Él asintió...
—Está en el asiento de atrás.
Ella giró y vio una cajita pequeña blanca, se inclinó para tomarla, al abrirla sonrió, ¡Eran unos lentes de sol! Eran bellísimos, color rosado, pero aunque se los había regalado, los volvió a entrar en la caja.
—Gracias, pero no.
— ¿No? —Preguntó confundido.
—No me siento bien cuando me regalas cosas, mejor cómprale cosas a Sonia, sé que le encantarían.
—Yo las compré para ti.
—Pero no las quiero.
—Quiero que las uses.
—Las regalaré—dijo tajante.
—Son tuyas, puedes hacer lo que quieras con ella.
Llegaron a la casa en la noche, la mayoría delas chicas ya habían llegado, muchas de ellas dormían, no se escuchaba nada, Drew sin pensarlo se desmontó junto a Amelia, y ambos entraron por la puerta de atrás. Luciana estaba en la cocina cuando escuchó la voz de Amelia, salió corriendo para su encuentro y en cuento la vio la abrasó, Amelia sonrió...— ¡Me hiciste mucha falta! dijo la rubia.
—Mira lo que te traje—dijo Amelia mientras le pasaba la caja con los lentes de sol.
Luciana sonrió...— ¡Me encantan! —Exclamó mientras se los ponía. Se dio cuenta de una presencia detrás de Amelia, su sonrisa decayó... —Lo siento no lo había visto, Buenas noches señor— dijo la chica nerviosa sin saber qué hacer.
Drew fulminó a Amelia con la mirada, y salió del lugar.
— ¿Dije algo malo? Preguntó lucía.
Amelia se quedó mirando en la dirección en la que se había ido...
—No, no dijiste nada malo.
Drew subió directamente a su habitación, tenía el ceño fruncido.
— ¿Qué tenía de malo que aceptara el puto regalo? —Se sorprendió al encontrar a Sonia durmiendo en la cama, ¿No que estaba de viaje? Se quitó la ropa, hasta quedar en interiores, se sentó en la cama y le tocó el brazo, Sonia enfocó sus ojos hacia él. — ¿Qué haces aquí? —Le preguntó tiernamente.
—Llegué de la convención esta mañana, no te llamé porque estaba cansada.
Él se quedó observándola unos segundos— ¿Todo bien?
Ella le sonrió mientras se sentaba en la cama y le daba un beso
—Si, amor, todo bien.
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It hurts |Drew Dirksen|
Genç KurguSer pobre no fue mi elección, Ver al hombre que me engendró endeudarse hasta los huesos para sacarme adelante tampoco. Que mi papá me vendiera al hombre más cruel que había existido.. Fue mi única salida. A veces me pregunto cómo hubiera sido todo s...