POV Sergio
Ha vuelto, y se nota. Es de esas personas cuya presencia es notable a pasar de que no hagan nada. Igual que Ahinoa aún que resulte irónico. Pero no solo en eso Álvaro me está recordando a ella. Les vi juntos y a estas alturas ella ya me ha contado demasiadas cosas como para no estar cien por cien seguro de que Álvaro estuvo perdidamente enamorado de ella, y todavía lo está. Por eso digo que se parecen, porque al igual que ella hace siempre, el finje no querer morirse por dentro.
Siempre fue algo extraño. Con sus amigos era un chico normal, pero con el resto algo reservado. Esto se aplica también a sus relaciones, es decir, sé que ha estado con chicas antes de con Ahinoa pero está claro que no con tantas con las que podría haber estado. Se podría decir que liga pero lo no aprovecha, y así con el resto de aspectos de él.
Volviendo a la situación actual, su frialdad ha llegado a achantarme como nadie lo había hecho. Supongo que porque sé que en cierto modo soy responsable de todo lo que ha pasado, pero trato de no pensar en ello y ayudar a Ahinoa tanto como puedo. Así por ejemplo, el otro día me contó cómo fue su intento de hablar con él e hice lo posible por animarla. Sin embargo, aún que se que está bastante jodida en ese aspecto, no parece estar tan deprimida cómo estuvo, y eso me alivia.
De hecho tiene ganas de hacer cosas, de salir y demás.Por eso, propuso ir a cenar hoy por el centro de la ciudad y eso es lo que vamos a hacer. Pero antes, yo he quedado con Alex en su casa para jugar un poco al baloncesto, ya que la semana que viene vuelvo a entrenar y no quiero que los miembros de mi antiguo equipo comenten lo mal que me ha sentado Inglaterra.
Cuando llego a casa de mi amigo, no tengo ni que llenar al timbre pues la puerta exterior de la urbanización está abierta, así que simplemente le mando un mensaje de que voy a entrar y eso es lo que hago. Sin embargo, cuando tras cruzar todo la urbanización llego a la casa de Alex, no es a él al que me encuentro en el porche.
- Primero me robas a mi mejor amiga y ahora invades la casa de Alex - digo a sus espaldas.
Amaya se sobresalta de inmediato y se gira hacia mi rápidamente y sonríe tímidamente.
- No es culpa mía que tus amigos me inviten a su casa - me contesta con todo burlesco.
- ¿Y Alex?
- Acabamos de terminar de hacer el trabajo de gimnasia y ahora está cambiándose para machacarte al baloncesto. - me informa con total naturalidad, pero yo no puedo evitar su pulla.
- Está claro que no me has visto jugar
- No me hace falta - dice ella sin dejar de lado su sonrisa desafiante - Seguro que hasta yo podría ganarte.
No es que sea creido, sino más bien realista y por eso sus palabras provocan una carcajada en mi.
- ¿Y si lo comprobamos? - pregunto a modo de reto y ahora soy yo el que le mira desafiante.
- ¿Ahora? - dice ella un poco sorprendida y con una cara de inocencia provoca en mí un sentimiento de ternura un poco inesperado. Sin embargo, no dejo que eso me haga olvidar mi propósito.
- ¿No te vas a rajar ahora, no? - le pregunto y estoy seguro que de saber levantar una ceja, eso es lo que estaría haciendo ahora mismo.
- Quizá en otra ocasión - dice ella mientras hace un gesto como quitándole importancia a mi ultimo desafío.
- Va, juega conmigo - insisto sin ni siquiera saber porque de repente quiero que lo haga.
- No puedo quedarme - me responde y entre cruza los brazos sobre su pecho como si realmente fuese una niña pequeña que hace ver que está enfadada.
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Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]
Любовные романыEn el Amapola todo parece ir bien. Los adolescentes van a clase, y punto. Pues bien, esa no es la verdad. En clase hay todo tipo de problemas. Tenemos a Carmen, una chica que tras cometer un error llena su vida de problemas ; a Ahinoa, su prima, qui...