El despertador sonó, me levante y refunfuñando lo apague.
La ducha se escuchaba en el cuarto de baño, los ojos me pesaban, dormir cuatro horas no es nada bueno, me senté en la cama mientras me restregaba los ojos, la puerta del baño se abrió y dejo ver a mi Mejor Amigo Louis ya vestido para salir.
—Despierta ya Malik —me lanzo la toalla con que antes se secaba el cabello— Te recuerdo que debemos ir a clases.
—No molestes Louis, tengo sueño —refunfuñe.
— ¿Cuánto dormiste hoy? —se sentó a un lado en la cama,»poco« pensé— ¿Casi nada verdad? —Dijo como si leyera mi mente, asentí— Ya tienes que dejarla ir Amigo, solo te hace daño.
—No puedo, ella es todo lo que quiero —agache la cabeza— Solo, no puedo.
—Está bien —revolvió mi cabello — solo intenta sonreír un poco, Extraño a mi Amigo.
—Lo sé —suspire— Prometo que saldremos a distraernos —me palmeo el hombro.
—Lo esperare entonces —ríe— Ahora ve a bañarte que hueles mal —se tapó la nariz con una mano mientras que con la otra hacia signo de que no olía bien.
—Claro Míster Carrots, huelo a hombre —dije irguiéndome.
—Ok —alargo mientras rodaba los ojos— A la ducha —dijo empujándome.
Reí y camine hacia el baño, di el agua caliente y me quite la ropa.
Sentí las gotas quemar mi piel, era una sensación relajante, cerré los ojos solo unos segundos mientras el agua mojaba mi cuerpo, el cual rápidamente comenzó a subir de temperatura igual que aquel día, una sonrisa traviesa se posó en mis labios al recordar lo que hicimos en esta misma ducha, el roce de su suave piel contra la mía, sus labios dejando un rastro de besos desde mi cuello hasta la comisura de mis labios, como la hice mía bajo la fría agua, mis manos recorriendo su cuerpo por completo, su risa por el cosquilleo que le producían los besos húmedos que le daba en el cuello y los pequeños gemidos de dolor cuando hincaba los dientes en su clavícula dejando marcas, sus manos enredadas en mi cabello acariciando mi nuca, haciéndome sentir el hombre más feliz en la tierra, sintiendo el amor que me tenía entregándose a mí por completo.
Tres golpes en la puerta me hicieron salir de mi ensoñación, suspire resignado, había tenido sexo con muchas chicas, pero con ella era distinto, con ella hacía el Amor. Termine de ducharme y Salí con una toalla envuelta en la cintura, Louis estaba en la sala viendo la televisión, busque ropa en el armario, algo abrigado, hoy hacia mucho frío en Inglaterra. Salí hacia la cocina y tomé un yogurth, luego fui hacia la sala Louis me miro.
—¿Estás listo? —Asentí— Entonces vamos —apago la televisión—¿Conduces tú o yo?
—Tú, aún estoy un poco adormilado —hice una mueca.
