Capítulo 69

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Emma

Abre esa habitación.

Mi otra yo abrió la habitación siguiendo lo que le decía, era muy bueno que hubiera aceptado el trato, de otra manera hubiera corrido a decírselo a Baruck, pero no lo hizo, era buena señal.

— Entonces... ¿Este era tu cuerpo antes? — preguntó mientras observaba toda la habitación con detalle y abría y cerraba cajones.

, era mi cuerpo.

— ¿Y por qué ahora somos dos personas en un cuerpo? — preguntó.

Ya te lo dije, Baruck experimentaba conmigo... Eh, nosotras, y la última infusión haría que yo no existiera nunca más... En realidad yo tampoco que pasó, pero sigo viva y eso es lo que importa.

— Sí. — dijo pensando. — ¿Conoces a ese chico... Jared? — dijo avanzando al armario, al lado tenía un espejo de cuerpo completo.

Era mi novio.

Me puse decaída de repente, había dicho "era", no "es", hablaba como si ya no tuviera remedio.

— Ya veo... — dijo cerrando el armario y viéndose en el espejo de cuerpo completo, se quedó observando un momento el espejo.

Ladeó la cabeza y acercó su dedo para tocarlo, cuando su dedo hizo contacto con el espejo su figura desapareció, ella se sobresaltó y quitó su dedo. En el espejo había aparecido mi figura, mi verdadero yo, mi cuerpo, mi cara, mi piel y la expresión que tenía en ese momento.

¿Qué fue eso?

— Yo... Sólo toqué el espejo y una figura apareció de repente. — dijo alarmada. — será mejor que salgamos.

¡No! Espera... Vuelve a hacerlo.

Ella miró el espejo insegura y se acercó tragando saliva. Tocó de nuevo el espejo y lo dejó ahí, sin moverse. Mi yo de verdad apareció, con su misma ropa pero con mi personalidad.

— ¿Pero qué? — dijo ella confundida. — soy yo con otra textura... — dijo moviendo la cabeza, pero mi yo de verdad no la movió.

— En realidad, esa soy yo... — dije y ésta vez mi voz sí se oyó no sólo en el pensamiento de mi otra yo, sino que se escuchaba con claridad, y mis expresiones también se reflejaban en el espejo... Es como si estuviera en carne y hueso y no sólo en pensamiento.

— ¿Pero qué demonios? — se asustó mi otra yo. — ¿Qué mierda está pasando?

— No lo sé. — le dije viendo la habitación por medio del espejo, porque ya no estaba en su mente, estaba en el espejo. — Pero no quites el dedo aún.

— Eh... Claro. — dijo viendo todas mis facciones y yo sólo veía alrededor de nosotras buscando algo sospechoso. — Wow, eres hermosa.

— ¡Ahí! — le dije señalando un pedazo de piso que no encajaba bien. — Vamos.

Ella dejó de tocar el espejo y volví a su pensamiento. Corrió al pedazo de piso y lo jaló con todas sus fuerzas, cuando éste cedió pude ver una cosa brillante, era algo así como una gema roja, pero estaba rota, era sólo un trozo.

Emma, la caída de un ángel (Saga Genus #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora