I

9.4K 419 14
                                    

Aquella noche apenas había dormido sabiendo a lo que me arriesgaba hoy, pero aun con el cansancio encima conseguí salir al patio y corrí.

- Marco! Marco! - gritaba mientras veía a varios guardias perseguirme.

Él iba tranquilamente andando hacia la puerta de salida ya que hoy cumplía dieciocho y no podía quedarse más en el orfanato, mientras que yo corría como si mi vida dependiera de salir por esas puertas y despistar a los guardias para poder irme con él. Habíamos planeado nuestra huida hace meses pero ahora que el día a llegado y estaba corriendo literalmente por mi libertad, con el comienzo de dolor de piernas, la falta de aire y todo, empezaba a arrepentirme, pero no podía esperar a salir que aquí para volver a estar junto a él ya que aún faltaba un año antes de que yo cumpliera la mayoría de edad.

Vi la puerta de la entrada abrirse dejando entrar a un coche y sacando mis últimas fuerzas empecé a correr todo lo rápido que pude, viendo pasar al coche y dentro de él pude distinguir a un par de hombres, alguno de ellos más joven y estos se me quedaron mirando pero yo solo veía la puerta empezar a cerrarse y como mi vida volvía a quedarse dentro de estas cuatro paredes por unos años más.

Marco estaba mostrando en la entrada al de seguridad el papel que le dieron en dirección para que lo dejasen salir y una vez estuvo fuera, sus ojos se fijaron en mí, haciendo que parase de repente y notará un par de manos en mis brazos y mis hombros. Mis ojos se nublaron por el comienzo de las lágrimas. No habría final feliz, ni hoy ni nunca. Para el día que yo fuera a salir de allí, él ya me habría olvidado y habria rehecho su vida.

- Busca a Hope, por favor.- dije empezando a temblar.

Este asintió y después murmuró un te amo dándose la vuelta mientras veía como se alejaba de mí, y a mí me llevaban derecha a la oficina de la directora del orfanato. No quería pensar en el sermón y castigo posterior que me darían, pero esperaba que no fuera demasiado ya que esta era la primera vez que había tenido un comportamiento como este.

Al llegar a la entrada del edificio vi el coche de aquellos jóvenes que había visto mientras corría, pero ninguno de ellos estaba dentro. Mientras yo luchaba porque los hombres de seguridad que me tenían sujeta me soltaran.

- No voy a volver a correr, lo juro.- dije retorciéndome una vez más.

Estos se miraron entre sí y suavemente fueron soltando su agarre mientras seguí mi camino lo más lento que pude hacia el despacho, una vez llegue, escuche voces dentro de este asique decidí esperar sentada en una de los asientos que allí se encontraban. Después de un rato mientras jugaba con un hilo que salía del borde de mi camiseta, la puerta del despacho se abrió y me levanté de mi asiento tan rápido como pude subiendo mi mirada hacia donde la directora me miraba, pero luego me di cuenta de los hombres que se encontraban a su lado que después de mirarme a mí, su mirada cayó a la directora y esta asintió y sonrió haciendo que me diera un escalofrío, nada bueno podía suceder cuando ella usaba esa sonrisa.

- Esperen aquí fuera unos minutos señores, de mientras, cuando Carla regrese les dará toda la documentación e información necesaria.- dijo mirándolos y después posó su mirada en mí - Alexa querida, entra y siéntate, tenemos que hablar.

Después de echar un nuevo vistazo a los hombres, agaché la cabeza y entre en el despacho seguida de la directora.

- Señora Lorraine, lo siento mucho de veras pero tiene que entender que Marco y yo...lo siento, no volverá a ocurrir, lo prometo.- dije mirando al suelo.

De verdad estaba arrepentida pero si había intentado hacer aquello solamente era porque la relación que Marco y yo habíamos tenido era todo lo que yo tenía en aquel instante. Los dos nos amábamos y queríamos pasar el resto de nuestras vidas juntos.

Adoptada Por Los Demon MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora