Capítulo Tres

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Narra Justin:

—Papi, Ethan está haciendo cosas raras—dijo Amalia y reí al ver como Ethan reía emocionado mientras se pasaba la manito por sus partecitas intimas

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—Papi, Ethan está haciendo cosas raras—dijo Amalia y reí al ver como Ethan reía emocionado mientras se pasaba la manito por sus partecitas intimas. Siempre hacia eso cada vez que lo bañábamos. A él le gustaba mucho el baño, se emocionaba desde que le quitábamos la ropita. Era gracioso ver como se emocionaba desde que escuchaba el agua.

—Está contento princesa—dije jabonando a Emma que me miraba seriamente. Ella no le gustaba el baño, pero no se quejaba. Si te miraba seriamente, pero cooperaba. Aunque a veces si lloraba y tenía que sacarla cuanto antes porque sino Ethan también empieza a llorar y eso era una batalla sin fin. O calmabas a los dos a la vez o a ninguno. El patito de hule funcionaba, pero no por mucho tiempo. Y ni hablar cuando bañábamos a Derek y a los mellizos juntos. Derek cogía el patito de hule y lo apretaba haciendo reír a sus hermanitos, pero cuando Emma no aguantaba el agua más, empezaba a llorar y Ethan la seguía. ¿Lo peor? Que también Derek lloraba de lo molesto que era el lloriqueo de sus hermanitos. Era frustrante tratar de calmarlos a los tres, pero era imposible.  Realmente lo era y eso frustraba más a Amelia porque ella quería calmarlos, pero era imposible hacerlo a la vez. A mí también me dolía ver como ellos lloraban como si su vida fuera acabarse, me partía el corazón. Ver sus ojitos rojos, ver como estiran sus manos para que los coja, era algo muy fuerte para Amelia y para mi, pero hacia todo lo posible porque ellos sonrieran porque cuando lo hacían, era algo maravilloso. –Sabes que ama el agua—dije y esta rio echándole agua en la barriguita haciendo que Ethan pataleara emocionado en su bañito.

—Si que lo ama papi—rio Amalia y cogí el vaso echándole agua por encima a Emma que se quejó, pero no lloró y eso era algo bueno. Le eché el cabello para atrás ya que el agua había hecho que se le taparan los ojitos y esta rio viéndome. A los mellizos le gustaba mucho el juego de donde estoy. Es un juego donde te tapas los ojos por varios segundos y ellos o yo me destapo los ojos. Era divertido hacerlo, pero ya no funcionaba con Derek. Este me miraba mal o se iba con Amelia. –Ya se le está cerrando papi—dijo y miré donde señalaba. Era la cicatriz de la operación, apenas le estaba cicatrizando a pesar de que han pasado dos meses. A veces le picaba y le echábamos crema, pero hay veces que hay que tener cuidado porque Ethan se acaricia o se pasa la mano lastimándose. Por suerte eso solo había pasado una vez, pero debíamos vigilarlo por si acaso. –Ay mi príncipe—dijo besando la frente de esta que rio jalándole el cabello. –Papi ayúdame—rio y le di a Emma el patito de hule antes de acercarme a ayudarla.

—No le des besito cuando está en el agua princesa, sabes que se emociona—dije y esta rio asintiendo. Cargué a Emma envolviéndola en la toalla y se la di a Amarlia mientras sacaba a Ethan. –Listo—sonreí yendo a la cama en donde estaba Amalia secando a Emma. — ¿Tienes todo controlado aquí?—le pregunté.

—Si papi—sonrió y asentí saliendo de la habitación yendo a la de los mellizos. Saqué los pijamas, cogí la crema para la herida y vaselina antes de volver a la habitación. –Papi, no se separan—rio Amalia y reí al ver como los mellizos tenían las manos agarradas. Era increíble la fuerza que tenían para agarrarse y no soltarse.

Vacaciones Compradas {#3 Vientre Comprado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora