33//Hilltop.

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Tras la tormenta del día anterior salió el sol y gracias a ello podían trabajar. Cuando Lis salió de la casa fue en busca de Carl y le dijo si podía ir a cuidar de sus hermanos, él había aceptado y le informó que por la tarde Noah sería enterrado con el resto de fallecidos. En la entrada de Alexandria estaba un grupo de cinco hombres y una mujer, se acercó con el rostro serio e intimidante. Un hombre con barba y cabello largo le sonrió, el atuendo la sorprendió puesto que hacia demasiado calor.

—Lisbeth Grimes—se presentó.

—Soy Jesús y venimos en busca de ayuda.

—Mas que ayuda queremos proponeros un trato—dijo la mujer castaña de ojos azules. La morena la observó con detenimiento. ¿Han visto que existe el odio a primer vista? Pues para Lis aquella chica le causaba mala espina.

—De acuerdo, ¿con quien tengo que negociar?—preguntó Lis burlesca, esa situación le hacía gracia—. Mi comunidad esta de luto y no estamos para ayudar a otros en este momento. Y les aconsejo que no busquen problemas con mi gente.

—Me llamo Elisa y junto a mi padre llevamos Hilltop. Hay un hombre que se esta pasando de listo y por lo que hemos oído vosotros sois los siguientes.

Lis se llevó la mano a la mandíbula, necesitaba un día de descanso. Suficiente tenía con los caminantes y los bandidos que asaltaron su hogar, como para que ahora venga otro loco a querer joder. La castaña miró tras la joven, parecía que sus ojos iban a salirse de sus cuencas. Lis un poco curiosa por la mirada coqueta que lanzaba tras sus espaldas, se dio la vuelta y vio a su marido llegar. De inmediato frunció el ceño, ya estaba en su lista negra. 

—¿Qué ha pasado?—preguntó Rick.

—Soy Elisa y él Jesús—señaló con el dedo índice al aludido—venimos de Hilltop para proponeros un trato.

—Rick Grimes—contestó con voz autoritaria y sin reparar en la mujer desconocida. Por dentro Lis festejaba, era como diciendo que aquel es su hombre y solo tenía ojos para ella—. ¿De que estamos hablando? Cabe mencionar que no estamos pasando por el mejor momento.

—No queremos pelear, necesitas ayuda y nosotros también—dijo Jesús. No se llevaba bien con Elisa y no la aguantaba cuando se ponía a coquetear con otros hombres. Lo único que quería era hablar con la pareja de casados, acordar un acuerdo e irse a su casa.

—Iremos mañana a vuestra comunidad, hoy no nos interesa saber nada. Queremos respetar las memorias de nuestros fallecidos. Puede quedarse alguno e indicarnos el lugar para hablar con vuestro líder.

—No Rick—le paró Elisa, miró los ojos de Rick con intensidad, para ella era mucho mas que atractivo y no le molestaría llevárselo a la cama y después regresárselo a su mujer—. Soy la líder de Hilltop y puedes hablar perfectamente conmigo.

Esa es una de las mil razones por las cuales Jesús no la aguantaba, siempre quería llevar el control y manejar a todos a su imagen y semejanza.

Lis miró con molestia a esa mujer, apretó los puños y trató de no soltarle una patada en toda la cara. Por su mente pasaron varias formas de matar a alguien lenta y dolorosamente. Rosita al ver a su amiga con la mandíbula apretada la cogió del brazo y la alejó de los demás. Mientras tanto Rick y Glenn trataban de hablar con una Elisa coqueta y descarada. 

—Estas completamente roja—susurró Rosita. La morena soltó los puños y se dijo mentalmente que Rick no se fijaría en esa mujer paliducha.

—Es por la rabia. ¿Has visto como mira a mi Rick?—preguntó molesta, su amiga trataba de no reír pero si alguien coqueteara con Abraham ella estaría igual o peor—. Quiero cortarle la garganta y que el primer caminante que vea se la coma, mientras agoniza lentamente.

The Walking Dead [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora