Mis problemas mentales.

No hay orden.

Desde el inicio de ésta historia todo es triste, un día escribo de mi mejor amigo, otro de que ya no está y al siguiente que ya volvió.
Un día me quejo de que no tengo amigos y al otro de que mi novia se ha ido.

Primero que estoy con mi novia por comodidad y luego que la amo tanto que ya no soporto continuar sin ella.

Todo ésto es confuso y un poco estúpido y lo he estado pensando, pero no quiero borrar capítulos ni modificarlos, porque yo ya me sé toda la historia, así que publicaré los que están en borrador y los dejaré tal como están, porque al llegar al final de la historia, quiero que entiendan el porqué. Y es que no hay orden en mi vida, ni en mis pensamientos, ha pasado un año y yo no he aprendido ni cambiado nada.

Leer todo es muy confuso por todo lo que he escrito y los tiempos en los que fue publicado, o terminado de escribir, pero no pretendo acomodarlos porque quiero que entiendas que así de mal está todo en mi cabeza, y por éso las decisiones que han sido tomadas.

Entre el desorden de mis pensamientos y las múltiples enfermedades inexistentes que mi cerebro me provoca; me es muy cansado para continuar. Y soy egoísta, y débil, y estúpida, pero así es, y no lo hago para hacer sentir mal a nadie y estoy consiente que es inevitable dañarlos, pero son un daño colateral, una vez más, de mis malas decisiones.

Mi objetivo no es que todos lloren por mí, mucho menos ella que es alguien muy importante para la causa. Decir que quiero que sean del todo feliz sin mí es mentira, no les quiero arruinar la vida pero si me gustaría que de vez en cuando pensaran en mí como una persona feliz.

Reconozco que es una decisión egoísta y que además no va a resolver nada para nadie, tal vez ni para mí. Además, sí es que ella llega a sufrir, su novia la va a consolar y pues éso no me agrada tanto, pero ya no estaré aquí para presenciarlo.

Sólo quiero detener el dolor de cabeza y el sentimiento de tener el pecho como hierro y que duela cada vez que me muevo.

Detener el sentimiento de inferioridad ante todos y el dolor constante de no poder encajar en ningún grupo de ningún tipo.
Sí muero y todo se queda más tranquilo, por ejemplo en mi salón de clases... Si es que aún soy consiente de algo, me dará alivio saber que tomé la decisión correcta y dejé de estorbar, aunque también dolerá.

No hay sentido en ésta historia, ni tampoco lo hay en mi vida, así que decidí terminar con ambos porque lo que no tiene sentido, nadie lo acepta, y tampoco lo quiere y cuando lo noté, también me percaté que podía hacer algo al respecto.