Capítulo 1: La vuelta a clase

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POV Elena

Sé que no debería seguir durmiendo porque desgraciadamente mañana empiezo el colegio, pero no puedo evitarlo. Ayer llegué del pueblo mucho más tarde de lo previsto porque mi padre insistió en parar a cenar y luego tuvimos que ir a llevar a su novia a casa. Así que me dejó en casa de mi madre a la una de la mañana y yo con toda la buena intención me fui a dormir corriendo, sin deshacer las maletas pues pensaba dormirme enseguida y levantarme pronto para ponerlo todo en orden.

Solo se me olvido una cosa: que yo soy yo y que las cosas nunca me salen como las planeo. Así que cuando me fui a dormir me pareció ver una cucaracha al lado de mi cama y grite. Y grite y grite hasta que se me ocurrió coger mis gafas, que no había tocado en todo el verano porque de normal llevo lentillas. Una vez con ellas puestas puede ver que lo que yo pensaba que era una cucaracha no era más que una especie de pelusa, pero para entonces mi corazón ya iba a mil y me había despejado del todo. En resumen, no me dormí hasta las cuatro y media de la mañana y ahora, cuando mi despertador ha sonado indicándome que ya son las diez y que debo levantarme si quiero hoy dormirme a una hora decente para estar lo suficientemente descansada mañana cuando me levante a las ocho para ir al colegio, me quiero morir.

Cojo el móvil y comienzo a mirar qué mensajes tengo para a ver si contestándolos me despejo un poco, pero no tengo casi. Marina me pregunta si ya estoy en Valencia, Ahinoa me manda una foto de Javi durmiendo con la boca abierta y Jose me da los buenos días.

Contesto a mis dos amigas pero a este último no. Ni me molesto en abrir la conversación.

<<¿Pero qué mierda le para a este tío?>> pienso para mis adentros.

Y es que, vale que nos liásemos en el pueblo, pero no por eso tiene que hablarme y menos para decirme buenos días como si yo esperase que lo hiciera. Pues no, no tengo ni la mínima intención de hablar con él. No es que el chico me haya hecho nada malo, pero es que yo pienso que la conversación post-lío se debe dar cuando hay posibilidad de tener algo más o si ya se lleva tiempo tonteando, pero ninguna de las dos es mi caso.
Iba borracha, me lié con él y no me arrepiento, porque yo en verano no hago esas cosas. Lo de arrepentirse digo. Esa es mi norma y mi rollo. Durante el curso mi vida amorosa no suele ser muy activa y en verano suelo liarme con quien me apetece sin esperar nada más.

Tampoco es que este verano me haya liado con quinientos porque de hecho solo han sigo tres y solo con uno he repetido, pero bueno, el caso es que no veo la necesidad de hablar con Jose cuando no quiero nada con él, nunca hemos sido amigos y además vivimos a cuatrocientos kilómetro de distancia.

Como lo de los mensajes no ha funcionado, paso a ver Instagram pero tampoco me interesa mucho lo que veo. Una par de fotos de gente del pueblo, otras tantas de cuentas de famosos a los que sigo, una de Carmen con Alba en la que salen muy guapas en el barco de Ahinoa y otra de Alberto el de mi clase sin camiseta en la playa de la que solo puedo comentar que está bastante bueno. Aún que en realidad eso no es nada que no supiese ya ni tampoco nada que me interese demasiado.

Puede que no haya conseguido interesarme por nada que he visto en mi móvil, pero sí que he conseguido despejarme, así que me levanto y voy a la cocina ha hacerme el desayuno, que consiste en un café con leche con mucha azúcar, porque si, soy de esas personas a las que muchos dirían que "no me gusta el verdadero café".
Cuando vuelvo a mi habitación, tras hacer la cama, me miró al espejo. Llevo puesta una camiseta negra larga que uso como pijama, que resalta totalmente con mi piel que no he conseguido poner morena este verano, bueno, ni este ni ninguno. Respecto a mi cara solo puedo decir que no es mi mejor día, seguramente a causa de la falta de sueño.

No me considero una chica guapa pero no estoy mal y además se como sacarme partido, aún que muchas veces no lo haga. Mi pelo, que ahora mismo me llega más abajo de los hombros, y mis ojos, son casi del mismo color, de un marrón oscuro que a menudo se confunde con negro. Mi cuerpo tampoco está mal: soy de estatura media alta y delgada, con bastantes tetas, aún que siempre he pensado que me falta culo, pero no es algo que me preocupe demasiado habitualmente. Después de este examen de mí misma me pongo a deshacer la maleta, pero acabo rápido pues básicamente lo pongo todo a lavar, así que vuelvo a coger el móvil y veo que por el grupo de clase han empezado a hablar. Posiblemente estén comentando el horario o pasándose las respuestas a las preguntas que nos enviaron sobre un libro que nos teníamos que leer. La verdad es que no leo el grupo con mucha atención, pero sí que me da que pensar.

Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora