Capítulo 13: Al agua

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Carmen

Finales de octubre y un sol como si estuviéramos en verano, y lo que es más importante, una temperatura completamente veraniega. Si a eso le sumas lo que me gusta buscar cualquier excusa para no hacer cosas de provecho, irnos de excursión con el instituto al río Júcar a montar en barcas es increíble. El paisaje es propio de una película, con agua azul y el bosque, verde y denso, que crece en las montañas alrededor del río, y con el castillo de Cofrentes y el pueblo en un risco al borde del agua, se crea una escena propia de un cuento. Pero bueno, lo importante es que es día de clase y, aun así, aquí estamos, pasándonoslo bien.

- Bien - dice Rossi, que lleva un bikini rosa chillón - Me han dado las parejas para que os las diga. Se supone que son mixtas porque el peso tiene que estar equilibrado en las canoas. Están aquí apuntados así que atendedme todos a mí.

Yo ruedo los ojos con desconfianza, ya que no entiendo porque no podemos elegir las parejas, y además porque tiene que decirlas Rossi, cuando los delegados son Ahinoa y Pedro. Sólo espero que mi presentimiento sea infundado, y que Rossi no esté siendo... bueno... Rossi.

-Grupo 1: Alex y Rossi - ella sonríe.
-Grupo 2: Alex López y Alba - se miran algo extrañados.
-Grupo 3: Sergio y Marta - se buscan con la mirada para encontrarse, ya que no se llevan nada.
-Grupo 4: Javi y Cristina - Javi no se entera ni de que han dicho su nombre.
-Grupo 5: Adrián y Carmen
-Grupo 6: - ya no escucho a Rossi.

No me lo puedo creer. Parece como si lo hubiesen hecho aposta. Si antes estaba dudando, ahora lo tengo claro. Como yo, Álvaro, Adrián, Ahinoa, Alex López y Alba miran asombrados a Rossi. En realidad, casi toda la clase la mira de esa manera, ya que esto no tiene ningún tipo de explicación.

- Qué suerte, yo voy con mi chico - exclama ella, cogiéndose al brazo de Alex e intentando huir de nuestras miradas desaprobatorias. Aunque las parejas las haya hecho la profesora, tiene pinta de que no, realmente sigo sin entender por qué no podemos simplemente ponernos con quien nos dé la gana.

Por un motivo que realmente desconozco, nadie rechista ni se queja, y no voy a ser yo la única porque además no me molesta nada ir con Adrián, es simplemente que después de lo del otro día la cosa está un poco tensa.

- Bueno - me dice Adrián acercándose - Nos toca juntos.

- Se ve que sí - le respondo con una pequeña sonrisa.

Miro su cuerpo mientras está distraído, ya que con el calor y la proximidad al agua se ha quitado la camiseta. Es delgado, alto, y tiene abdominales, pero no de los que salen por estar delgado, sino de los de verdad, el pecho claramente ejercitado y una espalda amplia. Joder, es de revista, pero hay un problema, y es que se parece sospechosamente a otro chico de la clase con el que comparte apellidos y, bueno, ADN. No obstante, me he fijado en que sus ojos son más bonitos, de un color avellana bastante particular, en lugar de marrón oscuro como su hermano. Su pelo es ligeramente más claro y es un poco más pálido, posiblemente por todo el tiempo que ha pasado en Inglaterra. Aun así su piel es más oscura que la mía. Además, su cuerpo está lleno de pequeños lunares en determinados sitios, mientras que Alberto no tiene más que alguna peca.

- ¿Seguro que no hay cocodrilos o algo? - se queja Alba, visiblemente preocupada.

- Yo creo que he visto algo por ahí - le dice Javi, que claramente no ha visto nada, pero siempre que puede marea a Alba. Bueno, a Alba y a cualquiera a quien tenga la oportunidad de engañar.

Ya en el embarcadero nos ponemos los chalecos, y pronto llega el momento de subirnos a la barca, que parece entre una canoa y un kayak, en el que hay dos asientos que van enfrentados. Nuestros remos los coge Adrián, ya que va detrás, y en cuanto nos sueltan empieza a remar.

Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora