Los Amores del Jefe II

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Al final, solo terminaron siendo estúpidas fantasías las que creé la noche del baile de Pariston, y me hacen sentir vergüenza de mí misma por haberlo hecho. Si al final de cuentas, en menos de un mes mi Jefe de cabello blanco como la nieve volvió a aparecer en las revistas de espectáculos junto a una señorita asiática en un casino. Los titulares decían algo así como "Bellezas Exóticas x2", y eso a Eddie le hirvieron los coj...

- ¡¿AAAARRRRRGGGGG PORRRR QUÉ?! ESTO ESTÁ MAAAAL, MAAAAAL – Decía entre chillidos y desgarros guturales.

Les cuento que el "Martin McFly" de mi primito es ser considerado "normal" al lado de sus amigos. Bueno, desde que tengo memoria ese enano es un figurón, y si no llama la atención o sus amigos llaman más la atención que él, le dan esos ataques de furia.

- Lo siento, querido Edward – Dije, para cesar con sus berrinches – Pero el titular tiene razón.

Llamé la atención de él, las chicas de Recursos Humanos que traen esta clase de noticias y del Jefe, que para variar, se queda revoloteando para molestar a Eddie en sus momentos de debilidad.

- Explícate ahora, Pirika.

- Es eso. El titular tiene razón de llamar "Belleza Exótica" al Jefe. – Juro que vi cómo se le paraban las antenas a Killua por decir eso. – Es cosa de mirarlo. Extranjero, de contextura atlética, muy alto, con un cabello esponjoso y blanco que destaca a leguas...

Regla N°1 de los fetiches: Jamás hablar de ellos en frente de personas normales.
Regla N°2 de los fetiches: En el caso de que los mencionaste, NO los alabes...

Acabo de romper las reglas primordiales. ¡MÁTENME AHORA! ¡DESHONOR, DESHONOR PARA MÍ!

Las muchachas quedaron un poco perplejas por mi oda a su cabello, pero de inmediato me encontraron la razón, y Eddie, de a poco, se empezó a calmar. Killua, en cambio, bajó su cabeza escondiendo su mirada y sonriendo... Como si lo tomara como un cumplido.

- Hey, hey, Pirika... – Dijo Killua cuando estaba cocinando, apoyando sus antebrazos en la mesa de la isla, observándome interesado. – Te propongo un trato...

- ¿? – Lo miré de vuelta un poco asustada. Mi sentido arácnido me dice que tenga cuidado.

- No, no te asustes... Yo... Argh... - Bajó su cabeza, como si escondiera su expresión abatida – Tengo problemas financieros y necesito que pagues las cuentas...

- ¡¿KHE?! - ¡Estaba IMPACTADA! - ¿Problemas financieros? ¿Qué diablos te pasó, Señor Millonario Codiciado!

- ¿Millonario Codiciado? ¡Pirika, me halagas! – Se burló mi roomate y yo me puse colorada ante la inminente verdad de que llevo todo el día elogiándolo. – Es solo que este mes me encuentro algo corto de efectivo...

- ¿Y puedo saber el porqué? – Traté de verme de mal humor, para dejar de avergonzarme por todo. – Mínimo, si pagaré las cuentas...

- Es complicado.

- ¿Una mujer? – Ahora mi mal humor era verdadero, ¡Y como guinda de la torta, se rascó la nuca mirando hacia otro lado, tratando de evadirme!

- Casino, de hecho, pero te prometo que no volverá a pasar. – Respondió sonriendo delicadamente, como un niño pequeño que confiesa haber roto el florero de la abuela.

Quedé sin habla. No sabía que tenía problemas con las apuestas, aunque me había dado cuenta que es de la clase de hombre que odia perder y darse por venci... Bueno, ahora puedo asimilar ambos escenarios sin problemas.

5, 6, 7 To Your Heart (Killua's FanFic) #OtakuAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora