23//Pequeño Grimes.

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Lisbeth se apoyó del brazo de Rick y lo apretó con fuerza. Nunca había experimentado nada igual, para ella era demasiado doloroso. No podia retener las lágrimas, salían a mares y no le importaba que la vieran llorar a medida que se retorcía entre los brazos de Rick.

—Tenemos que llevarla a la enfermería—gruñó Daryl, muy angustiado al verla tan mal.

Rick asintió y entre los dos la ayudaron a desplazarse por el pasillo de la casa. Rick creía que se iba a quedar sin mano, le dolía pero no era nada comparado con lo que estaba sufriendo su mujer.

—No...—chilló la joven—. ¡Duele!

Carl se asomó por las escaleras en compañía de Carol. Se miraron entre si y esperaron con los nervios a flor de piel como la cogían para bajar con ella. Carl sintió una punzada en el pecho, le venían breves recuerdos de la prisión, su madre acostada en el frío suelo, llorando y agonizando mientras Judith venía al mundo. Se sentía mal, eran recuerdos amargos, cogió a su hermana y desapareció.

—Denise la atenderá—dijo Rick, se negaba rotundamente que Pete tocara a la joven.

Daryl no se opuso y siguieron caminando con Lisbeth en medio, no quería que la cargaran, era su momento de quejarse y nadie podía discutir con ella. Rick tocó desesperado la puerta, abrió Tara y no tardó en comprender lo que sucedía. Se pusieron manos a la obra. Lisbeth se quejaba sin parar, se movía de un lado para otro en la cama. Apretó la mano de Rick y suspiró, tenía que calmarse.

—Aún queda para que nazca—informó Denise.

La joven soltó varias carcajadas que dejaron atónito a Rick.

—¡No me jodas, esto me esta matando!—gritó.

—Trata de calmarla—susurró Daryl, salió de allí tras decir eso, estaba nervioso y no le apetecía ver a la que consideraba su hermana pequeña abierta de piernas.

—Amor...—la llamó, ella lo miró con los ojos llenos de lágrimas—. Respira conmigo, estamos juntos. Vamos, repite.

Asintió y respiro al ritmo de Rick. Sintió otra punzada y prefirió poner una almohada sobre su rostro y gritar. Parecía que la noche iba para largo. Rick la estaba ayudando en todo lo que podía, mientras tanto sus otros familiares esperaban fuera de la casa a la espera del nuevo Grimes.

—Esta sufriendo mucho—murmuró Rosita, quería entrar pero Denise se lo había impedido, el único que debía estar dentro era Rick, por el momento el resto estorbaría.

Para Maggie no pasaba desapercibido los gritos y gruñidos que Lisbeth soltaba, Lori estaba en su mente y se imaginaba que Carl estaba igual. Glenn la abrazaba, a él dentro de un par de meses le esperaba lo mismo. No habían dicho nada aún, Maggie estaba embarazada. Un futuro les esperaban a todos, con bebés incluidos.

—Queda poco—les avisó Tara, por ser novia de la doctora tenia el privilegio de estar dentro. Cosa que le molestaba a Rosita y ya se había quejado por eso.

—¿A quien se parecerá?—preguntó Abraham.

—Seguro que a Rick—opinó Eugene.

—Tendrá el carácter de Lisbeth—continuó Glenn.

Estuvieron debatiendo como sería el nuevo miembro de la familia durante un buen rato. Mientras tanto dentro todo era un caos.

Rick secó la frente de Lis con un trapo fresco, besó su frente y agarró su delicada mano con fuerza. Ya había llegado la hora. Y no lo había pasado para nada bien.

—Escúchame—habló Denise—empujaras cuando yo te lo indique. Respira—la morena obedeció—vamos, tres, dos, uno... ¡Empuja, tu puedes!

Lisbeth sentía que iba a desfallecer, era cansado y doloroso. Empujó por un par de segundos y volvió a coger aire, repitieron el proceso por tres veces más. Denise sonrió orgullosa de su trabajo. Tras el silencio se pudo escuchar el llanto del bebé. Rick abrió la boca, impactado, caminó hasta la doctora y sus ojos se cristalizaron.

The Walking Dead [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora