, no sé por qué me siento así. Pero con todas mis ganas quiero saberlo. Pero no lo encuentro. Y necesito la ayuda de alguien, un profesional sería la mejor opción, pero no quiero ir con uno, porque estoy segura que lo relacionará con mi pasado. Me siento igual que antes, por supuesto, pero las situaciones son muy diferentes, entonces no tendría sentido.
Tengo miedo de decirle a mi mamá porque correría en círculos y no sería de mucha ayuda en momentos como éste, ¿cómo le explico que necesito al psicólogo sin alarmarla? Imposible.

Me siento igual que antes, tal vez mi vida ahora es mejor, pero entonces ¿POR QUÉ DEMONIOS ME SIENTO ASÍ?.
Por lo menos antes, tenía alguien que me escuchaba siempre sin juzgar pero sobre todo me entendía, me prestaba su hombro y podía berrear todo lo que yo quisiera. Y en las noches, cuando no podía estar con ella, lo llamaba a él, y él sin importar la hora venía corriendo a casa y sin hacer preguntas me abrazaba, me mantenía a su lado y me hacía saber que estaba conmigo, así era y así sería siempre, pero evidentemente mintió. Porque no está aquí. Y entonces yo escribo con más resentimiento, sin entender nada y sólo escribo. Escribo hasta que las teclas dejen de responder porque hago mucha presión en ellas de lo furiosa que estoy con todo.

Nadie puede acudir a mí, y ahora sólo me queda salvarme a mí misma, y eso sí que es triste. Y es más triste aún que yo dude en sí debería hacerlo o dejarme hundir.

Estoy molesta con los viejos amigos por no estar aquí y dejarme a mi suerte cuando saben que sí estuve mal podría estarlo de nuevo. Por alejarse de mí y encima, dejarme con el sentimiento de que fui yo quién tiene la culpa de haberlos alejado de mí. ¿Por qué no permanecieron conmigo? No era tan difícil notar que era cuestión de tiempo volver a caer.

Y estoy molesta con los nuevos amigos por no hacer preguntas sobre "mis motivos". ¿Qué me ha hecho ser quién soy y por qué? ¿Cómo me siento el día de hoy? ¿Por qué hago lo que hago, o creo en lo que creo? ¿Qué me hizo tomar las cosas con madurez? O tal vez es eso, ellos no notan que sea fuerte, me miran débil e inmadura. Igual deberían preguntar el motivo ¿no?.
No lo estoy culpando. Pero no les cuento porque creo que no les interesa tal vez saber la historia de las personas. O la mía en específico.

¿Qué si a mí sí me interesa la de ellos? ¡Por supuesto! ¡Quiero su historia de principio a fin! Lo quiero saber todo, y no importa sí se me olvida. Pero te juro que me quedo con tu esencia; lo que eres hoy, el por qué, y las razones por las que nunca voy a juzgarte ni contarle a nadie más, porque al contarme no deja de ser tu vida, sólo quiero ser tu confidente, y sí tú me lo permites, te daré un consejo que estoy segura no seguirás, pero lo tendrás presente y soy feliz con eso. Soy feliz sabiendo que me mantienes presente, porque sabes que lo estoy. Y quiero ser en la primer persona en quién pienses cuando te sientas como yo. Cuando no sientas NADA. Cuando te creas NADA.

Y te escucharé, hasta que pares de llorar, hasta que te quedes dormido, o hasta que se pase y estés más tranquilo.

El sentimiento no desaparece, pero ahora me siento NADA, con alguien a quién contárselo.
Cuando lo encuentre, por supuesto. Por el momento, continúo siendo NADA, y ya.