supuestamente ese bus pasaba cerca de su casa.
Le preguntó al señor que estaba delante de ella por la hora, ¡Las 11 de la mañana! Le quedaba todo el día para llegar a su casa, calculó que desde donde estaba debía tarda de tres a dos horas para llegar. Cuando se sentó empezó a pensar, a pensar en todos los momentos que había pasado junto a su padre, él no podía estar muerto, no él.
Él le había tratado de dar un futuro, él luchaba para que ella tuviera el pan de cada día, cerró los ojos, quería gritar, patear cosas, pero albergaba una mínima esperanza de que quizás Amanda estuviera equivocada, ella podía estar confundiendo las cosas. Cerró los ojos, solo quería llegar a casa.
Despertó de golpe, en el bus solo quedaban algunas ocho o nueve personas, miró el reloj, ¡Las tres de la tarde! Se paró de su asiento y habló con el conductor, él no tenía idea de donde quedaba el lugar que ella decía, llevó sus manos a su pelo... -Déjeme aquí, pare esto... ¡Párelo! -Gritó.
-Señorita, tiene...
- ¡Párelo! ¡Párelo! -Gritó desesperada.
El chofer accedió y ella bajó corriendo del bus, ¿Dónde estaba? El cielo estaba nublado, visualizó el panorama, estaba en medio de una carretera, luego habían arboles ¿Y ahora como llegaba a casa? Empezó a caminar, no había nada en el camino, ni una gasolinera, ni un supermercado, ¡Nada! Esperaba al menos que pasara un vehículo pero estaba sola. Sola y aparentemente huérfana.
Después de haber caminado al menos una hora sentía que no podía más, pudo parar a un camionero pero cuando trató de subirse el tipo la miró de una manera extraña, al final terminó declinando la invitación, no sabía exactamente qué hora era, solo caminaba como idiota, entre ratos se sentaba bajo la sombra de algún árbol o debajo de algún cartel y lloraba. Tenía que haber una salida, ella lo sabía.
Para empeorar su situación empezó a llover, ahora caminaba sola, con hambre en medio de la nada y mojada, empezó a gritar, ¿por qué le pasaba todo esto? ¿Qué había hecho? Había maldecido a todos y había hecho todo tipo de preguntas mirando al cielo, pero como costumbre, no recibió una respuesta.
No aguantaba más entonces vio algo a la distancia, con la poca fuerza de voluntad que le quedaba corrió, ¡Era una gasolinera! Gritó fuerte para ser escuchada pero cuando llegó al lugar se dio cuenta de que era un lugar abandonado, todo estaba desmantelado. Se recostó de una valla que había y empezó a llorar. Escuchó un vehículo a lo lejos, así que cruzó la calle y esperó hasta que viniera, cada vez estaba más cerca. Cuando estaba demasiado cerca se aterró ¡Era Drew!
Empezó a correr pero cuando llegó al borde se dio cuenta de que había un barranco, no tenía salida.
- ¡Amelia! -Gritó él en medio de la carretera.
- ¡No te acerques o me tiraré!
- ¡No! Nena espera, sé que estás triste, lo sé amor...
-Mi papá murió, ya no tienes nada con qué amenazarme, déjame en paz ¡Lo merezco! -Gritó llorando
- ¡Espera! Vuelve aquí nena.
- ¿Y para qué? Para que me sigas tratando como una maldita esclava, ¿Por qué volvería? ¿En calidad de qué? -Gritó enojada.
-No serás una sirvienta nunca más, lo prometo.
- ¡No voy a volver! ¡No soportaré más maltratos!
- ¡Ya no habrán más maltratos!
- ¡No te creo! Exclamó Amelia muy cerca del borde.
- ¡Cásate conmigo! -Le gritó Drew desesperado.
- ¿Qué? -Preguntó Amelia asombrada... -Pero yo no te amo.
- ¡Pero yo sí! ¡Yo sí te amo!OMAIGÁ.
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It hurts |Drew Dirksen|
Fiksi RemajaSer pobre no fue mi elección, Ver al hombre que me engendró endeudarse hasta los huesos para sacarme adelante tampoco. Que mi papá me vendiera al hombre más cruel que había existido.. Fue mi única salida. A veces me pregunto cómo hubiera sido todo s...