Capítulo 4: Reunión Post-fiesta

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Alba

Me despierto y enseguida me doy cuenta de que Carmen no está a mi lado, lo que quiere decir que ya hay gente levantada.

Decido quedarme en la cama unos minutos más, no solo porque estoy cansada y porque tengo una pequeña resaca, sino también porque necesito darme un tiempo para pensar.

No me puedo creer lo que pasó anoche. Lo cierto es que iba bastante borracha pero me acuerdo de absolutamente todo: de Alex, de la especie de almacén donde estábamos, de lo que pasó, de lo que hubiese pasado si no me hubiesen llamado mis amigos y de cómo luego nos separamos sin decir nada.

He de reconocer que esta parte me agobia un poco, no porque esperase otra cosa, sino porque es justo lo que pasó la última vez, y no sé si estoy dispuesta a seguir como los últimos dos meses y fingir que nada ha pasado.
Sé que liarse es liarse, pero algo dentro de mí no puede evitar pensar que hay algo más, o que puede haberlo. No quiero confundirme, no espero nada de él, nunca lo he esperado de ninguno, pero no sé, es algo que no termino de poder explicar. Simplemente, sin ser prácticamente amigos ni haber pasado el suficiente tiempo juntos, con Alex López siento algo diferente, aunque no sepa identificar muy bien el qué.

- Tierra llamando a Alba - oigo la voz de Ahinoa, y cuando me incorporo la veo en el umbral de la puerta del camarote - ¿En qué piensas ahí tumbada y sin levantarte?

- Iba a levantarme ya - contesto, evadiendo su pregunta hábilmente.

- Estábamos desayunando fuera para no molestarte y para controlar que nadie chafe a Javi - me informa, dejándome un poco confusa, pero casi prefiero no preguntar.

Cuando por fin me levanto y salgo al exterior del barco, veo a Carmen y a Sergio en la mesa de fuera riéndose porque al parecer Javi se está despertando algo desorientado....en el muelle. No quiero pensar en lo borracho que iría anoche si decidió que dormir en el suelo era mejor idea que entrar en el barco, pero seguro que no es lo más raro que ha hecho yendo borracho.

Me siento con mis amigos, y en cuanto Javi se termina de levantar, empieza a contarnos su noche en un larguísimo monólogo en el que nadie interrumpe excepto por las risas, ya que a ninguno más nos apetece contar nuestra experiencia.

En medio de la exposición de mi amigo, noto que mi móvil vibra.

Es un mensaje de Alex, que automáticamente me hace ponerme nerviosa y estar confusa, pero sobre todo nerviosa.

"Tenemos que hablar" es lo único que pone en el mensaje.

¿Hablar? ¿Alex? ¿Qué está pasando?

- Albi, ¿te encuentras bien? Parece que no estés aquí con nosotros - me dice Carmen, que debe haber percibido mi cara de incredulidad.

- Nada tía, la resaca - le contesto rápidamente saliendo del aprieto, aunque parece que no la dejo muy convencida, ya que mi cara de sorpresa no tiene nada que ver con el hecho de tener resaca - Voy adentro al baño - miento.

- ¡Si te encuentras muy mal avisa! - me grita Ahinoa cuando salgo de la cubierta y bajo al interior de la embarcación.

En cuanto entro al baño, cierro el pestillo y me pongo a pensar en qué contestarle a Alex.

"Por mensaje o en persona?" Decido escribirle para no parecer demasiado interesada.

"Por WhatsApp mejor" me responde.

"Vale, pero yo te aviso cuando pueda"

Pensaba alargar el día de hoy lo máximo posible, pero de repente tengo unas ganas enormes de despedirme de todos mis amigos y llegar a casa para poder hablar con Alex. Lo sé, soy lo peor, pero simplemente no puedo pensar en otra cosa en estos momentos.

Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora