Capítulo 60.

78 4 0
                                    

**Narra James**

-Adam sigue preguntando por su padre. Es la primera vez que pasan tanto tiempo sin sus padres.

-Ya lo sé, joder, ya lo sé. Yo también le echo muchísimo de menos,-mi voz suena entrecortada-pero esto aquí se está haciendo muy difícil.

-¿No tienes nada todavía?

-Nada de nada. En la dirección que me diste no encontré nada. Solo estaba su bolso con el móvil y la cartera dentro. En otras palabras, no se fue por propia voluntad. La policía ahí no había encontrado huellas, así que por ahí tampoco he podido atacar, aunque todos sabemos que ha sido Ethan. El problema es que no tengo ni idea de dónde vive. La policía ha ido a su casa, pero ahí no hay nadie. No sé dónde coño se la habrá llevado y no sé dónde buscarla. Sigo igual de desesperado.

-Tranquilízate, James. Todo va a salir bien. La policía no ha parado en ningún momento, ni va ha hacerlo-suspira-Vuelve a Irlanda y cuida de tu hijo. Él te necesita.

-No puedo, Bambi. De verdad que no. Ella también me necesita.-aguanto un quejido-Pásame a Adam, por favor.

Pasan unos segundos de silencio hasta que vuelve a haber alguien al otro lado de la línea.

-Hola, papi.

-Hola, campeón. ¿Qué tal estás?

-Te echo de menos papi. ¿Cuándo vuelves?

-Todavía no lo sé, cariño. Papá todavía está ocupado.

-Yo quiero a mamá y a papá conmigo.

-Y nosotros queremos estar contigo, Adam, pero ahora no podemos.

-¿Y cuándo?

-Pronto.

-¿Lo prometes?

-Lo juro.

Silencio.

-Vale.

-¿Perdonas a papá por no estar ahí?

-Sí.

-Campeón, ¿sabes qué tienes que hacer si papá te pide que le ayudes?

-He de irme con tía Bambi a otro sitio y esconderme.

-Muy bien, cariño, no lo olvides.

-No, papi.

-Ahora papá se va, ¿vale?

-¿Llamarás mañana papi?

-Como cada día, campeón. Papá lo promete-suspiro-Adiós, hijo.

-Adiós, papá.

Mi hijo vuelve a darle el teléfono a su tía. Yo continúo en mi paseo por Londres. Un camino hecho por calles desiertas y casas apartadas. Sigo en la búsqueda de la menor pista.

-¿Qué quiere decir eso de irse conmigo a esconderse, James?

-Es una señal que tenemos Adam y yo. Quiero estar seguro de que mi hijo estará a salvo si Ethan decide ir a por él.

-Ethan no sabe que tiene un hijo y tampoco sabe dónde se ha escondido mi hermana estos años, es muy difícil que venga a por nosotros.

-Lo sé, lo sé, pero quiero estar seguro. Sabemos que ese imbécil ha maltratado a Michelle durante todo su matrimonio. A saber qué le hace ahora que ha intentado escapar. Le sacará la información a la fuerza.

-Michelle moriría antes de desvelar nada de su hijo.

-Eso es lo que más miedo me da.

Cuelgo. No quiero escuchar nada más. Me pasa siempre, cada llamada que hago conduce a la misma conclusión, al mismo miedo. No sabemos si mi prometida está bien, no sabemos en qué estado está o si al menos está viva. Me da pánico pensar por lo que está pasando, por eso intento mantener mi mente ocupada.

Llevo aquí tres semanas. Ella lleva un mes y una semana secuestrada. Demasiado tiempo sin saber de ella. Demasiadas posibilidades.

Lo peor de todo es que me estoy quedando sin ideas. Ya no sé dónde debo buscar. Estoy empezando a pensar que ese capullo se ha escondido a plena vista y yo, por buscar donde no se debe, no logro encontrarla.

Necesito algo. Necesito una señal. ¡Por Dios! Debe haber algo que me ayude a encontrarla. No puede ser todo tan perfecto para él. Debe haber un mínimo error.

**Narra Michelle**

-¿Cómo te encuentras, cariño?

-Bien... Muy bien.

-¿Seguro? Llevas ya unos días vomitando en cuanto pruebas el primer bocado del desayuno. Empiezo a pensar que tienes algo, deberías dejar que te mire... ¿Me dejas?-le miro, parece sincero.

Asiento sin dudarlo un solo instante. Está siendo muy amable. Desde que nos hemos despertado ha sido muy dulce. Parece una tregua. No creo que ahora me haga daño.

Me indica que me tumbe en la cama y así lo hago. Se acerca a mí, me sonríe y yo le correspondo. Me da un casto beso y comienza su exploración. Es increíble cómo sus manos saben dónde deben tocar o cómo deben hacerlo. Siempre me ha sorprendido esa faceta suya.

-Nunca-trago con dificultad-Nunca me has dicho cómo sabes siempre qué tengo o qué debo tomar.

-Ya te dije cuando nos conocimos que estaba estudiando medicina, cariño. Recordarás que soy un alumno excelente.

-El mejor de la clase-recuerdo-Todo matrículas de honor. ¿Por qué no eres médico entonces?

-Lo hice durante un par de días, pero no me gustó lo que vi. Por eso ahora ya no me fío. No me gusta ir ahí, ni quiero que tú lo hagas.

-No lo haré, cielo. Lo prometo.

-Genial-besa el dorso de mi mano-No te veo nada raro,-coge algo del cajón de su cómoda-pero estaré más tranquilo si te haces esta prueba.

Me tiende una caja. La cojo confusa, sentimiento que aumenta al ver qué es.

-¿Una prueba de embarazo? ¿De verdad crees que lo hemos conseguido?-pregunto con lágrimas en los ojos.

-No lo sé,-acaricia dulcemente mi rostro-averigüémoslo.

Asiento decida. Me levanto de la cama de un salto y, caja en mano, me voy al baño. Cuando llego a la puerta, le miro ilusionada-¿Estarás conmigo?

-Haz la prueba y sal. Esperaremos juntos en la cama.

-Vale.

Enseguida me encuentro entre sus brazos. Él está tan emocionado como yo. Aunque la última noche no fuera bien, lo hemos intentado muchas veces este mes que ha pasado desde el accidente, puede que haya ocurrido. Puede que realmente lo hayamos conseguido. Sería un sueño. Tener un pequeño o pequeña al que transmitir un amor sincero sin miedos ni faltas de respeto.

Ethan tiene la prueba y la mira a cada segundo. Parece tan emocionado como yo. Sé que a él también quiere esto. Quiere ser padre. Y yo puedo dárselo.

Nuestras manos siguen unidas. Nuestros dedos entrelazados. Miro atenta al suelo mientras mi marido me habla de mil y una banalidades. Necesito distracción, ¡estoy nerviosa! Son los 2 minutos más largos de mi vida, pero cuando ya han pasado la cosa no mejora.

Ethan es el primero en mirar la prueba y su reacción es extraña. En un primer momento, creo ver una sonrisa, pero al instante eso cambia y en su lugar solo hay enfado y decepción.

-No. No lo hemos conseguido-pronuncia con frustración-Es negativo-se va calmando. Disimula una sonrisa y me mira-Pero lo seguiremos intentando y lo conseguiremos, mi vida. Tú y yo vamos a tener un bebé muy pronto.

Aprieta mi mano transmitiéndome apoyo, después se levanta. Con la prueba en la mano, se la lleva a la basura. No hace falta que la guardemos, no hace falta recordar lo que pudo ser y no fue. Toca seguir con la vida normal. Seguiremos intentándolo, no nos rendiremos. Algún día lo conseguiremos, estoy segura.

Ahora me toca preparar la comida. Mi marido está decepcionado por mi culpa, porque no consigo quedarme embarazada. Finge simpatía, pero sé que siente que no quiero darle lo que él merece, así que le prepararé su plato favorito. Se lo prepararé con todo mi cariño.


Destinos cruzados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora