POV Elena
Salgo de clase de lengua mas aburrida de la historia con Marina, Fer y Ángel. Ellos se quejan del profesor, pero a la vez charlan y se ríen. Yo, personalmente, quiero matar a alguien porque ayer, aún que lo intente, no me dormí hasta las cuatro de la mañana pues tenía algo de malestar, y la verdad, es que ahora soy incapaz de enterarme de algo, tanto de lo referente a las clases, como de la conversación con mis amigos. Como es hora de patio, salimos fuera, a sentarnos y a hablar un rato. Antes de eso, vamos a las taquillas, y dejo mis libretas ahí dentro, luego bajamos a la cafeteria a comprar algo para almorzar, pero yo no lo hago. Lo cierto es que nunca almuerzo.
Cuando salimos, puedo comprobar que hace frío fuera, lo cual es lógico ya que estamos en diciembre. Por un momento disfruto de la sensación de estar envuelta en mi chaqueta gorda mientras tan solo a unos centímetros de mi piel, en la capa exterior de la tela, la temperatura es muchos grados menor.
Mientras mis amigos siguen hablando, todos nos dirigimos a una zona del patio en la que siempre da el sol a esta hora, por lo que será más fácil aguantar este invierno valenciano. Es decir, temperaturas de diez grados.Sin embargo, antes de que lleguemos a nuestro destino, algo se revuelve en mi barriga y siento hasta nauseas por un segundo. Creo que estoy incubando algo, probablemente por eso anoche no me encontraba bien, aún que quizá puede que solo sea la ovulación, porque de hecho, creo que me toca el periodo. En cualquier caso, de no de comprobarlo.
Con un simple "tengo que ir al baño" me desvío de mi grupo, al que se han unido por el camino Ahinoa, Alba, Carmen y Alex, para dirijirme a los baños del semisótano, los que más vacíos están.
Y vacías están también las escaleras, con la excepción de una chica de las de 4°...perdón, 1° de Bachiller, que las sube, y me saluda con un "hola". Lucía creo que se llama. No le devuelvo el saludo. No es porque quiera ser borde, sino que simplemente no me sale y no me doy cuenta del gesto que ha hecho hasta que ya he pasado de largo. Pensándolo bien, me sorprende que haya tenido un gesto educado hacia mi porque las chicas de esa clase suelen ser bastante...especiales. Bueno, supongo que quiso todas no.
El caso es que a la que probablemente se llame Lucia, no es a la única que me encuentro, pues justo cuando estoy acabando de bajar las escaleras, tras cruzar el rellano, me choco con alguien.
Al principio, hablando claro, me cago mucho en esa persona por haber nacido (todo dentro de mi cabeza, claro), pero cuando levanto la vista, lista para maldecir, me encuentro con esos labios y ese rostro, que no tendrían porque causar ninguna reacción en mi.
- Perdón - se disculpa Alberto con una sonrisa. No, no una sonrisa cualquiera, sino su sonrisa, solo que esta parece sincera, y no la de capullo que suele tener las veinticuatro horas del día.
- No pasa nada, ha sido mi culpa - le respondo dando la conversación por zanjada, pero él insiste.
- No, no lo ha sido. - dice, y por un momento creo que se está quedado conmigo por su repentina insistencia - Perdón.
- Alberto, enserio, no pasa nada. - le digo rápidamente pues no olvido que mi objetivo es llegar al baño.
- Vale vale, pero no ha sido tu culpa. - dice y sonríe. Definitivamente se está quedando conmigo.
- Vale. - le digo y pongo cara de no entender, pero luego pasó a hacer el amago de continuar caminando.
- ¿Pero a dónde vas? - me pregunta, poniendo su cuerpo en mi camino. Si él no fuese el y yo no fuera yo, diría que está utilizando un típica técnica de tonteo conmigo. Sin embargo, tengo algo de lo que debo se preocupar es de que mierda contestarle. ¿Qué le digo? ¿Que voy a ver si estoy poniéndome enferma o si me ha bajado la regla? ¿Es "al baño" una buena respuesta?
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Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]
RomansaEn el Amapola todo parece ir bien. Los adolescentes van a clase, y punto. Pues bien, esa no es la verdad. En clase hay todo tipo de problemas. Tenemos a Carmen, una chica que tras cometer un error llena su vida de problemas ; a Ahinoa, su prima, qui...