Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]

Capítulo 43: ¿Le quieres?

Por fin ha llegado el verano y es tiempo de escribir así que prometemos no más retrasos en las publicaciones. Como os imaginaréis ya queda poco de libro. Intentaremos terminarlo para finales de julio y esperamos valoraciones y sugerencias. <3

POV Ahinoa

Su pregunta resuena en mis oidos y por su tono de voz se perfectamente que la he cagado.

<<¿Le quieres?>> es lo que ha dicho Sergio, las palabras que ha pronunciado de una forma que me da a entender que está dolido.

Yo le miro esperando a que diga algo más, pues no se que contestarle, pero no lo hace. Solo permanace callado y espectante, así que trago saliva y muevo las manos con nerviosismo preparándome para otra bronca por ocultar una vez más la verdad.

- Si, le quiero - digo porque es lo único que se me ocurre y porque a estas alturas ya es inútil ocultarlo.

- ¿Y lo dices como si nada? ¿tan tanquila? - me dice y se nota que está nervioso, quizá demasiado.

- No lo digo tranquila, es solo que eso es lo que me has preguntado - digo y enseguida se que debo explicarme mejor. - Sergio, no te confundas, se que te debo una explicación.

Él asiente y yo me preparo porque no se por donde empezar.

Cuando Alex se enteró le hizo gracia, así que no pidió demasiadas explicaciones, y con Carmen no he tenido la oportunidad de explicarme así que supongo que es la primera vez que le cuento a alguien la historia desde el principio.

Así que empiezo a hablar y se lo relato todo, bueno casi todo. Obviamente evito algunas partes que sinceramente no creo que le interesen pero le cuento todo lo necesario para que pueda entenderme mínimamente.

Él me conoce, es mi mejor amigo y sabe lo cobarde que soy en cuanto a los sentimientos, como he visto a mis amigas pillarse por chicos que no les hacían caso y como todo eso mezclado me ha llevado a ser, no se como definirlo, pero quizá la palabra sea fría, a simplemente precabida.

Se que eso no justifica nada pero espero que entienda de esta manera como para mi el contar lo de Álvaro era un riesgo más de ser vulnerable.

A medida que se lo cuento su expresión va cambiando pero nunca termina de desaparecer su mueca de asombro.

Cuando acabo se hace el silencio y me doy cuenta del tono desesperado con el que estaba hablando así que respiro hondo.

- Sergio - digo en voz baja - háblame, dime lo que piensas, cuanto de enfadado estas.

- La palabra no es enfadado - me responde él - sino quizá confuso.

- ¿Confuso? - pregunto yo esperando que me aclare eso y es que realmente creo que lo he explicado bien y me esperaba algo como "molesto" o "decepcionado".

Pero cuando vuelve a hablar no resuelve mis dudas, sino que me responde con otra pregunta que me deja un poco descolocada.

- ¿Por qué él?

Me parece sorprendente que eso sea lo que más le llame la atención de todo lo que acabo de decir. He hecho un monólogo sobre mis sentimientos y como necesito que no se enfade conmigo por no habérselo contado y ¿esa es su duda? ¿Es lo que más le llama la atención?

- ¿A qué te refieres?

- Pues no lo se. Tal vez a que llevas diecisiete años prácticamente huyendo de cualquier tipo de relación amorosa, le has cogido asco a cualquier chico que mostrase interés en ti, y se que han sido muchos y muy diferentes, - dice y hace una pausa - así que no, no entiendo realmente que tiene él para que le hayas escogido.