Capítulo 8: Alba y Alex

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POV Alba

- Pues mejor vamos todos juntos - me dice Rossi atusando su pelo, que como de costumpre presenta un rizo perfecto.

Estamos en clase de latín y nadie atiende al profesor, que siempre esta con las mismas cosas que, honestamente, no me interesan en absoluto. Que si la sintaxis, que si las formas verbales....que asco. Yo lo único que quiero es que la clase termine, salgamos de aquí, y nos podamos ir de compras al centro, esta noche cena y luego todos a mi casa aprovechando que no están mis padres, aun que esto último no es ninguna novedad.

- ¿Albi me estás escuchando? - me pregunta Rossi haciendo un gesto con la mano delante de mis ojos.

-Si - le respondo, y sonrío ligeramente para que no se de cuenta de que estoy mientiendo.

Entonces suena el timbre, lo que significa que ya es la hora y que por fin puedo salir de aquí.

Recojo todas mis libretas y me levanto lo mas rápido que puedo. Cuando lo hago espero a que Rossi también esté preparada y así salir juntas, pero cunado por fin mi amiga se levanta, me coge de la cara y me da un beso en la mejilla pillándome desprevenida.

-Nos vemos luego - me dice, y sale por la puerta.

Tras fruncir el ceño a causa de que no entiendo que acaba de pasar, me dispongo a salir de la clase, esta vez sola, pero un chico se me cruza. No lo veo, por lo que nos tropezamos, bueno, mejor dicho me choco contra él.

Levanto la cabeza en cuanto me recupero del aturdimiento y miro a la cara a la persona que tengo delante.
Es Alex López: alto, delgado, ojos y pelo marrones, como siempre.

- Relaja fiera - me dice con una sonrisa burlona, y sale por la puerta sin darme tiempo a que le responda, lo que me hace frucir el ceño de nuevo.

Cuando consigo por fin salir al pasillo, lo primero que veo es a Rossi besando a su novio, Alex.

Otro Alex, evidentemente.

Este es guapo y más musculoso que el otro pero no tan alto, aun que también tiene ojos y pelo marrones. Además es amigo mío, aun que últimamente esté absorvido por Rossi. Lo cierto es que no parece muy cómodo con que la gente le vea besuqueándose con su novia justo fuera de clase, todo lo contrario que a Rossi.

Sigo andando por el pasillo solo, ya que mi amiga me ha abandonado, pero por suerte para mi distingo dos figuras muy conocidas a tan solo unos metro de mi y me dirijo hacia ellas.

Una de esas figuras corresponde a Carmen, una de mis mejores amigas de toda la vida.

Es castaña, con el pelo liso por arriba y rizado por las puntas, pero no un rizado exagerado como el de Rossi, si no un pelo más sencillo y bonito.

Ella está con su prima hermana, Ahinoa, una rubia y despampanante de ojos verdes a la que no se parece en nada.

- Vamos a darnos prisa en recoger, quiero salir de aquí cuanto antes - les digo a mis amigas cuando llego a su encuentro y ambas asienten de inmediato.

Tardamos poco en recoger nuestros bártulos de las taquillas y seguidamente salimos del edificio. A la salida del mismo se nos une Sergio, quien nos va a acompañar, y Javi, el primo de Ahinoa y de Carmen.

El padre de Carmen está esperándonos en la puerta con su todoterreno Audi, en el que nos subimos.
Carmen va delante, con su padre, y detrás vamos Sergio, Ahinoa y yo. Me apoyo en el hombro de Sergio, que habla con Ahinoa sobre algo de la clase de química, y como siempre, no les escucho cuando hablan de cosas de clase, así que me abstraigo con mis pensamientos.

Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora