Los amores del Jefe

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Trabajar con Killua es un verdadero placer. Definitivamente alabo su forma de actuar y lo eficiente y detallista que puede ser para que un concierto empiece y termine bien. Y no solo yo lo veo así, todos en la productora nos sentimos motivados por su forma de ser, tan refrescante pero seria, y muy comprometido con lo que hace. Además no hay muchacha que no se sienta atraída hacia su persona, es un hombre que tiene un aura atrevida y sensual y cuando sonríe... ¡Hace a todas suspirar!

Según me he dado cuenta, es parte de su naturaleza ser así, elegante y sensual como un felino. Y de verdad me llama la atención que todos los lunes a la hora del almuerzo las muchachas de Recursos Humanos se juntan con Eddie a mirar la página de Sociales del periódico más gordo, ¿La causa? ¡Obviamente el Jefe! Suele aparecer todas las semanas con una modelo diferente en diversos eventos en donde claramente llama la atención. Eso sí, hoy lunes una de las chicas llevó una revista de espectáculos, ya que había sido nuestro amado Jefe paparazzeado con una mujer saliendo de un club. Al parecer ella tenía antecedentes de salir con estrellas, y terminaba en la palestra por conflictos con estas, dejándolas mal paradas.

Esa mujer... Había amanecido el domingo pasado en casa y tuvimos un encuentro incómodo, por no decir desagradable.

-¿Y esta? No sabía que tenías nana, Killua-La mujer teñida y claramente operada me miró de pies a cabeza desde el otro lado de la cocina abierta que tanto me gusta. Estaba con pijama, bata de levantarse y un peinado digno de un cavernícola.

-Es mi roomate, respétala. – Dijo Killua tomando una taza de café que le había servido.

-Oh, creí que eras rico, cariño... - dijo la mujer de forma despectiva, tomando con sus manos una rodaja de naranja.

-Y yo que tenías modales, cariño ~ - Le respondí con una sonrisa y un tenedor para ella.

Mujer desagradable, todo porque tiene tetas descomunales y un cuerpo bronceado puede dárselas de diva en una casa ajena...

-¡Pero qué diablos..! – Exclamó Eddie perplejo al darse cuenta que venía entrando al casino Killua con esa mujer agarrada del brazo. Todas miramos al mismo tiempo, para nada disimuladas, pero sin embargo ellos no se fijaron.

-¿Qué hace esa mujer acá? – Dijo una de las chicas al lado mío con la voz baja y agachada. Todas la imitamos, incluso mi primo.

-¡No tengo idea, no estaba programado que tuviera visitas! – Volvió a exclamar Eddie, pero con un tono menos chillón que antes.

-Si lo que la revista dice es verdad, tendremos que ser cuidadosas con que no dañe la reputación del Jefe. – Aseguró otra de las chicas.

-Pirika, tú estás más cerca del Jefe que nosotras, ¿Puedes vigilarlo?

-Pero por su pollo – Dije bromeando y con un dejo de orgullo – Puedo ser muy cortante si quiero, señoritas!

-¡Así está bien, entonces! Si ves que se acerca demasiado al Jefe, ¡Patea su trasero! – Dijo la primera chica de nuevo. Ella es graciosa, siempre tiene como solución para todo, "Patear un trasero", me cae bien.

Por suerte el trabajo volvió a la normalidad, y por el resto de la tarde todo estuvo tranquilo. Por mi parte, los deberes estaban más que tranquilos, así me divertí ojeando un libro para colorear orientado para la vida cotidiana de los adultos que me mandó la novia de Eddie como regalo. Rayos, ella es un amor de persona, no como esa...

-Disculpa, ¿Está Killua disponible para verme? – Me dijo la mujer que menos quería ver al frente de mi escritorio. Parece que no me reconoció vestida de ejecutiva (¡Yay! Mi identidad se encuentra protegida por mi armadura de vaga). Me limité a mirarla con mi mejor cara de odio, para indicarle con mi dedo índice el escritorio de al frente.

5, 6, 7 To Your Heart (Killua's FanFic) #OtakuAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora