Narra Amelia:
—¿A dónde fue Justin?—preguntó Mima y reí al recordar como salió corriendo de la habitación por mi helado. Era un desesperado, él odiaba los misterios y las sorpresas y mas las mias. Mis sorpresas siempre tenian intenciones ocultas y siempre me aprovechaba de eso para pedirle lo que quiera. Como ahora, queria helado y él queria saber la sorpresa que le tenia. ¿Por qué no aprovecharme de eso?
—A comprar helado—dije y esta alzó una ceja. Ella sabia que detrás de eso habia algo. Justin no iba a comprarme helado solo porque yo se lo pedia. Él siempre me peleaba porque siempre queria helado y tenia que rogarle para que fuera por mi helado. Asi que era raro que Justin saliera a buscar helado sin pelearme.
—¿A cambio de que?—preguntó y reí al sentir a mis bebés jalarme el cabello. Yo estaba en el medio y ambos en las esquinas. Emma exploraba mi cabello mientras que Ethan solo queria tocar a su hermanita. Ambos se veian adorables y amaba tener este tiempo con ellos. En donde estan tranquilos y solo soy yo. Cuando estan con Justin, Emma se emociona mucho y empieza a balbucear mientras patalea emocionada mientras que Ethan sigue a su hermana. Asi que amaba tenerlos tranquilos.
—De que le de su sorpresa—dije y esta rio negando. Ella sabia que Justin hacia esas cosas solo si obtenia algo a cambio y como ven, tendra su sorpresa.
—Espero que esa sorpresa sea buena porque sino, lo tendremos de mal humor—dijo y reí acostando a los gemelos juntos y ambos rieron cuando me acerque a darle besos. Ellos amaban mis besos, aunque en realidad se dejaban llenar de besos porque mi pelo caia en sus rostros cuando me acercaba. –Por cierto, tengo que contarte algo—dijo y la miré sin salirme de encima de mis bebés. Ambos reían mientras jalaban mi cabello.
—¿El que?—pregunté y esta se sento a mi lado.
—Se acerca el cumpleaños de Frank y queria hacerle una fiesta, ya sabes—dijo y asenti. –Pero sin tus niñas—dijo y reí. Yo sabia porque decia eso. El cumpleaños pasado de Frank, a mis chicas se les ocurrio sorprender a Frank con un pastel. ¿Cuál fue el problema? Que justo cuando Frank veia el pastel, ambas se lo tiraron a la cara antes de salir corriendo. ¿Qué fue lo peor? Que al salir corriendo, Justin fue detrás de ellas y tumbaron todas las luces al enredarse con el cable. Fue gracioso, pero no para Mima que s ehabia esmerado haciendo la fiesta.
—Abuela,dices eso como si mis bebés fueran unos demonios—dije y esta rio.
—Es que lo son cielo—dijo y reí. En eso no podia contradecirlas. Mis chicas eran peor que un demonio. A todo le buscaban chiste, a todo le encontraban un juego y a todo le tenian una travesura. Justin trataba de controlarlas, pero vamos, son mis hijas. Imposibles de controlar y como saben que papá no va a castigarlas porque Justin es muy debil, se aprovechan de eso.
—Prometo que esta vez van a comportarse—dije y esta alzó una ceja. No se lo creía, pero iba a lograrlo. Si habia algo que conocia de mis chicas es que si quieren algo mucho, haran lo que sea por tenerlo y yo sabia lo que ellas querian.
—¿Asi?—asenti besando la barriguita de mis bebés haciendolos reír. Ellos amaban los besitos en la barriguita. —¿Cómo?—preguntó y sonreí.
—Justin planea llevarnos de vacaciones a Hawai—dije y esta abrio los ojos como platos. Eso me confirmaba que Justin no le habia contado nada.
—¿Vacaciones?—preguntó y asenti con una sonrisa. —¿Pero como?—preguntó confundida y reí acostandome entre medio de mis bebés haciendo que estos se pegaran a mi para jalarme el cabello. Tan pequeños y ya eran unos rebeldes.
—Si, la razon de porque quiso que fuera con él para Arizona era para pasar tiempo a solas antes de llevarnos a todos de vacaciones a Hawai—dije y esta asintio. De seguro aun seguia sorprendida. –Lleva tiempo queriendolo hacer porque nunca hemos tenido unas vacaciones familiares oficiales y le prometió a las gemelas llevarlas—dije y esta sonrio.
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Vacaciones Compradas {#3 Vientre Comprado}
RomanceNada mejor que tener unas pequeñas vacaciones lejos de todos y a solas. Justin y Amelia querían eso, necesitaban tener unas vacaciones para ellos, pero con cinco hijos sabían que eso sería imposible. Entonces, ¿Por qué no convertir la escapada román...