Capitulo 41

52 3 0
                                    

Steve respiró hondo, desde el inicio había notado como él la observaba ¿pero de ahí a casarse? No, eso no se lo esperaba. 

— ¿Ella está enferma? —Preguntó tranquilamente.

— ¡No! A ver ¿Por qué mierda no podía casarme con ella? Es la mujer que amo, no soy un niño —respondió él en voz alta.
— ¡No estas usando el cerebro! ¡Eso es lo que me enoja! —Gritó Steve parándose de su asiento. —Yo puse mi empresa en tus manos, y tú estás tirando todo por la borda, si esa niña te pide el divorcio nos vamos a joder ¡Tú lo sabes!
— ¡Es mi dinero! —Gritó Drew.
—También es el mío ¿No lo entiendes?
—No te preocupes por tu dinero, no lo vas a perder...
—Hijo, eso no es lo que quiero decir...
— ¡Deberías estar feliz porque al fin consigo a la mujer que amo! Solo piensas en tu dinero, como si Amelia fuera un buitre. Y sinceramente papá, sino apoyas esto no me importa, me voy de aquí.
— ¡Espera! —Le gritó Steve —No, no te vayas. —Agregó rápidamente tratando de detenerlo, él era su hijo, su favorito, él no lo podía abandonar así... —Está bien, acepto tus decisiones, me imagino que sabes lo que haces. —Opinó resignado.
— ¿Y dónde quedo yo? —Preguntó Micaela llorando — ¡Dime! Se supone que ahora me echas como si hubiera sido nadie en tu vida porque te obsesionaste con una niña.
—Ella no es una niña.
— ¡Es una niña! Y tú lo sabes.
—Tú y yo terminamos.
—No, tú terminaste conmigo, yo lo quería intentar porque te amo —dijo mientras se ahogaba en lágrimas.
—Micaela... Nosotros no podíamos estar juntos, últimamente.
Ella negó tristemente

— ¿Y ahora qué? Por si no te acuerdas yo he comprado muchas acciones de la empresa, si me voy, las vendo, y con la crisis económica eso le vendrá muy pero muy mal ¿Cómo la ven? —Concluyó observándolos con arrogancia.

—Ella tiene razón —respondió Steve.
— ¿Qué quieres? Te las voy a comprar. —Le ofreció Drew.
—Yo no te las voy a vender.
— ¿Qué quieres?
—Me quedaré a vivir aquí, no creo que ese matrimonio tuyo vaya a durar más de dos meses.
—Tú tienes tu casa —le recordó Drew.
—Me quedo aquí o vendo las acciones, tú eliges amor.
Silencio.
—No tengo todo el día —recalcó Micaela.  


Rawr...

It hurts |Drew Dirksen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora