Capítulo 74.

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Cualquiera diría que tardó todo un día en dilatar y ni sé cuánto tiempo duró el parto. Fue durísimo, sobretodo para ella, pero eso ya ha pasado. Y desde entonces han pasado tantísimas cosas.

El primer día en casa fue tremendo. Yo no pude dejar de mirar a Neiva ni un solo momento. Ella no hizo más que dormir, comer y cagar. Todo precioso, por supuesto, pero a mí me parecía único cada momento.

Y, ¡madre mía!, puede que no haya salido un niño, pero Adam la quiere como si no hubiera nadie más en este mundo. Presume de hermana con todos sus amigos y la defiende de todo y de todos. Estoy seguro de que de mayor defenderá a la princesa de la casa como se merece. La protegerá cuando yo no pueda.

Hasta ahora han pasado 2 meses. Mi prometida luce preciosa y radiante. Incluso con sueño acumulado y unas ojeras que casi llegan al suelo, es la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida. Y, ¿sabéis qué? Sí, hoy es el día. Hoy me caso con ella. No sé cómo he podido tener esta suerte.

**Narra Michelle**

No puedo ser más feliz. Adam ama a su hermana. James mira a su hija como si fuera un milagro. ¿Y yo? ¿Cómo describirlo? ¿Cómo expresar la manera en la que una madre mira a su hija? Es un amor y una adoración tan absoluta que es casi indescriptible. Solo el amor de su padre y su hermano pueden igualarlo.

La verdad, no sé si lo había pensado, pero eso de pasar los dos primeros meses de la niña en casa al mismo tiempo que llevo el estrés de los preparativos finales de la boda, me tienen muerta. Como no aprendí con la experiencia de Adam, he añadido algo más.

Desde el nacimiento de Neiva y el cambio de apellido de Adam (que fue tan solo dos semanas después del nacimiento de la hermana) la familia Harrison me adora. Su actitud hacia mí ha cambiado de un día para el otro y eso me alivia mucho, porque ahora sé que no ven la boda como el día final de su hijo. Supongo que ahora ven un compromiso que no veían antes. Antes era solo una chica que intentaba robárselo y que encima venía con mochila, pero ahora soy la madre de sus dos nietos y la mujer de su hijo. Así se ve de otra manera.

Aroa y Maika han optado por dejarme el pelo suelto. Hay pequeñas perlas que lo hacen brillar, todas encabezadas por una preciosa tiara. El maquillaje no es nada estravagante, de hecho es muy sencillo. No me he enterado mucho del lenguaje que han usado mientras me lo ponían, pero por lo que sé, me han añadido color en la cara, han usado colorete para dejar mis mejillas rosadas, sombra de ojos dorada y los labios de un rojo intenso. He quedado preciosa. Aroa me ha dejado unos pendientes largos de perlas que se mimetizan con mi pelo. Y el vestido me queda precioso e incluso me disimula la barriga que me ha quedado después del parto. Cuando me miro en el espejo, no me creo lo que veo. ¡Estoy fantástica! ¿Cómo lo han hecho?

-Michelle, por favor, deja a James y vente conmigo. Yo puedo hacerte muy feliz-me persuade, es su forma de decir que les ha quedado como deseaban.

-Lo siento Maika, sigo prefiriendo al padre de mis hijos-río.

Me pongo lo tacones. Ya estoy completamente lista. Las chicas me dejan sola en mi habitación. Todavía quedan unos minutos para la boda. Desde la ventana puedo verlo todo. El altar rodeado de flores donde mi chico está con los padrinos hablando y riendo. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Yo siento que voy a estallar en cualquier momento. Los bancos ya empiezan a llenarse de gente. Maika y Aroa ya se están uniendo a Emily y Kilian. Las chicas, claro está, vienen con sus parejas, así que después tendré que conocer a mi futuro consuegro. La boda al aire libre ha quedado preciosa y las flores, de diferentes colores, le dan un toque precioso. Adam está jugando con los niños que han venido y Neiva está en los brazos de Bri. Luego ella se lo tendrá que dar a otra, aunque me encantaría, tener a la niña en el altar podría complicarse.

Me miro en el espejo. De arriba abajo. Intentando respirar con normalidad. Pero no puedo. NO PUEDO. ¡DIOS! ¿DE VERDAD VOY A CASARME? ¿NO APRENDÍ EN EL PASADO? MADRE MÍA... ¡MADRE MÍA! HACE 12 AÑOS COMETÍ EL ERROR DE CASARME. EL DÍA DE MI BODA FUE EL PRIMER DÍA DE MI TORTURA. LOS MALTRATOS EMPEZARON EN MI NOCHE DE BODAS. ¿Y YA ME ESTOY CASANDO OTRA VEZ?

Me echo a llorar como una niña. No puedo casarme. Me es físicamente imposible. No me siento con fuerzas para repetirlo todo otra vez. No quiero pasarlo mal otra vez. Una ya fue suficiente. He de aprender de los errores.

Tocan la puerta. Pero yo estoy llorando en un rincón de la habitación y no me siento con ánimos ni de levantarme. Aunque no hace falta. Bambi sabe cómo entrar sin necesidad de que yo diga nada. Mi hermana entra llamándome, pero al ver cómo estoy, solo se acerca a mí y me abraza con todas sus fuerzas. Es verdad que antes por la ventana no la había visto, supongo que acaban de llegar y ella ha venido a verme mientras Hugo busca sitio. Y claro, ella sera quién después se quede con mi hija.

-Michelle, escúchame. James no es como Ethan. Él solo quiere lo mejor para ti y si se casa contigo, no es para tratarte como él desee, sino para compartir contigo la experiencia. Tienes con él dos hijos, cariño, y aun sabiendo que uno no es suyo, los quiere por igual. Eso dice de él. Eso y que es él quien te sacó del pozo donde estabas metida. ¿Acaso no ves que él te ama, Mich? Él solo luchará por tu felicidad. Confía en mí y sobretodo, confía en él. Ha llegado la hora de casarse y os casáis para compartir una vida juntos. ¿Acaso no era este tu sueño de niña? No lo tires a la basura por una mala experiencia.

-Tienes razón. Sí, tienes toda la razón.

Me levanto. Al mirarme en el espejo veo que no se me ha corrido el maquillaje. Es estupendo. Se nota que Aroa es una previsora.

Vuelven a tocar a la puerta, pero esta vez no entra nadie. " Llego la hora, Michelle, tienes que bajar a casarte" se oye. Y sí, sigo nerviosa, pero ya no es para tanto. Mi hermana me da un último abrazo antes de bajar corriendo a sentarse. Al mirar por la ventana veo que todo está listo. Desde aquí veo que James esta tan nervioso como yo. Finge una infinita tranquilidad que no existe. Y eso me emociona porque me hace ver que para él esto también es un paso muy importante.

Primero pasan Miriam y Bridget junto a Charles y Louis. Todos sonrientes. Después voy yo. Cogida del brazo de Hugo. El único hombre adulto que hay ahora mismo en mi familia (no podré decir lo mismo en unos minutos). Al verme, mi chico muestra una sonrisa tan auténtica y especial que se me contagia. Él se convierte en todo y dejo de ser consciente del resto. Solo sé que ambos decimos el "Sí, quiero" Sé que él está a mi lado y siempre lo va a estar. Haber visto a mi hijo traer los anillos ha sido una de mis partes favoritas. Y ver a Neiva dormir tan tranquilita en los brazos de mi hermana también ha sido genial.

Cuando llegué a Irlanda hace ya 6 años descubrí un mundo que yo no conocía. Un mundo que había olvidado. Donde existía la felicidad, la emoción y el amor. Y en ese momento pensaba que mis emociones eran tan nuevas y extremas que eran imposibles de superar. Ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba. Ahora mismo, en esta boda con mi familia y amigos es cuando me siento plena.

Ahora es cuando siento que nada puede mejorar.

Destinos cruzados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora