—Él era mi papá. Y yo sé que quizás no era el mejor, pero... —no pudo continuar hablando sentía una opresión en el pecho que le impedía respirar, un nudo que le dificultaba expresar su dolor.
Él la abrazó con fuerza mientras la escuchaba sollozar, así pasó al menos dos horas más, a mitad de la madrugada se dio cuenta de que ella se había quedado dormida, la tomó en brazos y la llevó a la cama, se acostó junto a ella y le acarició el pelo...—Si yo pudiera te quitaría ese dolor que sientes...
Sus palabras se quedaron suspendidas al pensar en la realidad, si él nunca hubiera aparecido en su vida, tal vez ella estaría viva con su padre, no pudo evitar sentirse culpable, el hecho es que lo que había empezado como una estúpida venganza porque ella lo había desafiado se había convertido en amor, un amor extraño que quizás no podía explicar con palabras, pero lo sentía, era querer protegerla, querer mantenerla junto a él. Nunca había sentido algo igual, para él Micaela ¿Qué significaba? Ella era inteligente, pero su relación solo fue una estrategia, ella era una buena pieza en la empresa, pero solo hasta ahí. Ella era autosuficiente, él ni necesitaba ni quería cuidarla, incluso no le gustaba cuidar de nadie, hasta que apareció Amelia y le cambió su ideología.
Ahora estaban casados, era lo más loco que había hecho en su vida, principalmente porque él no solía tomar decisiones relevantes en momentos de declive pero sentía que no se había equivocado, que estaba en lo correcto por primera vez se sintió que la decisión que había tomado era la correcta.
Al otro día cuando Amelia despertó se encontró con la mirada de Drew, todo en su cabeza daba vueltas, ¿todo había sido un sueño? De repente recordó todo, su corte en el brazo, la muerte de su padre y... levantó su mano, tenía un anillo... y su extraña boda... estaba casada, observó a Drew confundida.— ¿De verdad estamos casados?
Él asintió sonriendo, ella no pudo hacer lo mismo, se sentó en la cama y empezó a arreglarse el pelo, sentía que le dolía todo el cuerpo.
— ¿Qué pasará ahora? —Preguntó observándolo.
— ¿Quieres regresar hoy?
Silencio.
—No, mejor no... Es mejor que descanses y mañana lo enfrentamos todo, ¿Te parece?
Silencio.
— ¿De verdad estoy casada contigo? —Preguntó asombrada, la verdad no se lo creía, sabía que estaba un poco loca, pero de ahí a casarse ¡No!
—Sí, cielo.
— ¿por qué de repente estas así conmigo? ¿Pasa algo?
Él sonrió mientras le daba un beso en la frente—Me di cuenta de que te amo. ¿No me crees?
—La verdad es que no —respondió sinceramente.
Él suspiró mientras se paraba y le traía una bandeja, ella no se midió y comió de todo, el día anterior no había comido nada y sentía que moría de hambre, y no de la forma literal, realmente estaba muriendo de hambre.— ¿Qué tanto cambiaran las cosas? —Le preguntó.
—No trabajarás, dormirás en mi habitación, conmigo... Obviamente.
— ¿Y Micaela?
—Terminé con ella ayer.
Silencio.
—Todo va a salir bien —siguió diciendo Drew.
—Pero...
—Pero nada, ¿Acaso tú no me quieres?
—No —respondió ella.
— ¿Ni un poquito?
—Ni un poquito.
Silencio.
—Esto no va a funcionar —dijo Amelia mientras se paraba de la cama y se sentaba en el sillón... —Tú y yo somos diferentes.
—Los polos opuestos se atraen —respondió Drew.
—Sí, los polos ¡Pero no nosotros!
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It hurts |Drew Dirksen|
Fiksi RemajaSer pobre no fue mi elección, Ver al hombre que me engendró endeudarse hasta los huesos para sacarme adelante tampoco. Que mi papá me vendiera al hombre más cruel que había existido.. Fue mi única salida. A veces me pregunto cómo hubiera sido todo s...