La amo.
Por supuesto que aún lo hago, me atrevería a decir incluso que con la misma intensidad de aquella primera vez. Pero la estoy superando.
La amo y la extraño porque es lógico, fueron 7 meses formales y 1 año juntas, claro que duele perderla. Y por supuesto que me niego a olvidar todo lo que pasamos juntas. Pero no estoy atándome a ella, estoy tratándola como una amiga, como lo que siempre fue y a pesar de todo nunca dejó de ser. Me conoce al derecho y al revés y yo a ella y ése tipo de relaciones no se dejan ir. La nuestra era dañina y me tomó mucho convencerme de dejarla; pero por fin lo hice y después de un mes de no hablar, volví a tratarla, poco a poco, sin encariñarme de nuevo, como amiga y con ésa barrera.
Porque estoy en el proceso de superar lo nuestro, porque sigo adelante y estoy convencida que no habrá una vez más porque aunque las dos queremos, ya no es posible, ya todo está muy roto y soy consciente de ello, y sí ella lo está o no, no es mi asunto, yo he puesto las cosas claras.
No voy a perder su amistad, pero tampoco voy a regresar con ella.
Y cada vez que la miro siento nostalgia y sé que es hermosa en su manera de ser, y es noble y divina. Pero ya no la miro como mi novia o una enamorada, la miro como un recuerdo.
Y sí la trato con un poco de lejanía o frialdad no es grosería. Es indiferencia a lo que no pasará.
Y no es que haya dejado de amarla, es que estoy en el proceso de superarla.
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Mis problemas mentales.
RandomEscribí todo lo que sentí en cada noche de soledad en que la tristeza se adueñó de mí y el insomnio no me permitía olvidarlo todo. Escribí y lloré los problemas que me inundaban hasta que un día ya no pude más y terminé la historia... y mi vida.