Capítulo 11: Ya es hora

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POV Sergio

No me convenció lo que me dijo. No lo hizo ni lo más mínimo. Ella no está bien, y no sé incluso si molestarme porque no quiera contármelo o simplemente dejar que el tiempo pase y se sienta mejor.
Nunca pensé que diría esto pero no creo que la ruptura entre Ahinoa y Álvaro haya sido una buena idea, es más, creo que fue pésima y que no tiene ningún sentido porque está claro que ella le quiere. Estoy casi convencido de que la razón por la que Ahinoa decidió romper con él no es coherente, pero tampoco puedo corroborarlo ya que no sé realmente lo que pasó, ella solo me dijo que no podía estar con nadie ahora mismo, y yo tuve que asentir. Bueno, más bien que decirle que aceptaba lo que me estaba diciendo, ya que la conversación fue telefónica y por ello no puede verle la cara mientras me lo contaba, aún que por su voz pude apreciar que no es algo de lo que le apeteciese hablar ni dar más explicaciones.

Dejando al lado este tema, ya que, aún que Ahinoa sea mi mejor amiga y haya sentido cosas por ella, es su vida y no la mía de la que trata todo esto, mi vuelta a España ha sido un poco rara.

Tengo que admitir que lo de irme fue más bien un impulso que una decisión meditada. Simplemente tuve la oportunidad, no me apetecía estar aquí y sentí que era lo que debía hacer, además, de alguna manera enterarme de lo de Álvaro y Ahinoa fue como una puñalada para mi.
Creo que nunca he contado que cómo fue todo eso, y para hacerlo quizá haya de volver la vista atrás algunos años, bastantes. Ahinoa y yo siempre fuimos mejores amigos, de esta relación que es acusada de ser más que una amistad casi a diario, y bueno, quizá hasta podría haberlo sido, pero por entonces nosotros tendríamos diez años y por entonces no se llevaba lo de tener novia.
No es que Ahinoa me gustase entonces, pero si sentía algo especial por ella, nuestra relación en si lo era, y por ello todo apuntaba a que en nuestra adolescencia fuera a haber celos cuando empezásemos a tener lo que se llama "vida amorosa". Sin embargo lo que ocurrió fue que ella no tuvo de eso. Nunca se interesaba verdaderamente por un chico, o si lo hacía, perdía totalmente el interés cuando él se fijaba en ella. Era raro, pero a mí me servía. De tal manera que me acostumbre enseguida a ello. Ella no estaba conmigo (tampoco es que yo estuviese seguro de querer eso), pero tampoco estaba con otro, así que no tenía nada de lo que preocuparme.

Entonces ocurrió, me enteré de lo suyo con Álvaro y fue cuando todos se desordenó. Puede que Ahinoa no fuera la única que tuviese miedo a los cambios, pues cuando le oí decirle <<te quiero>> algo se rompió dentro de mi, y ya todo cambio. Me sumí en mi mismo y al poco tiempo me di cuenta de que necesitaba un cambio drástico ya que dejando que el tiempo corriese las cosas no volverían a la normalidad.

Mi solución fue irme, y cuando lo hice no tenía ningún plan de regreso, pese a que debía que este curso era el más importante y que no podía simplemente posponer el hacer segundo de bachillerato y mudarme a Inglaterra, donde la convalidación de estudios por cierto, está bastante mala.

Pero bueno, tras la visita de Ahinoa un tanto accidentada y un pequeño análisis de mi situación sentimental y anímica decidí volver, y es justo lo que he hecho.

Solo me he perdido una evaluación, por lo que podré ponerme al día aun que me cueste mucho esfuerzo. Además, ahora que Ahinoa y yo, sorprendentemente después de todo lo ocurrido, hemos logrado volver a estar como antes, o al menos casi igual, estoy seguro de que ella podrá ayudarme. Y digo ella porque el resto de mis amigos pueden intentarlo, pero digamos que les aprecio por muchas de sus cualidades, pero su calidad como estudiantes no es una de ellas.

Ahora mismo sin ir más lejos, estoy a punto de reencontrarme con todos ellos en la puerta del colegio, un poco antes de que empiecen las clases, en la puerta del colegio.

El primero en llegar es Javi que me choca la mano con naturalidad, lo cual me hace sonreír porque demuestra que por mucho tiempo que pasemos separados, para mi mejor amigo y para mi nunca pasa el tiempo. Detrás de Javi vienen Carmen y Ahinoa. La primera me da un gran abrazo y me suelta alguna broma como que estoy muy pálido por la mierda de sol que hay en Inglaterra, pero a diferencia de Javi o de todos los familiares y amigos que he visto desde que llegué, ella no me pregunta nada sobre mi estancia fuera del país, y creo saber por qué. Pero bueno, será mejor hablar de lo mucho que he aprendido sobre su ex-relación pasando tantas horas con Adrián en otra ocasión.

Piensa en Ellos #1, #2 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora