Epílogo.

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N/A: Bueno, a petición de muchas aquí les traigo el epílogo. De antemano les digo que quedarán algo así como... ¿Eh? Pero estoy abierta a cualquier pregunta o duda que este epilogo les haya dejado. El viernes subiré los agradecimientos y el preguntas-respuestas (si es que mis lindas lectoras se dignan a pregunterme siquiera como estoy) y demás cosas.

Bueno, sin más preángulo, los dejo con el epílogo de Al estilo de Sarcastichica.

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A la mañana siguiente del día en que Corey y yo acordamos que llevaremos nuestra relación a nuestro estilo, yo había salido una hora antes que mi novio porque 1. Mich me había enviado un mensaje para que lo encontrara en la cafetería del estudio a las siete y 2. Corey dormía como si lo hubieran noqueado con la culata de una pistola en la nuca.

Lo normal en él, ya me había acostumbrado.

Salí del edificio sin cruzarme con nadie y así mismo pasó cuando llegué al estudio. Encontré a Mich tomando café en una de las mesas de la cafetería, con un señor y una chica que no logré identificar hasta que llegué hasta donde ellos estaban.

-¡_____, amor mío, corazón de otro! -exclamó la chica dramatizando y extendiendo los brazos hacia mí, yo reí.

-¡Zendaya, corazón no correspondido! -dije yo de igual manera y la abracé. Luego me giré hacia George e hice lo mismo-. Weasley, te amo.

George rió separando el abrazo y yo me senté.

-Ya te dije que no soy Weasley, _____. Mi apellido es...

-McVey, lo sé. Pero eres alto, delgado y pelirrojo. Un Weasley -me acerqué a él con cautela y alcé una ceja-. ¿Seguro de que no tenías un hermano gemelo llamado Fred y que murió en la segunda guerra mágica y ahora no puedes hacer tu patronus por culpa de la maldita de J.K Rowling?

-Agh, ni me lo recuerdes -murmuró Zendaya con una de las muecas que tanto hacia-. Juro que lloré por días -y se llevó su café a la boca, maldiciendo a J.K Rowling por lo bajo.

Yo reí negando con la cabeza. Me daba risa Zendaya porque me recordaba a mí. Igual de sarcástica y graciosa. Me giré hacía Mich y George, que también reían.

-Bien, ¿para qué me citaron tan temprano? -pregunté, quitándole el café a Mich.

Éste rodó los ojos al verme tomarlo y empezó a hablar:

-Bueno, las audiciones para encontrar a un Jacob Stevens empieza hoy a las ocho y queríamos avisarles simplemente -informó.

Miré a Zendaya con una ceja alzada y ella hizo lo mismo, luego nos giramos hacia los dos y apoyamos una mano en la mejilla, viéndolos con una pockerface.

-¿Nos levantaron a las seis de la mañana para esto? -dijimos al unisono y ellos asintieron-. Increíble.

-Oh, vamos. Será divertido -animó George-. Están empezando a llegar chicos y muchos son muy guapos y se ve que tienen talento -sonrió-. Espero que sepan elegir bien. Tomen, aquí tienen el libreto que se les va a dar a todos los que vengan. Ustedes servirán de jurados. Junto con nuestro director y escritor de la película, por supuesto... Estudiense el libreto y la personalidad de Jacob. Espero que lo encontremos hoy. Las espero en el estudio C13, ¿okay?

-Okay -asentimos las dos.

-Perfecto. Nosotros nos vamos -avisó Mich-. Por cierto, Zendaya, tu productor te está buscando en tu set.

-Agh, maldita pereza -masculló ella, poniendo los ojos en blanco y levantándose-. Adiós, amor mío, corazón de otro.

-Adios, corazón no correspondido -chocamos los cinco y los vi desaparecer a los tres de la cafetería.

Como no tenia nada que hacer durante la media hora que me quedaba, me dispuse a leer un poco el libreto. En realidad eran diálogos simples pero con humor. Se suponía que Jacob primero aparentaba ser un nerd aguafiestas, pero luego se descubría que era él quien había estado haciendo actos de rebeldía como pintar grafitis y demás cosas en el vecindario de los abuelos de las Rivens, que era un vecindario lleno de niñitos ricos, sabelotodos y mimados... Algo que ni las Rivens ni Jacob eran.

Después de haber desayunado y en vista de que ninguno de mis amigos parecía venir hoy, vi en el reloj que eran ya casi las ocho, así que me levanté y salí en busca del estudio C13.

Sabia donde quedaba ya que había ido hacia allá cuando audicioné para el papel de River. Solo como a unos cinco minutos de la cafetería. La verdad es que el estudio de Disney Channel en sí es demasiado grande y a veces tienes que tener cuidado con el montón de cosas para películas o series que llevan y traen personas siempre. Yo soy buena esquivando, tengo buenos reflejos, por eso es que siempre me agacho, o salto o esquivo antes de que las personas digan «¡Cuidado!» o «¡Permiso!».

No obstante, creo que me distraje un poco viendo un patito de hule gigante que ni siquiera me di cuenta a tiempo de que me estaban gritando.

-¡HEY, TÚ, SI TÚ! ¡LA CHICA QUE MIRA AL PATO! ¡PATINADOR AFICIONADO VA DESCARRILADO A TU DIRECCIÓN! ¡DAME UN PERMISO SI NO QUIERES QUE TE ATROPE...!

Tarde.

Y sin más, el chico que patinaba descontroladamente y gritaba como loco en mi dirección, me atropelló tal y como yo lo había hecho con Corey cuando nos conocimos, salvo que estaba vez la que se llevó el mayor impacto fue ¿adivinen? ¡Exacto! Esta pendeja.

Ay de mí.

-Oficialmente... -habló el chico en una especie de aullido ahogado. Él también se había golpeado-, le acabas de quitar la oportunidad a mi papá de ser abuelo.

-¿Yo? ¡Fuiste tú quien me acaba de atropellar! -exclamé.

-¡No fui yo quien se quedó embelesado viendo un pato de hule gigante!

-¡Oh, vamos! ¡Admite que no siempre vez a un pato de hule gigante! -chillé, tratando de no reír ante la situación.

Al parecer el chico no pudo evitarlo y empezó a reír, levantándose con algo de dificultad y parándose como pingüino. Me extendió una mano y yo la tomé. Mientras lo hacia se quedó viendo al pato.

-Bueno, si es verdad. No siempre ves a un pato de hule gigante -reflexionó, mirando al pato como si fuese un monumento interesantísimo.

Bueno, aunque de verdad si lo era.

-Un pato de hule gigante... -suspiró.

-Sin duda el señor Weasley se volvería loco -dijimos al mismo tiempo y soltamos una carcajada.

El chico me extendió la mano.

-Bueno, lamento este repentino momento -sonrió-. Un gusto... ¿conocerte? ¿Se puede conocer a la gente atropellándola?

-Oh, creeme que si se puede -ladeé la cabeza y le estreché la mano-. Soy _____, _____ Córdoba.

-Hola, _____, _____ Córdoba -saludó el chico-. Yo soy Froy. Sólo Froy.

Al Estilo De Sarcastichica [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora